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Comunidad jesuita exige justicia; “queremos recuperar los cuerpos”

Comunidad jesuita exige justicia; “queremos recuperar los cuerpos”
Comunidad jesuita exige justicia; “queremos recuperar los cuerpos”

Tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la sierra de Chihuahua perpetrado luego del secuestro y posterior asesinato del guía de turistas Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez, así como el plagio de cuatro personas más en la comunidad de Cerocahui, las autoridades jesuitas señalaron que esperar recuperar los cuerpos de los fallecidos.

Jorge Atilano González, asistente del Sector Social del Gobierno de la Provincia Mexicana Compañía de Jesús, señaló para Alejandro Domínguez en Milenio que:

“Lo primero que queremos es recuperar los cuerpos, pedimos justicia para la investigación”.

Atilano González señaló que el secretario de Seguridad de Chihuahua, Gilberto Loza, dijo que la comunidad Cerocahui, en donde ocurrieron los hechos, está bajo resguardo con el objetivo de hallar los cuerpos de las víctimas; no obstante, no han tenido éxito en la misión.

Apuntó que luego de que se dio a conocer lo ocurrido, acudieron al gobierno estatal para solicitar más seguridad en las comunidades jesuitas que viven en la entidad.

“Se procedió a enviar la presencia de la Guardia Nacional para resguardar la zona y permitir la salida de un jesuita que se encontraba en la comunidad”, señaló.

Finalmente, el vocero de la Provincia Mexicana Compañía de Jesús dijo que la violencia que se está viviendo en Chihuahua y todo el país no se soluciona deteniendo a un líder del crimen organizado, pues eso solamente hace que crezcan otros grupos delictivos.

Misa en honor a los sacerdotes asesinados el lunes en la comunidad de Cerocahui, en la sierra de Chihuahua.

Misa en honor a los sacerdotes asesinados el lunes en la comunidad de Cerocahui, en la sierra de Chihuahua.

Cómo ocurrieron los hechos en la comunidad de Cerocahui

De acuerdo con fuentes consultadas por Infobae México, aquellas víctimas que fueron secuestradas son pobladores y no visitantes de la zona. Pero antes de que los presuntos sicarios acudieran al templo religioso, se reportó el plagio de dos hombres identificados como Paul Osvaldo B. y Armando B., así como de una mujer y un menor de edad.

La Fiscalía de Chihuahua no ha establecido el nexo oficial entre los asesinatos y los plagios, aunque el gobierno del estado ya adelantó que ambos hechos estuvieron vinculados.

Según el comunicado difundido por la administración estatal, servicios de emergencia del 911 recibieron el reporte por el secuestro de dos sujetos, la mujer y el menor, durante la mañana de este 20 de junio. Lo cual ha sido ratificado por familiares de las víctimas.

En ese contexto también fue secuestrado el conocido guía de turistas, alrededor de las 13:00 horas. Todo en la misma zona de Cerocahui. Palma Gutiérrez fue llevado a la iglesia de los jesuitas y ahí fue asesinado, junto con Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, los miembros eclesiásticos.

Después, los presuntos operadores de una célula del cártel de Sinaloa se llevaron los cuerpos. Hasta ahora las cinco personas implicadas en los crímenes, tanto los sacerdotes, como los otros civiles, no han sido localizadas.

Ricardo Palma, quien se identificó como hijo del guía de turistas, denunció en Twitter que los supuestos sicarios irrumpieron en el Hotel Misión Cerocahui de Hoteles Balderrama, donde sustrajeron a Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez. De manera preliminar, apuntó que los civiles armados también sustrajeron a turistas.

Poco después, el gobierno de Chihuahua aseguró que la tercera persona asesinada en la iglesia de los jesuitas fue el promotor del turismo en la Sierra Tarahumara, oficio al que se dedicó durante más de 40 años.

Maru Campos, gobernadora panista de la entidad, aseguró que se han activado los mecanismos de coordinación entre fuerzas estatales y federales para brindar seguridad a los habitantes de Cerocahui.

El Chueco “iba fuera de sí, drogado”

Un padre de la Sierra Tarahumara fue alertado del asesinato de dos de sus colegas jesuitas en un templo alrededor del mediodía del pasado lunes 20, por lo que fue informado del estado mental del presunto asesino de los religiosos, quien aseguró se encontraba completamente drogado.

El padre Javier Ávila recibió una llamada de sus compañeros religiosos minutos después del ataque ocurrido en un templo ubicado en la localidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua, en la cual fue informado del ataque en contra de sus compañeros.

De acuerdo con lo informado por el religioso, Noriel Portillo Gil El Chueco, identificado como autor material del triple asesinato, es ampliamente conocido en la entidad debido a que es el líder de Gente Nueva, una célula criminal vinculada al cártel de Sinaloa que controla la región. Fue un sacerdote que lo recibió al interior del templo cuando aprovechó para entrar y acribillar a un guía de turistas.

“Le dijo: ‘cálmate, espérate’ y también lo mató; (al Chueco) lo conoce porque es líder de la región”, aseguró el párroco.

Asimismo, afirmó que el presunto criminal “según dicen, iba fuera de sí, drogado, alcoholizado…”, por lo cual fue imposible dialogar o razonar con él.

El religioso resaltó que el ataque fue perpetrado por una sola persona y no por un comando armado, pues El Chueco disparó en contra de Pedro Eliodoro, guía de turistas, después de haberlo perseguido, por lo que ingresó herido a la iglesia donde se encontraban los padres Javier Campos Morales, El Gallo, y Joaquín César Mora Salazar, El Morita.

Al intentar proteger al sujeto, uno de los sacerdotes trató de calmar al líder criminal, pues le reclamaron que la iglesia “no es un espacio para que se hagan esas cosas, que en ningún lugar se deben de hacer”, ante dicha acción, El Chueco no dudó en ejecutarlo.

“Dentro de su situación alterada de droga y alcohol, seguramente esa fue la decisión que tomó ese sujeto”, manifestó el padre después de narrar que el presunto criminal también mató al otro sacerdote, quien también protegió al hombre herido.

Después de la ejecución de los dos religiosos y el guía de turistas, presuntos cómplices de El Chueco subieron los cuerpos de sus víctimas a una camioneta Pick Up, ante lo cual un tercer sacerdote pidió que dejaran los cadáveres de las víctimas para darles santa sepultura.

El padre Javier Ávila señaló que el asesinato de los tres hombres no es un hecho aislado, pues en la entidad constantemente hay “levantados y desaparecidos”, debido a la presencia del crimen organizado en la entidad. “Por más abrazos que se repartan, son más los balazos que están apareciendo”, sentenció.

Las autoridades locales y federales se han mantenido herméticos con respecto al caso, pues no han informado sobre avances en las indagaciones y diligencias para dar con el paradero de los cuerpos, de los cuales no se sabe desde el mediodía del lunes 20.

La conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Arquidiócesis Primada de México y la Diócesis de Tarahumara se sumaron a las denuncias que exigen la recuperación de los cuerpos de los sacerdotes para llevar a cabo sus funerales.

Pues diversos sacerdotes han reconocido las labores del Padre Javier Campos, quien dedicó 34 años de su vida a convivir con los Tarahumaras; mientras que el padre Joaquín César Mora se dedicó durante 23 años a servir a los habitantes de la zona.

Con información de: https://www.infobae.com/america/mexico/2022/06/22/iba-fuera-de-si-drogado-padre-jesuita-describio-la-conducta-del-chueco-tras-asesinato-de-religiosos/

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