Pegasus, el software espía, generó un desembolso de alrededor de 6,000 millones de pesos del 2012 al 2018, es decir, corresponde al último año de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto.
Detrás de la empresa israelí NSO, desarrolladora del software Pegasus utilizado para espiar a 15 mil personas en el país, operó una red de transferencias financieras a través de empresas fachada, que se extendieron a Israel, Italia y Estados Unidos. En el gobierno de Enrique Peña Nieto, se pagaron 32 millones de dólares por ese instrumento.
Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, expuso que por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador la información recabada en diversas instituciones de la actual administración, será entregada a la Fiscalía General de la República (FGR) y el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario expuso que el espionaje tiene que ver “con el antiguo régimen, fue un distintivo del régimen neoliberal. Que bueno que se ventile este asunto porque fue un gran negocio de las empresas y de los funcionarios”.
El Presidente recordó que en su etapa de opositor, allá por 1990 se reunió con el secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios en su oficina de Bucareli. Observó una fuente de agua, escuchó música y vio -también- una caseta telefónica blindada, para evitar la intercepción de las llamadas de aquel.
Y entonces dijo con ironía, hay que desarrollar una tecnología “para que no puedan escuchar”.
En su turno, Santiago Nieto describió que alrededor de los contratos que firmó Tomas Zerón -hoy escondido en Israel, pues pesa sobre él una orden de extradición de la autoridad mexicana-, con la empresa israelí NSO se desplegó una amplia operación financiera, cuyos recursos del pago con recursos del gobierno mexicano, recalaron en cuentas de esa corporación en Israel, Italia y Estados Unidos.
Así participaron empresas fachada como KBH Track, y Balam Seguridad, y detrás de ellas Proyectos y Diseños MCE, Grupo Comercial Micra, Constructora del Centro Bajío y Coordinadora de Imagen y Servicios Estratégicos.
El funcionario también expuso que para la operación de actividades de espionaje en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se establecieron contratos a sobre precio para beneficiar a la operadora del sistema de escuchas por montos de 5 mil 915 millones de pesos y 7 mil 96 millones de pesos.
El espionaje con equipo y software sofisticados empezó con Felipe Calderón Hinojosa y continuó con Enrique Peña Nieto, y también se registraron compras de gobiernos como el de Veracruz y el del Estado de México.
Nieto Castillo presentó una amplia investigación de la Unidad que apunta a que al menos dos empresas recibieron recursos públicos y los transfirieron a cuentas en el extranjero, mayoritariamente en Israel y Estados Unidos.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró además que las operaciones de espionaje se fueron incrementando en los gobiernos de México a partir de Carlos Salinas de Gortari y hasta la fecha. “Era una práctica que se llevaba a cabo no sólo desde el Gobierno federal, sino también desde los estados”, afirmó.
Los datos presentados por Nieto Castillo, muestran que estos recursos se destinaron para la contratación de sistemas de espionaje a través de empresas como Grupo Balam, Grupo Tech Bull, entre otros.
En este contexto, vuelven a sonar los nombras de Tomás Zerón, funcionario del gobierno peñista y Genaro García Luna, del calderonista, ambos exfuncionarios bajo investigación, como responsables de dichas contrataciones.
Nieto Castillo informó que, si bien el caso de Pegasus ha generado gran revuelo, la contratación de este tipo de herramientas ya había sido contratado desde el gobierno calderonista a través de García Luna, que era titular de la Policía Federal y a partir de 2012 comenzó la contratación con las firmas vinculadas a Pegasus.
En lo que refiere al sexenio de Peña Nieto, el funcionario explicó: “Grupo Tech Bull contrató durante el año 2014, con la Procuraduría General de la República, particularmente con Tomás Zerón, director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal, el software Pegasus, el malware Pegasus, para efecto de espionaje telefónico. Este contrato es un contrato de 32 millones de dólares”, informó.
El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, explica la situación respecto al software Pegasus, durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional, en la Ciudad de México, el 21 de julio de 2021.
Además, el funcionario acusó que en estas contrataciones se detectaron “montos incongruentes”, es decir, “se presume actos de corrupción al venderlos a sobre precios de 2012 a 2018”, dijo. Además, se detectaron operaciones para poder deducir impuestos.
Por otro lado, afirmó que estos contratos terminaron el 31 de diciembre de 2018 y aseguró que ya no volvieron a ser contratados, por lo que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya no cuenta con esos servicios.
Por su parte, López Obrador criticó que se destinaran tantos recursos en espiar y aseguró que no se puede usar el espionaje con propósitos políticos. Recomendó que la Fiscalía realice una investigación a profundidad sobre el caso.
“Todo esto tiene que ver con el antiguo régimen. Eran las prácticas para tener control, intimidar, manipular, para imponerse. Esto fue un distintivo durante todo el periodo neoliberal. Incluso desde antes, pero se fue perfeccionando el espionaje a partir de una etapa nueva que se inicia con Salinas y el Cisen”, finalizó el Presidente.
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