El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que no habrá despidos ni recorte de personal ni de sueldos en la refinería Deer Park, que desde este jueves es propiedad al 100 por ciento de México.
“Decirles que nos comprometemos a seguir trabajando con ustedes; nosotros somos ciudadanos del mundo, somos del partido de la fraternidad universal, no vemos fronteras, nos interesan los seres humanos y los trabajadores del mundo.
“De modo que tengan ustedes la seguridad que no va a haber despidos, que no va a haber disminución de salarios a los obreros, a los administrativos.
“Estoy seguro que van a seguir trabajando con el mismo profesionalismo, y vamos a seguir produciendo y garantizando rentabilidad en la empresa”, dijo el mandatario en un video divulgado en el canal de Pemex, en YouTube, para los trabajadores de aquella refinería ubicada en Texas.
López Obrador dijo que el objetivo es generar utilidades, no perdidas en las empresas propiedad de la Nación.
El plan, agregó, es producir todos los combustibles que requiere el país y abastecer el mercado interno.
Estamos rehabilitando las seis refinerías existentes y se construye una más en Dos Bocas, Tabasco, para procesar 340 mil barriles diarios, algo más que la máxima capacidad de operación de Deer Park – actualmente procesa, indicó más adelante, 131 mil barriles de gasolinas-.
“Es una refinería muy productiva, con una capacidad de procesamiento del 85 por ciento en promedio. Por eso celebramos esta compra”, manifestó López Obrador.
Dos Bocas, indicó, será inaugurada en julio próximo, en tiempo récord. Además el restablecimiento de una coquizadora y “posiblemente otro tren de refinería en Cangrejera (Veracruz)”.
Vamos a poder procesar todo lo que extraemos de crudo, alrededor de un millón de 800 mil barriles diarios, dos millones diarios, lo que se requiere para el consumo interno, indicó.
Les aseguró que tendrán la oportunidad de hablar con el director de Pemex, ingeniero Octavio Romero.
Agradeció a los trabajadores y a vecinos de Deer-Park que vieron con buenos ojos esta operación, lo mismo a los accionistas de Shell que dieron su confianza para esta transacción.
Igualmente manifestó su reconocimiento de nueva cuenta al gobierno de Estados Unidos por haber autorizado la venta.
En México, añadió, la última refinería fue construida en 1972, en Salina Cruz, Oaxaca.
El mensaje fue grabado en el despacho del presidente López Obrador, en Palacio Nacional.
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