Rafael Caro Quintero, uno de los mayores narcotraficantes del planeta, se ha convertido en la obsesión de Estados Unidos, quien con la DEA encabeza la cacería del “narco de narcos”.
Fue capturado en 1985 por el asesinato del agente estadounidense, Enrique Kiki Camarena. Desde entonces, su historia se vinculó para siempre a la Administración para el Control de Drogas de EU (DEA), cuyos elementos estarían dirigiendo un operativo para atrapar al capo de las drogas.
La última maniobra escapista de Caro Quintero para zafarse de la extradición a Estados Unidos, ocurrió el pasado 11 de abril, cuando elementos de la Marina “peinaron la zona” —una frase que hace referencia sobre un rastreo en cualquier sitio— de Sinaloa.
Cientos de elementos de la Armada de México mantuvieron sitiadas las comunidades de Otatillos, Las Juntas, Babunica, Bamopa y La Noria.
Durante un operativo que estarían dirigiendo agentes de la DEA para capturar al narcotraficante Rafael Caro Quintero.
Según testimonios de residentes de esas comunidades, las acciones militares incluyeron enfrentamientos entre el primer círculo de seguridad del narcotraficante contra elementos de la Marina.
Incluso el derribamiento de un helicóptero tipo Black Hawk, luego que los elementos castrenses llegaran como huracán el pasado 11 de abril, y tras ubicar el punto exacto donde se encontraba el capo, su equipo de seguridad enfrentó a los uniformados para dar tiempo a que “don Rafa” escapara.
Según fuentes del estado no se han reportado muertos ni heridos, aunque los marinos mantenían sitiadas varias de las comunidades de esa región en Badiraguato, pues aparentemente el narcotraficante aún estaba oculto en la zona y sólo esperaba que las acciones militares cesaran, las cuales incluían buscarlo a través de drones y helicópteros tripulados por la fuerza aérea mexicana.
“Está muy cabrón allá en esa parte (de la sierra), porque los marinos siguen buscando a ‘don Rafa’, y se han dado ya varios agarres con su gente”, dijo un residente de la comunidad de Otatillos.
La Policía Municipal de Badiraguato sin embargo, no confirmó ni negó que se hayan suscitado enfrentamientos en esa zona serrana, puesto que durante los días posteriores a la llegada de los marinos, la corporación ya no se acercó a la zona en conflicto, ni tampoco recibió reportes sobre personas muertas o heridas durante ese periodo de tiempo.
“Sabemos que hay un operativo de la Marina en esa zona, pero nosotros no nos metemos cuando la Armada llega, sino que esperamos que hagan sus cosas y sólo entonces vamos a patrullar para confirmar que todo esté bien entre la población”, dijo Omar García, subcomandante de la Policía Municipal de Badiraguato.
Caro Quintero, obsesión de todo EU
Atrapar a Caro parece haberse convertido en una obsesión para el gobierno de los Estados Unidos, no importando qué partido gobierne, si es el republicano o el demócrata.
El último operativo en contra de Caro Quintero lleva la firma de Estados Unidos, y el mensaje es que irán con todo para esta vez atrapar al narcotraficante originario de la comunidad La Noria, en Badiraguato.
Desde su liberación en 2013, el capo ha pasado su libertad a salto de mata, ocultándose tanto del gobierno mexicano como del estadounidense que ofrece 20 millones de dólares por información que conduzca a su captura, pero debido al fracaso de esa recompensa, Estados Unidos ha intensificado los medios para doblegar y atrapar al narcotraficante.
Hace unas semanas, una corte federal del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, ordenó que se decomisaran cinco propiedades que Caro Quintero habría comprado en el estado de Jalisco.
El argumento del gobierno estadounidense fue que todas esas propiedades fueron adquiridas con dinero obtenido del narcotráfico, y por ello el juez Eric N. Vitaliano aprobó que, a través de los distintos canales diplomáticos, el gobierno de Estados Unidos asegurara los inmuebles para posteriormente ofertarlos.
“La orden de hoy es un paso más en nuestra búsqueda de justicia para las víctimas de la brutal organización de narcotráfico que Caro Quintero lidera, aunque especialmente para hacer justicia al agente especial de la DEA Enrique Camarena, asesinado a manos del sindicato criminal de Caro Quintero”, afirmó Mark J. Lesko, fiscal del Distrito Este de Nueva York, al anunciar la incautación de bienes del narcotraficante.
Cuatro meses antes, el 28 de noviembre de 2020, Caro Quintero ya había sufrido otro revés legal, pues el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal, en México había desechado su recurso de revisión alrededor del amparo presentado para evitar que lo extraditaran a Estados Unidos.
Desde entonces y de la manera más sigilosa, la DEA estaba trabajando su ubicación y su eventual arresto, y una vez frenada su eventual extradición, el gobierno estadounidense, la agencia antidrogas planeó venirse con todo para su arresto.
“La realidad es que seguimos buscando a este fugitivo, y no importa el tiempo que pase, ni su edad, la DEA sigue determinada para atrapar a Caro Quintero y traerlo ante la justicia de nuestro país para que pague por sus crímenes”, dijo Patricia Hartman, vocera de la DEA, en Washington DC.
Caro Quintero, “don Rafa”, encabeza la lista de los hombres más buscados por el gobierno de Estados Unidos, y representa el principal objetivo de la DEA, FBI, ICE y ATF, que desde hace años encabezan un operativo de inteligencia para atrapar al capo, a quien buscan más que a otros narcotraficantes como Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación o Ismael, el Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa.
Tal es la determinación de la DEA para atraparlo, que en su página de internet cataloga a Caro Quintero como “armado y peligroso”, al tiempo que ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que permita su captura.
“Es personal”, dijo en alguna ocasión el ex agente de la DEA Mike Vigil, e incluso pronosticó que el capo caería en manos del gobierno de Estados Unidos “antes que muriera de viejo”, en referencia a que el capo ya casi llegaba a los 70 años de edad.
No obstante, los años siguen pasando y la DEA no ha logrado poner las manos encima al capo, a quien ha acusado desde ser socio del presidente de Venezuela Nicolás Maduro para traficar droga a Estados Unidos; incluso lo ha señalado como el actual líder del Cártel de Sinaloa.
Apenas en diciembre pasado, el Tesoro de Estados Unidos sancionó a Lucio Rodríguez Serrano, amigo del narcotraficante, y posteriormente lo acusó de haberlo ayudado a escapar de la Marina en una ocasión que autoridades federales entraron a Las Juntas Badiraguato, en 2017, y estuvieron a punto de atraparlo.
Lo único que dejó aquel fallido intento fue inconformidad entre los residentes de esa zona, que acusaron a la Marina de cometer abusos y violaciones a los derechos humanos.
Atrapar a Caro Quintero, se ha convertido en la obsesión del gobierno de Estados Unidos, ¿quieren justicia u ordeñarle su dinero?, al tiempo…
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