A dos años y medio del operativo “Golpe de Timón”, el capitán Ernesto Zuloaga, fusilero paracaidista de la Armada de México, fue condecorado por el Gobierno federal por desactivar tres explosivos, encontrados dentro de una vivienda de Santa Rosa de Lima, Guanajuato en plena guerra de grupos delincuenciales.
El capitán Zuloaga recibió la condecoración en el marco del Día de la Armada de México en la sede de la Secretaría de Marina, de manos del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
Según el integrante de la Unidad de Operaciones Especiales de la Marina, en la desactivación de los artefactos explosivos participaron otros compañeros, en coordinación con autoridades de Guanajuato.
Lo anterior luego de que fueron encontrados al interior de una vivienda de la comunidad de Santa Rosa de Lima durante los primeros días del mega operativo “Golpe de Timón”, enfocado a la desarticulación del Cártel de Santa Rosa de Lima y la captura de su líder José Antonio Yépez, alias “El Marro”.
Uno de los artefactos explosivos desactivados por el heroico capitán de la Marina.
Detalles del artefacto explosivo
Explicó el capitán Zuloaga que los artefactos estaban hechos con pirotecnia, además de que tenían implementados circuitos electrónicos los cuales por medio de una tableta electrónica funcionaban como detonador remoto con la ayuda de un dispositivo celular.
Asimismo, comentó que este tipo de artefactos explosivos han sido utilizados por la delincuencia organizada en los estados de Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Tamaulipas donde son más recurrentes.
Compinches con los que habría sido capturado el «valiente» Marro.
El antecedente de la captura de “El Marro”
Referente a los hechos, fue la mañana del pasado 8 de marzo de 2019 cuando una parte de la población de Santa Rosa de Lima fue evacuada de sus domicilios, tras el hallazgo de tres artefactos explosivos en una vivienda ubicada a unos metros de un retén de vigilancia de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, muy cerca de la entrada principal a la localidad.
“El Marro”, aquel “envalentonado” huachicolero, líder del cártel de Santa Rosa de Lima, que en dos ocasiones amenazó al presidente López Obrador, fue capturado y se le notaban los ojos rojos, como se le ponen a las personas que acaban de llorar. Estaba sometido y derrotado, sin el apoyo de su base social que, en al menos seis ocasiones, evitó su captura.
El Marro fue aprehendido en un operativo conjunto del Ejército y la Fiscalía de Guanajuato, en una propiedad ubicada en el municipio de Juventino Rosas, de donde poco había salido en las últimas semanas.
La Sedena informó que el arresto de El Marro, quien contaba con órdenes de aprehensión por robo de hidrocarburo y delincuencia organizada, fue derivada de trabajos de inteligencia.
Dijo que un juez concedió dos órdenes de cateo y ello permitió la detención de nueve personas, entre ellas El Marro y su jefe de seguridad, Saulo Sergio “N”, además, en aquel momento se liberó a una empresaria que tenían secuestrada.
En un inmueble estaba El Marro, su jefe de seguridad y cuatro personas más, a quienes se les aseguraron cinco armas largas, tres cortas, un lanzagranadas, una camioneta, una cuatrimoto, una motocicleta, y dinero en efectivo. En el otro domicilio se detuvo a tres personas con 36 mil 400 pesos en efectivo. En el operativo se realizaron disparos y una persona resultó herida.
El Marro cayó a las 4:00 a.m. del domingo 2 de agosto de 2020, presuntamente en el mismo domicilio donde el 21 de junio grabó un video en el que agradeció a su gente el apoyo tras la detención de su madre; ese día también lanzó un reto a las autoridades.
“Se va a poner de a peso el kilo”, dijo en aquella ocasión y amagó a las autoridades con que “iba a ser una piedra en el zapato”.
Durante un año hubo seis operativos para su captura, incluyendo el de marzo de 2019 cuando Guanajuato ardió con narcobloqueos de gente del Marro que obligaron al gobierno a retirarse, tras 48 horas de fallida búsqueda.
En ese camino de búsqueda, cayeron los hombres de mayor confianza del líder criminal, entre mandos operativos y cerebros financieros, lo que debilitó a la organización.
