Los excesos en los desarrollos inmobiliarios asociados a “moches” y corrupción va más allá de la alcaldía Benito Juárez, está también en Miguel Hidalgo o en Álvaro Obregón y en todo el país, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador quien dijo que estas prácticas que les dejan dinero, porque “por cada piso es una cantidad adicional”.
En su crítica al desorden inmobiliario, que han alentado los “tecnócratas corruptos neoliberales que apuestan a que no haya regulación, que no haya estado, que todo quede al mercado. Imagínense el desorden, la anarquía. Tiene que haber orden, planeación para el desarrollo”. Habló también que esto se ha extendido a zonas turísticas y puso nuevamente como ejemplo, el “adefesio” de edificio que se construyó, a base de corrupción, en el centro histórico de Veracruz.
Lo han hecho en todos lados, por eso “vamos a dejar nosotros planes de desarrollo urbano por municipio. Ya llevamos bastantes, pero no vamos a alcanzar a tenerlo todo, será una asignatura pendiente para seguir elaborándolos. Y es que con todo respeto, en las zonas turísticas, quieres ver edificios, vete a Miami, pero si lo que quieres es ver naturaleza, pues esto no”.
En este contexto, al urgir la necesidad de planeación para el desarrollo, dijo que durante décadas no había en México un plan de desarrollo elaborado acorde a las necesidades del país, todo se imponía desde los organismos financieros internacionales, por eso impusieron las reformas estructurales.
A pregunta expresa de una reportera que inquirió: “Nada más rapidísimo, señor presidente, una denuncia rápida. Aquí en la alcaldía Benito Juárez (CDMX), en la calle de Cumbres de Maltrata 318, los vecinos están denunciando que hay una construcción irregular, una construcción a la que les está haciendo daño ya a las viviendas aledañas. Y los vecinos han ido a la alcaldía a denunciar que ya están afectadas sus viviendas, y la alcaldía les han dicho que está en proceso, que están en observación, que porque son tiempos electorales, que no se les puede dar tampoco la atención y, bueno, infinidad de cosas. Pero, pues la gente, los vecinos están muy ya preocupados por sus patrimonios”.
El Presidente respondió: “Sí, pues nada más tomamos el dato.
“Hay que seguir denunciando todo lo que tiene que ver con los negocios, pero más que nada, con la corrupción en lo inmobiliario, porque no es nada más Benito Juárez, es, todo, todo, todo el país.
“Cada vez que voy a Veracruz me da muchísimo coraje ver el adefesio ese que hicieron en el centro histórico. Pon la foto del adefesio. Voy a ir allá a ponerle su nombre ahí, ‘el adefesio’ se va a llamar. Pero mis paisanos yo creo que sí le van a llamar así. Pura influencia, ¿eh?, pura corrupción de autoridades, jueces, seudoempresarios. Miren eso, en el malecón. ¿Cómo dieron ese permiso?
“Y amparos y amparos y amparos, pero los jueces están involucrados. Hay un cártel inmobiliario, o sea, no crean que es nada más aquí. Y en Quintana Roo, lo mismo, y en todos lados. ¡Ah!, bueno, Vallarta, que viene aquí la señora Susana.
“Entonces, este es un asunto no nuevo. En la novela de Fuentes, del finado Carlos Fuentes, La región más transparente, se habla de cómo un revolucionario del norte se viene a la capital cuando empiezan a construir las obras viales. Y con información privilegiada, como sabía dónde iban a hacer el periférico, empiezan a comprar terrenos, y luego hacen las obras, meten los servicios y él vende, ¿no?, obtiene toda la plusvalía de ese desarrollo urbano. Creo que el personaje tenía de apellido Robles, que luego se volvió hasta banquero este personaje de la novela. Pero así se hizo inmensamente rico. Y sigue ese negocio inmobiliario, porque por cada piso pues es una cantidad adicional, es moche, que es una asociación delictuosa que se forma.
“Entonces, eso hay que desaparecerlo en todos lados. Y vamos a dejar nosotros, también eso es importante, planes de desarrollo urbano por municipios, bastantes planes, pero no vamos a alcanzar a tener en todos los municipios, pero esa es una asignatura que va a quedar pendiente para seguir construyendo, elaborando los planes.
“Sólo, por ejemplo, una ciudad turística en donde se decide que no van a haber edificios de más de cuatro pisos les ayuda mucho. Pero, con todo respeto, ¿quieres ver edificios? Pues con todo respeto vete a Miami; pero si lo que quieres es naturaleza, mar, selva, pues esto no. Y lo mismo aquí, que tiene que haber más control.
“Se habla mucho de la Benito Juárez, pero no sólo es la Benito Juárez. Bueno, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón, etcétera, etcétera, etcétera, pero es el país. Nada más hacer consciencia de ordenar el desarrollo urbano.
“Los tecnócratas corruptos neoliberales, por eso apuestan a que no haya regulación, que no haya Estado, que se diluya el Estado, que todo quede al mercado; pues imagínense el desorden, la anarquía, que era lo que pasaba en todo. Claro que el Estado se requiere, sin asfixiar la iniciativa de los particulares, pero sí tiene que haber orden y tiene que haber planeación para el desarrollo. Nosotros llegamos al extremo… Por eso, sólo por amabilidad, ¿no?, y siguiendo el Manual de Carreño, saludaría a uno de estos seudointelectuales.
“Imagínense, durante todo el periodo neoliberal —que ellos formaban parte del grupo pensante de México— en todo el periodo neoliberal nunca se hizo un plan de desarrollo en México con nuestras necesidades, con nuestra realidad; siempre nos impusieron desde el extranjero los planes de desarrollo, siempre: las cartas de intención, las reformas llamadas estructurales. ¿Y dónde estaban estos seudointelectuales?
“Es la primera vez en décadas que se tiene un plan de desarrollo propio, que no tuvo que ver el Fondo Monetario Internacional ni el Banco Mundial, y es una agenda que se cumple a partir de las necesidades del pueblo de México. Por eso es el enojo, también.
“Y ya ni hablar de lo que hicieron con la Constitución. Bueno, ya lo hemos dicho muchas veces, pero de eso no se toca. A veces, nada más para ver cómo andan, veo a los comentaristas de Televisa, sabiondos, expertos, nada más para saber cómo están tramando cosas en contra de nosotros, porque tengo que estar con un ojo al gato y otro al garabato, pero los temas que tienen que ver con el desarrollo del país, que tienen que ver con el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo de México, no los tratan, no está en la agenda, y así es en general”, concluyó el mandatario.
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