Ciudad de México.- La doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel López Obrador, expresó su inconformidad, su queja, con una columna del periódico “El Universal” en la que se habla de Jesús Ernesto López Gutiérrez, su hijo.
Gutiérrez Müller tuiteó #ConLosNiñosNo, horas después de que se diera a conocer el texto Hijo de AMLO, recargado… y motorizado; una queja bien justificada.
Columna golpeadora
El texto de El Universal dice lo siguiente:
“Luego de haberse fracturado tibia y peroné jugando en el parque 20 de septiembre, Jesús Ernesto López Gutiérrez, el hijo menor del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, nos dicen que anda como pez en el agua.
“El más pequeño de los López Beltrán retoma sus actividades de manera normal, y en la escuela se le ha visto no en muletas, como suele suceder en estos casos, sino en una especie de triciclo motorizado para trasladarse y evitar las molestias que conlleva tener un pie inmovilizado, en este caso el derecho.
“Nos recuerda que el hecho fue criticado, sobre todo en redes sociales, porque el día de la fractura, se le llevó a atender al Hospital Médica Sur, y posteriormente su madre, Beatriz Gutiérrez Müller, emitió un sentido mensaje en Twitter para frenar las críticas a su vástago.
[…]
“Así, mientras López Obrador se encuentra inmerso en debates como continuar o no con la construcción del nuevo aeropuerto de la CdMx, y lidiando contra campañas que dice él son en su contra, Jesús Ernesto se divierte como corresponde en las actividades propias de su escuela”.
Adiós al “chayo”
Es evidente que la prensa (la mayor parte de ella), está dolida con el triunfo de López Obrador, aunque lo que en realidad les duele es que se ha dicho que muchos de estos “periodistas” dejaran de recibir las canonjías y recursos a los que estaban acostumbrados, hoy no pueden digerir el triunfo de Morena tanto en ambas cámaras, como en la Presidencia, es por esto que previendo la situación que se acerca, en su discurso de aniversario su director general Juan Francisco Ealy Lanz Duret augura “vienen tiempo difíciles”, y quizá sea esa la razón por la que buscando “aflojar” a las nuevas autoridades utilizan su pluma y la tecla en contra de los más vulnerables, los niños.