Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, reveló la mañana de este jueves que ya se ejecutaron tres de las cuatro órdenes de aprehensión que se liberaron en contra de elementos del Ejército mexicano por el caso Ayotzinapa.
Entre los aprehendidos, confirmó, se encuentra el general José Rodríguez Pérez, quien era el comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas en septiembre de 2014.
“Informar también con relación al caso Ayotzinapa y con relación al informe que presentó en días pasados la comisión presidencial para la atención del caso Ayotzinapa, que preside el subsecretario Alejandro Encinas, que al momento se han liberado cuatro órdenes de aprehensión contra elementos del Ejército mexicano. Al momento se han ejecutado ya tres de ellas. Hay tres detenidos, entre ellos, el comandante del 27 Batallón de Infantería cuando se suscitaron los hechos en Iguala en septiembre de 2014. Ya tres detenidos, hay cuatro órdenes de aprehensión y se seguirá informando al respecto”, dijo en la conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni la Secretaría de la Defensa (Sedena) han informado en qué condiciones se dio este arresto del General, señalado como participante de los eventos funestos contra los estudiantes en el ataque en el que participaron distintas autoridades y grupos criminales entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Algunos medios dicen que Rodríguez y posteriormente fue llevado a la prisión militar.
El general José Rodríguez Pérez, Comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, cuando hace ocho años desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, fue detenido por presuntamente ordenar el asesinato de seis de ellos y ya está preso en la prisión del Campo Militar Número Uno.
Rodríguez Pérez tenía el grado de Coronel cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas, la noche del 26 y la madrugada de 27 de septiembre de 2014, y según Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), habría ordenado el asesinato de seis de los normalistas que estaban cautivos en una bodega de Pueblo Viejo, en Iguala.
“Se presume que seis de los estudiantes se mantuvieron con vida hasta cuatro días después de los hechos y que fueron ultimados y desaparecidos por órdenes del Coronel”, aseguró Encinas sobre Rodríguez Pérez en la presentación del informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (CoVAJ), el 26 de agosto, en Palacio Nacional.
El actual general Rodríguez Pérez es uno de los al menos veinte elementos de las Fuerzas Armadas de México, mandos y tropa, contra quienes se han librado órdenes de aprehensión o se han involucrado en el caso Ayotzinapa, entre ellos el General de División Alejandro Saavedra Hernández; así como los almirantes Marco Antonio Ortega, Jefe de la Unidad de Operaciones Especiales, y Eduardo Redondo Arámburu, titular de la Unidad de Inteligencia Naval de la Secretaría de Marina (Semar).
El anuncio de esta detención ocurre después de otra captura importante: la de Jesús Murillo Karam, exprocurador General de la República. El padre de la llamada “verdad histórica” fue aprehendido por la FGR el pasado 19 de agosto, pues se le acusa de los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia en el caso Ayotzinapa.
Ante la presión pública para que se aclarara un crimen que generó conmoción dentro y fuera de México, Murillo Karam fue quien calificó como “verdad histórica” su versión de los hechos: que los jóvenes fueron capturados por policías locales y entregados a criminales, y que éstos los mataron, los quemaron a todos en una gran hoguera en un basurero y arrojaron los restos a un río.
Sin embargo, un grupo de expertos internacionales y la actual Fiscalía mexicana echaron por tierra la versión del basurero, confirmaron que en el crimen participaron distintas autoridades, fuerzas de seguridad y militares, que hubo manipulación de pruebas y que se torturó a decenas de detenidos, lo que unido a otras irregularidades derivó en que muchos de los procesados quedaran en libertad.
En 2020, el actual Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, acusó a Murillo Karam de “orquestar un engaño mediático masivo”. Dos años después fue detenido en su casa en la Ciudad de México y, según el comunicado oficial, sin que opusiera resistencia. Se convertía en el primer exprocurador general mexicano en ser capturado por la institución que él mismo dirigió.
