Durante la conversación que sostuvo ayer con el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, el presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó la negativa para importar maíz transgénico para consumo humano, pero se planteó ampliar el periodo por dos años para la importación de maíz amarillo para forraje, y llamó a realizar estudios entre los dos países para asegurar que este tipo de productos no es dañino para la salud, indicó el mandatario este martes.
Luego que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) expuso mediante un comunicado que podría recurrir a los mecanismos establecidos en el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si no se concreta una solución frente a la prohibición mexicana del uso de maíz transgénico, López Obrador confió “en llegar a un acuerdo, pero si no se llega a un acuerdo hay paneles y no alarmarnos, que se acuda a un tribunal y que decidan, pero nosotros no podemos ceder en esa solicitud”.
Al referirse al encuentro del lunes en Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo federal recalcó: “Nosotros fuimos muy claros en que no podemos permitir el maíz de importación, ya sea amarillo, que se sostiene es transgénico, para el consumo humano. Nosotros somos autosuficientes en maíz blanco, y no vamos a permitir la importación de maíz amarillo para consumo humano, se ha hecho para forraje, y en ese caso se está planteando que tengamos un plazo para revisar el contenido de ese maíz amarillo, si no es dañino para la salud, aun cuando se use como forraje”.
Tras apuntar que, afortunadamente, el país es autosuficiente en maíz blanco, dejó en claro que su gobierno no tiene una postura cerrada, y tampoco es una cuestión dogmatismo, sino de salud, y planteó un acuerdo para que la Cofepris y la agencia de salud de Estados Unidos hagan estudios para asegurar que no es dañino, ni para las personas, ni para el propio ganado.
La medida, dijo, sería buena tanto para los consumidores mexicanos como para los del país vecino.
Ya que la revisión del tema lleva tiempo, “ofrecimos ampliar el tiempo a dos año para el caso del maíz amarillo que se utiliza para forraje, o sea, se puede importar, pero no para consumo humano, no aceptamos maíz transgénico para consumo humano, y estamos buscando la forma de que ellos entiendan que una cosa es lo mercantil, la ciencia que permite mayor productividad, y otra cosa es la salud, y que si se tiene que decir entre la salud y el mercantilismo, nosotros optamos por la salud”, agregó.
La prohibición mexicana del uso de maíz transgénico se estableció a partir de enero de 2024 por parte del gobierno federal.
Consultado sobre el tema en su conferencia de prensa matutina, López Obrador señaló que “se decía que no íbamos a permitir la importación de maíz amarillo para forraje, entonces, le aclaramos que sí, que ese no es el tema, el tema es que ese maíz esté sujeto a un permiso anual de la Cofepris”.
El tabasqueño ponderó que el funcionario estadounidense es una persona “consciente, nos entendió, hay también mecanismos para dirimir estas controversias en el tratado, pero nosotros tenemos elementos para defender el por qué no se permite el maíz transgénico”.
Agradeció que haya respeto por parte del gobierno de Estados Unidos y que Vilsack acuda de manera directa a escuchar la postura, en lugar de enterarse por medios de información o por las empresas.
“Que venga a escuchar cuáles son nuestras razones se lo agradecemos mucho, además, sin prepotencia, como lo ha planteado siempre el presidente Biden, con pie de igualdad y respeto, y está el tratado y hay mecanismos en el caso de que exista una controversia, para que se resuelva y si podemos llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a la controversia, mejor”.
Ante la regulación de este tipo de maíz modificado en territorio mexicano, productores estadunidenses han argumentado pérdidas multimillonarias por la decisión.
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