“Ustedes pueden ver a uno de los líderes de las organizaciones criminales más importantes del estado (El Marro), que ya no está en su casa con alberca, que ya está en una casa a medio construir, batallando para cubrir la nómina”, dijo Alfonso Durazo, secretario de seguridad federal, el 15 de julio.
Aunque era un objetivo prioritario, las autoridades federales o locales no ofrecían una recompensa por su captura. Quienes sí ofrecían 500 mil pesos por él eran sus rivales del cártel de Jalisco Nueva Generación.
Por separado, autoridades locales y federales, detuvieron a gente cercana del Marro, entre ellos sus padres, su hermana Karen Lizbeth y su esposa Karina Mora; así como cientos de miembros de menor rango.
Aunque sus familiares fueron liberados, las autoridades aseguran que las capturas tuvieron el efecto de arrinconar y desgastar emocionalmente al líder, quien fundó su cártel en octubre de 2017.
Tras su detención, El Marro y sus hombres fueron llevados al penal federal El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Captura de familiares cercanos al Marro, que aunque fueron posteriormente liberados, sirvieron para debilitar su autoestima y exponerlo a las autoridades para ser capturado.
En aislamiento total
Afuera impuso su ley, en la cárcel, José Antonio Yépez Ortiz, alias el “Marro”, fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima —preso en el penal del Altiplano, Estado de México— sufre malos tratos, según ha afirmado un amparo en el que el capo presuntamente denunció una serie de torturas en su contra.
El juez Segundo de Distrito en Amparo y Juicios Federales en Toluca, Adrián Rivera López, concedió una suspensión que interrumpe cualquiera de los actos de los que presuntamente es víctima.
Entre los reclamos del “Marro” se alegó la negativa de suministrarle medicamento necesario para la hipercolestemia (colesterol) que sufre, además de mantenerlo en total aislamiento, es decir, no se le permite autorizar a las personas propuestas para visita.
El amparo no fue presentado directamente por el cabecilla criminal, por lo que tiene unos días para ratificar esta solicitud. En caso de no hacerlo, el juez podría considerar el recurso como “no presentado”.
En tanto, el juez dictaminó que la responsabilidad de la salud de Yépez Ortiz está a cargo de las autoridades del penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, estado de México.
El pasado 2 de agosto de 2020, el gobierno de Guanajuato anunció un gran golpe a la delincuencia organizada tras capturar a José Antonio Yépez el “Marro”, catalogado por la Fiscalía General del Estado como “el principal generador de violencia” en la entidad, que desde 2006, con el ascenso de Felipe Calderón al Gobierno federal vive una “guerra” brutal por el control del territorio estatal.
El cártel de Santa Rosa de Lima, un grupo criminal local cuyo fundador es el “Marro”, comenzó a ser noticia por robar millones de pesos en combustible al día, de los muchos oleoductos que irradian de la paraestatal Pemex.
Su líder, de 41 años, llegó a controlar grandes franjas de Guanajuato.
La entidad también ha sido de gran interés para un jugador mucho más grande y “sofisticado”: Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como el “Mencho”.
De acuerdo con una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Oseguera dirige el CJNG al menos desde el año 2000 y ha logrado expandirlo a la mayoría de los estados de México y a varias ciudades de EU. Sus primeros pasos en el narcotráfico los dio, sin embargo, bastante antes.
Nacido en Michoacán en 1966, el “Mencho” fue detenido en California entre finales de la década de los ochenta y a principios de los noventa por traficar heroína. Cumplió una condena y fue deportado. Ahora tiene 55 y ha utilizado la violencia extrema para abrirse paso en 24 de los 32 estados del país.
En efecto, el CJNG controla varios puertos del Pacífico, que son puntos de entrada desde Asia de precursores químicos esenciales. Desde la costa, la ruta más directa a Texas (EU) es a través de Guanajuato.
Un día después de que fuera capturado el “Marro”, unas cartulinas junto a dos cadáveres arrojados en las calles de Celaya (Guanajuato) rezaban un mensaje mal escrito: “Que les quede claro que estamos más unidos que nunca aquí y en todo Guanajuato sigue mandando el señor Marro”.
Los habitantes de esta localidad del sur de Guanajuato, que soportan desde hace un par de años las tasas de homicidios más altas del país, además de la extorsión a casi cualquier tipo de negocio, esperan los siguientes pasos del crimen organizado.
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