Al confirmar que le llegó la invitación formal del gobierno de Estados Unidos a participar en la Cumbre de las Américas, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo hoy que aún va a esperar para decidir si acudirá al encuentro.
Reiteró que su presencia estará condicionada a que no se excluya a nadie de la convocatoria, pero “mañana vamos a definir ya la situación sobre la Cumbre, porque estamos valorando una serie de factores”.
Cuestionado sobre la declinación del presidente cubano Miguel Díaz-Canel a asistir al encuentro, respondió: “Eso es otra cosa, el que no quiera ir que no vaya, pero que no se excluya a nadie”.
Precisó que la invitación llegó cinco días después de la fecha en que se emitió, “ya lo voy a ver”, pero, insistió, muy probablemente mañana se definirá si acude al encuentro.
Sobre la declaración de Díaz-Canel de que Estados Unidos ha ejercido presiones para condicionar la asistencia a la reunión, López Obrador dijo: “Ya vamos hablar de eso, lo único que puedo adelantarles es que tenemos muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos, con el presidente Joe Biden, y con el gobierno de Cuba y considero que el presidente Miguel Díaz-Canel es un hombre íntegro, una persona con principios, una gente honesta. Es lo único que puedo decir”.
En el proceso de organización de las Cumbre de las Américas hay quienes no quisieran que se realizara y otros que buscan el fracaso de este encuentro continental, sostuvo López Obrador.
Durante su conferencia matutina, aseveró que en dichos sectores no se piensa en la posibilidad de este acto como factor que contribuya a la unidad en la región”.
Para el mandatario, el debate sobre la inclusión o no de todos los países de la zona ha derivado en consideraciones “muy ideologizadas; hay fanatismo, predominan los dogmas y no se piensa en los pueblos. Esto no debe ser sólo un asunto de las cúpulas del poder económico y político, ni siquiera de los llamados expertos internacionalistas, que opinan y opinan”.
Volvió a preguntarse: “¿de dónde son las naciones que se pretende excluir de este encuentro (Cuba, Nicaragua y Venezuela, a las que no mencionó expresamente)? En esta lógica, no se sabe de qué continente son”. Por ello, descalificó la postura de algunos especialistas, “que más pareciera que son usados como correas de transmisión de algunas agencias o partidos políticos”.
–¿Estaría de acuerdo con la posibilidad de que no se invite a los presidentes de Venezuela o Cuba, sino a alguna representación?
–Vamos a esperarnos; no adelantemos vísperas. Hay muchas filtraciones –pidió.
Por otro lado, prácticamente descartó tener proyectado realizar una nueva gira internacional en lo que resta de su sexenio, en especial a América Latina. Destacó que México tiene muy buenas relaciones incluso con aquellos gobiernos con los que no hay tanta afinidad ideológica, como es el caso de Ecuador, cuyo presidente (Guillermo Lasso) es de origen banquero.
En este contexto, López Obrador se pronunció por que las próximas elecciones en Colombia se efectúen en paz. “En la medida de nuestras posibilidades, de nuestras limitaciones, deseamos que el pueblo de Colombia elija de manera libre y, sobre todo, pacífica, a su próximo presidente. Creo que los colombianos darían una vez más un ejemplo al mundo si los comicios transcurren en paz; quien esté apostando a la violencia está actuando contra ese gran país y ese extraordinario pueblo”.
Mencionó que existe una gran relación con Argentina, cuyo presidente, Alberto Fernández, “es nuestro hermano; Luis, Lucho Arce (mandatario de Bolivia), así (y se dio un apretujón a él mismo en señal de abrazo fraterno), nos tenemos mucho afecto, somos compañeros”. Destacó igualmente el estrecho vínculo con sus pares chileno, Gabriel Boric, y peruano, Pedro Castillo.
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