Al salir de la casa de transición, Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que con la respuesta que dio al gobierno de España, donde explica por qué no invitó al rey Felipe VI a su toma de posesión, no se rompen las relaciones con ese país. “Pero necesitamos respeto”, dijo.
-¿No rompen las relaciones con España?
-No, como creen, pero necesitamos respeto. Eso es todo.
Dijo que luego comentará sobre lo que platicó con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez Castrejón, en la llamada que tuvieron hace dos días. Sólo a él lo invitó a su toma de posesión.
Esta mañana en sus redes sociales, Sheinbaum Pardo informó que no invitó al rey Felipe VI a su toma de posesión porque no respondió de forma directa, “como habría correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales” a la carta que le envió de manera personal el presidente Andrés Manuel López Obrador el 1 de marzo de 2019, donde le solicitó que su país pida perdón por los agravios cometidos a los pueblos indígenas.
Sí se invitó a España
Asimismo, Sheinbaum Pardo aclaró que sí se invitó a España a la ceremonia de su toma de protesta el 1 de octubre a través del Presidente del Gobierno español Pedro Sánchez Castellón, a quien envió una nota diplomática en julio y después conversaron.
Sobre la invitación al rey de España, la Presidenta electa destacó que no se le invitó a la toma de posesión porque no hubo respuesta directa a la misiva del Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre disculpa a pueblos indígenas.
A través de un comunicado difundido en sus redes, Claudia Sheinbaum detalló los antecedentes de la razón por la cual se invitó solamente al presidente de España.
“El 1 de marzo de 2019, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió de manera personal, a Su Majestad, Felipe VI, Rey de España, una misiva en la que, con motivo de la celebración de los 200 años de la vida independiente y casi 2 siglos de la fundación de Tenochtitlan, le proponía ‘que se trabaje en forma bilateral, en una hoja de ruta para lograr el objetivo de realizar en 2021, una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados y que ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común, a fin de iniciar en nuestras relaciones, una nueva etapa, plenamente apegada a los principios que orientan en la actualidad a nuestros respectivos Estados y brindar a las próximas generaciones de ambas orillas del Atlántico, los causes para una convivencia más estrecha, más fluida y más fraternal’”, detalló la Presidenta electa de México.
Sheinbaum explicó que dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa y, en cambio, parte de la carta se filtró en medios de comunicación, un hecho que consideró lamentable pues no corresponde a las prácticas diplomáticas de las relaciones bilaterales que tienen México y España.
“Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales. En cambio, parte de la carta se filtró en medios de comunicación y posterior a ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España realizó un comunicado de prensa. Hasta el momento, esta circunstancia no ha sido aclarada, ni respondida de forma directa al Gobierno de México”.
La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México recordó que México y España comparten una sólida relación bilateral, con importantes vínculos económicos, turísticos y culturales. “En momento cruciales de la guerra civil del país ibérico, México fue aliado solidario y un destino generoso para muchos españoles republicanos”.
Luego destacó que para su Gobierno, que encabezará a partir del 1 de octubre, “el reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental para continuar avanzando en la transformación de. Nuestra vida pública, pues es ahí donde se encuentra la raíz de la grandeza cultural de México”.
En este sentido, expuso que la propuesta enviada el 5 de febrero por el Presidente López Obrador para reconocer los derechos plenos de los pueblos y comunidades indígenas y afroamericanas en la Constitución, ya fue avalada en las cámaras de Diputados y Senadores.
Finalmente, Sheinbaum confió en el entendimiento entre ambas naciones para beneficio de los pueblos.
“Confío en que esta circunstancia, que hoy pone de manifiesto nuestra diversidad de opiniones, sea también punto de partida para que México y España encuentren pronto nuevas vías e entendimiento basadas en nuestras soberanías y respeto mutuo en beneficio de nuestras y nuestros pueblos”.
España emitió el martes un comunicado cuestionando como “inaceptable” que el rey Felipe VI no haya sido invitado a la toma de posesión de la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, e informando que, en consecuencia, no enviará a ningún representante a la ceremonia que tendrá lugar el 1 de octubre.
“El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. (su majestad) el Rey de la invitación” por lo que “ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”, indicó la nota de prensa.
El pronunciamiento del gobierno del socialista Pedro Sánchez avivó la tensión latente entre los dos países casi desde el inicio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente de México mandó en marzo de 2019 una carta dirigida al rey de España Felipe VI y al Papa Francisco exigiendo disculpas por los abusos cometidos durante la Conquista de México. El contenido de la carta provocó una intensa polémica entre ambas naciones, que aún hoy se resiente.
López Obrador exigió que tanto Felipe VI como el Papa Francisco se disculparan con los pueblos indígenas de México por las “matanzas” de la Conquista, que se hizo “con la espada y la cruz”.
“México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca disculpas o resarcimientos políticos que convengan”, planteaba la carta difundida en medios de comunicación.
El Presidente López Obrador también estableció que, en nombre del Estado mexicano, se disculparía por los abusos cometidos contra los indígenas desde que México se independizó de España en 1821.
Sin embargo, el Gobierno de España emitió un comunicado en el que lamentó que se hiciera pública la misiva en los medios de comunicación y rechazó “con toda firmeza” su contenido.
“La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, se expuso en el comunicado oficial.
Otro episodio se dio el 12 de octubre de 2020, cuando el Presidente de México instó de nuevo a las autoridades españolas a pedir perdón a los pueblos indígenas por la “imposición” y el “saqueo” de la Conquista, aunque se pidió no caer en “malos entendidos” por la retirada de una estatua de Cristóbal Colón en la capital del país, atribuida oficialmente a trabajos de restauración.
Con motivo del Día de la Hispanidad, López Obrador destacó en ese entonces que “es importante que se conozca lo que sucedió” durante la conquista, ya que hay una “historia oficial” y también “otra visión, la versión de los vencidos”, en alusión a las poblaciones indígenas.
También defendió que la visión de que la Conquista había “civilizado” América es solo “una justificación ideológica para encubrir la imposición y el saqueo”, por lo que ha llamado a pasar página aprovechando en 2021 las celebraciones por los dos siglos de independencia.
Luego en 2022, López Obrador puso “en pausa” las relaciones con España —un término no diplomático que nunca estuvo claro qué significaba— tras acusar a las empresas energéticas españolas de tratar a México como su feudo.
Recientemente, cuando se generó polémica por una supuesta invitación de México al Presidente ruso Vladimir Putin para asistir al acto, la Cancillería explicó que, según su protocolo, México emitía notas diplomáticas a todas las naciones del mundo con las que mantiene relaciones y luego eran los países en cuestión quienes decidían a quién mandaban.
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