Horas después de la aprehensión de Murillo Karam, la Fiscalía informó en un comunicado de la emisión de 83 órdenes de captura, 20 de ellas de militares y el resto de policías, funcionarios estatales o delincuentes, por distintos delitos vinculados con el caso: delincuencia organizada, desaparición forzada, tortura, homicidio y delitos contra la administración de justicia.
Murillo Karam, exlegislador y exgobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), de 74 años, dirigió la entonces Procuraduría General de la República (PGR) de 2012 a febrero de 2015, durante la primera mitad del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Dejó el cargo cinco meses después del crimen, tras haberse convertido en una de las personas más criticadas por los padres de los estudiantes, que desde hace años habían pedido su arresto. En una ocasión dio por terminada una conferencia de prensa con el argumento de que ya se había cansado de dar explicaciones.
Hasta ahora, el más alto funcionario acusado en el caso, también por torturas y desaparición forzada, era Tomás Zerón, el jefe de la investigación y subalterno de Murillo Karam. Zerón se encuentra oculto en Israel. México le ofreció un acuerdo para que colabore con la justicia, pero Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, dijo que no aceptó.
La desaparición de los 43 estudiantes el 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, trascendió a nivel nacional e internacional porque, pese a la violencia en la que ha estado sumido el país desde hace años, este caso resumía muchos de sus males: víctimas jóvenes, la acción del narcotráfico, la corrupción de las autoridades, la impunidad y el fenómeno de los desaparecidos.
Las autoridades federales procederán en términos de la ley para que se investigue la actuación del juez que ha absuelto a 98 personas vinculadas a los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, entre ellos el ex alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca.
Así lo dio a conocer esta mañana el subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, al presentar el informe sobre cero impunidad en la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, y planteó que el presidente municipal de Iguala no saldrá de prisión, pues se impugnará la decisión del juzgador.
Agregó que también fue detenido el general del Ejército José Rodríguez Pérez, quien era el comandante del 27 batallón de infantería con sede en Iguala y que de acuerdo con el informe presentado hace unas semanas por la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia para el caso Ayotzinapa, habría ordenado la ejecución de los últimos normalistas que permanecieron vivos varios días.
Ayer, se dio a conocer que el juzgado tercero de distrito con sede en Matamoros, Tamaulipas, a cargo del juez Samuel Ventura Ramos, absolvió a Abarca y a 19 personas más por su participación en los hechos de la llamada Noche de Iguala, suscitados entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Con esto, dijo Mejía Berdeja, ese juzgador ya suma 98 exoneraciones de presuntos implicados en esos crímenes, que dejó seis personas asesinadas, tres de ellos normalistas de Ayotzinapa, además de 43 estudiantes de la normal desaparecidos de manera forzada.
“Se va a impugnar por parte del Ministerio Público Federal esa decisión, de tal suerte que Abarca y estos 19 copartícipes no saldrán de prisión”, garantizó el subsecretario Mejía. Esto ante las diversas versiones que han apuntado que el ex alcalde de Iguala obtendría su libertad.
El funcionario agregó: “Informar que se va a proceder a imponer una queja ante el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en contra de este juez de procesos federales. Vale la penal subrayar que con esta sentencia absolutoria de Abarca y 19 personas más, acumula 98 exoneraciones en primera instancia en contra de diferentes individuos que participaron en los hechos contra los normalistas de Ayotzinapa. No habrá impunidad y se va a proceder en términos de la ley, ante el CJF, en contra de este juez de procesos penales”.
Mejía Berdeja agregó que en relación a estos hechos delictivos y derivado del informe presentado hace unas semanas por la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, presidida por el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, al momento se han liberado cuatro órdenes de aprehensión contra elementos del Ejército mexicano, de las cuales se han ejecutado tres.
Entre éstos está el hoy general José Rodríguez Pérez, quien en el momento de los crímenes era coronel y comandaba el 27 27 batallón de infantería con sede en Iguala.
El presidente López Obrador consideró que las decisiones del juez Ventura Ramos, para absolver a 98 detenidos por el caso Ayotzinapa, son “de esas cosas extrañas aunque sean legales”.
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Esta entrada fue modificada por última vez en jueves, 21 de septiembre, 2023
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