El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) registró la muerte de 109 menores de edad a causa de la Covid-19 desde el inicio de la pandemia y hasta el día 5 de julio en México.
Los datos fueron ofrecidos por el doctor Emanuel Sarmiento Hernández, especialista en Psiquiatría Infantil y director general del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro durante la conferencia vespertina presidida por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Según estas cifras, fueron confirmados 6 mil 212 casos en niños, niñas y adolescentes a fecha de 5 de julio.
El mayor porcentaje de contagios por coronavirus se observa en la franja de edad entre los 12 y los 17 años, con 2 mil 912 casos. Después está el grupo de edad de entre 0 y 5 años con mil 741 casos y, por último, los situados entre los 6 y los 11 años, con mil 559 contagios.
De estos, 109 perdieron la vida. Eran 57 niños y 52 niñas. En su mayoría tenían algún padecimiento previo, según el doctor Sarmiento Hernández.
“A quien le va mal, hay una lista de factores de riesgo que no difiere de los adultos. Obesidad, niños inmunodeprimidos, cáncer, enfermedades cardíacas, etcétera. Los factores de riesgo no difieren de los adultos”, explicó.
Los estudios internacionales señalan que los menores de edad son el 2% del total de contagios. De ellos, un 5.9% podría necesitar atención hospitalaria. Sarmiento Hernández se apoyó en una investigación realizada en China que detectó que el 2´5% de los contagios fue en menores. “A la gran mayoría le fue bien o no le fue mal”, explicó.
A pesar de ello, existe un pequeño índice de letalidad. En China fue el 0.2% mientras que en México se han registrado 109 fallecimientos de un total de 30 mil 539 a 5 de julio. Por desgracia, reconoció Sarmiento Hernández, las enfermedades previas son un condicionante, pero resulta imposible saber a quién va a atacar el virus con mayor virulencia.
El doctor puso énfasis en los problemas psicológicos que padecen los niños, niñas y adolescentes cuando tienen que enfrentar el confinamiento, más aún si se contagia y tiene que ser hospitalizado. “Cualquier motivo de internamiento genera estrés”, explicó. Por eso, consideró necesario atender la repercusión psicológica en los menores, en las familias y en el personal de salud.
“Es muy difícil, cualquier muerte es terrible, pero cuando hablamos de una población que no esperamos que se muera… el ser humano no está acostumbrado a que un niño o adolescente se muera”, explicó. Puso como ejemplo el golpe que supone para enfermeras o doctores no poder permitir que los familiares lleguen a ver al niño.
Sin embargo, señaló que, en el caso de que un niño, niña o adolescente sea ingresado por Covid-19, se recomienda poder incluir a los padres dentro del proceso, siempre dentro de la medida de posibilidades del hospital.
Como ejemplo, en la conferencia se conectó con Tlaxcala para que una familia que relató su experiencia. Los padres de Santiago, un niño con Síndrome Mielodisplásico, una enfermedad que ataca el sistema inmune, explicaron el apoyo recibido por Trabajo Social, con tres llamadas al día y la posibilidad de seguir la evolución de su hijo a través de un dispositivo electrónico, una “ventana” pero mediante la computadora. El niño tuvo que ser intubado pero logró recuperarse.
Sarmiento Hernández recordó que el 21 de mayo fueron presentados los lineamientos para la atención, prevención y detección de la COVID-19 en niños, niñas y adolescentes. Pueden consultarse en esta página, donde se encuentran diversos recursos como cuentos y videos para explicar la enfermedad o las medidas de prevención.
Una de las principales recomendaciones es la integración de los padres y las madres en el proceso ya que puede ayudar al manejo del estrés emocional que sufren tanto los menores como sus familiares.
Con información de https://www.animalpolitico.com/2020/07/menores-muertos-covid-19-contagios/
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