El presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó que ni él ni su familia intervendrán en el proceso para la elección del coordinador nacional de los comités de defensa de la transformación, que eventualmente se convertirá en el candidato o candidata de Morena a la Presidencia de la República en 2024. “No tenemos favoritos”.
Interrogado en la mañanera de este martes sobre la propuesta que ayer lanzó el ex canciller Marcelo Ebrard, que en caso de llegar a la Presidencia crearía la Secretaría de la 4T para dar seguimiento a todas las obras y programas centrales de la actual administración, para la cual, propuso, encabezaría Andrés Manuel López Beltrán, hijo del mandatario, apuntó que no desea meterse en el proceso de elección de su partido, pero dejó claro que su familia no participará.
A la par, llamó a la oposición a ya dar a conocer el método en que elegirán a su abanderado y criticó que el que se pretenda dejar fuera a algunos de los personajes de ese sector. “No pueden hacer a un lado a Xóchitl (Gálvez) ni a Lilly Téllez, todos tienen derecho”.
Sobre la propuesta de Ebrard, subrayó: “No quiero opinar sobre el proceso. Además, ya lo he dicho muchas veces, estamos en una etapa nueva, sin tapados, sin destapes, sin dedazo, sin acarreos, sin cargada y no tenemos favoritos. Todos los que están participando merecen nuestro respeto y no va a ser el presidente el que va a decidir, va a decidir el pueblo, la gente, porque esa es la auténtica, la verdadera democracia. Mi familia cercana, mis hijos, mi esposa Beatriz, no nos metemos, en nada, en este proceso”.
—¿Le pediría a los aspirantes que no los involucren? -se le preguntó.
—No, somos libres, está prohibido prohibir. Cada quien puede expresarse. Pero pues si se actúa con claridad, ya se sabe de que nosotros no tenemos favoritos, ni hombres ni mujeres. También decir que estoy muy contento, pero mucho muy contento, porque los que están participando son de primera.
El tabasqueño remarcó que como mandatario federal no puede opinar del proceso interno de Morena, pues confió en que quien resulte ganador será a quien entregará la estafeta.
“De una u otra forma me ha tocado, por circunstancias, coordinar esfuerzos para la transformación del país. Pero ya voy a terminar el gobierno y también ya me retiro, no me quedo como dirigente, no voy a quedarme, lo he dicho varias veces, como líder moral, mucho menos como jefe máximo o cacique. Termino en septiembre del año próximo y me jubilo. Entonces, la transformación va a continuar y requiere de dirección, requiere que le dé continuidad a quien le voy a entregar la estafeta del movimiento”.
Además, criticó que la oposición aún no haya definido la forma en cómo llevará el proceso de elección de su candidato, a la par que los medios informativos tampoco den seguimiento a esa posición de los opositores.
“No hay nada de los aspirantes, no se conoce sobre su método de elección: Si va a haber encuesta, ¿no? Dijeron que iban a definir un procedimiento -el próximo lunes, se le dijo—, Sí —contestó—, pero ya llevan 15 días diciendo lo mismo, y todavía no aclaran y hay como 50 aspirantes, pero de eso no se habla, no dicen nada”.
En el inicio de sus actividades como parte del proceso interno de Morena, Marcelo Ebrard propuso la creación de una dependencia de Estado denominada Secretaría de la Cuarta Transformación, y planteó que fuera Andrés Manuel López Beltrán, hijo del Presidente de la República, quien la encabece. Esta instancia estaría encargada de dar continuidad y consolidar los programas sociales, las obras prioritarias y garantizar los principios de austeridad republicana.
Por la noche, luego de que López Beltrán rechazó la “generosa oferta”, el ex funcionario le respondió que es “muy razonable su posición, no podría tomar partido ahora. Reafirma mi convicción de que se trata de un gran cuadro político de la 4T”.
El aspirante a la coordinación de la defensa de la Cuarta Transformación comenzó su primer día de recorridos con una visita a quien fue su maestra de prescolar, Miss Bety. Ebrard condujo su vocho eléctrico en el que, por su estatura, apenas cabía sin chocar la cabeza con el toldo.
Pese a lo apretado que lucía, al ex canciller se le vio sonriente mientras transmitía en vivo por redes sociales parte del trayecto a la casa de la educadora, al tiempo que manejaba por avenida Insurgentes.
Un par de horas después, Ebrard se trasladó a un hotel junto a la Alameda, donde ofreció una conferencia de prensa. Llegó en el mismo vocho café que le regaló su esposa.
En el sitio, el mismo donde hace 11 años se dio a conocer que el ganador de la encuesta para definir la candidatura presidencial de 2012 fue Andrés Manuel López Obrador, Ebrard recordó que en aquel momento respetó los resultados y se pronunció por no dividir a la izquierda.
Tras definirse a sí mismo como el único “que se ha probado” como sucesor del tabasqueño, ya que mantuvo y amplió los programas sociales que comenzó López Obrador cuando fue jefe de Gobierno, lanzó su primera propuesta.
El ex canciller explicó que debido a que la 4T no va rendir todos sus frutos en sólo seis años y requerirá cuando menos 10, “quiero proponer, y así lo haremos de resultar favorecidos en la encuesta y posteriormente en el 24 en la lucha política, formar la Secretaría de la Cuarta Transformación”.
La prioridad de esa instancia sería “consolidar y potenciar las grandes obras de infraestructura, por ejemplo: refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, para maximizar su beneficio y garantizar su plena realización al 100 por ciento”, así como planear y ejecutar nuevas obras prioritarias en todo el país.
También, deberá proteger los programas sociales y promover su expansión, y contaría con una coordinación de austeridad republicana como parte de su estructura, para “vigilar que el presupuesto sea aplicado con los criterios de ahorro y austeridad que deben ser”.
También te puede interesar:
Esta web usa cookies.