El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, confirmó este lunes que José Gregorio “N”, detenido el sábado 22 de marzo en la Ciudad de México, era uno de los principales reclutadores de personas para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como también que trabajaba junto a Gonzalo Mendoza Gaytán, alias “El Sapo”.
Durante la conferencia matutina, el funcionario federal detalló que la captura de “El Lastra” fue ejecutada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), la Guardia Nacional (GN) y agentes de investigación de la SSPC.
Informó que el 10 de marzo pasado se conoció que José Gregorio “N” tuvo una reunión en Puerto Vallarta, Jalisco, donde se le ordenó concluir las actividades de adiestramiento y, posteriormente, se ocultó en Tala, Jalisco, para finalmente trasladarse a la capital del país.
El pasado 22 de marzo se desplegó un operativo en las inmediaciones del kilómetro 15 de la autopista México-Toluca, en la alcaldía Cuajimalpa, donde fue detenido en compañía de una mujer identificada como Abril “N”, de 43 años.
García Harfuch explicó que a raíz de las investigaciones, se pudo identificar la estructura criminal y principales líderes operativos de la célula delictiva para la cual trabajaba “El Lastra”.
Entre ellos destaca Mendoza Gaytán, a quien se describe como líder regional del CJNG en Jalisco, Nayarit y Zacatecas.
“De acuerdo con la información obtenida, esta persona, identificada como ‘Comandante Lastra’, era responsable del reclutamiento para el CJNG y tenía a su cargo el centro de adiestramiento ubicado en el Rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco”, declaró.
Asimismo, se identificaron perfiles en la plataforma TikTok que eran utilizados para ofertar trabajos falsos o directos en las filas del CJNG, por lo que se realizó la solicitud para realizar la baja de los mismos, lo que dio como resultado la eliminación de 39 perfiles.
A la fecha, han sido detenidas 49 personas relacionadas con las actividades de reclutamiento forzado del CJNG.
Detalla la SSPC la captura de ‘El Lastra’, reclutador del CJNG para el Rancho Izaguirre; José Gregorio “N” era la mano derecha de “El Sapo”, líder regional.
Más detenidos por el caso del Rancho Izaguirre
Por su parte, la FGR informó la detención de José “S”, expolicía del municipio de Tala, señalado como presunto integrante del grupo de adiestramiento del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco.
Con esta aprehensión, llevada a cabo el 23 de marzo, ascendió a dos el número de personas detenidas por presuntas actividades delictivas en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, por su probable participación en los delitos de desaparición forzada y secuestro.
En apoyo a la Fiscalía General de Jalisco, el implicado fue detenido por elementos de la Policía Federal Ministerial en Colima, Colima, inicialmente por portación de cartuchos, hasta que las autoridades notaron que, de acuerdo con uno de sus antecedentes, era uno de los oficiales prófugos por el caso Teuchitlán.
Asimismo, la Fiscalía de la entidad detuvo a Gabriel “N”, otro ex policía de Tala, a quien se investiga por su presunta participación de desaparición forzada al interior del Rancho Izaguirre.
Esto sucede después de que la FGR atrajo la investigación, anunciando omisiones por su institución homóloga a nivel estatal.
Así era el modus operandi de ‘El Lastra’
José ‘N’ contaba con un grupo de colaboradores dedicados al proceso de reclutamiento forzado.
- Utilizaban principalmente redes sociales para ofrecer oportunidades laborales falsas, además de usar grupos cerrados donde se mencionan las actividades delictivas.
- Algunas de estas publicaciones referían ofertas de trabajos para el CJNG y ofrecían un puesto como guardias de seguridad con un pago de 4 mil a 12 mil pesos semanales.
- Los interesados eran citados en centrales de autobuses, desde donde eran trasladados al centro de adiestramiento en el Rancho Izaguirre.
- El adoctrinamiento consistía en el manejo de armas de fuego y acondicionamiento físico.
- Los reclutas, al llegar al lugar, dejaban sus pertenencias y eran uniformados con ropa y botas tácticas. Les retiraban sus celulares.
- El entrenamiento tenía aproximadamente un mes de duración, tiempo en el que permanecían incomunicados.
- Dependiendo de las aptitudes, a los reclutas se les otorgaba un puesto dentro de la organización. Asimismo, eran asignadas a distintas entidades para incrementar el estado de fuerza de la organización.
- De acuerdo con el testimonio del detenido, llegaron a privar de la vida a las personas que se resistían a recibir el adiestramiento o bien -o intentaban escapar de lugar-, así como golpearlos o someterlos a algún tipo de tortura.