De acuerdo a seis auditorías que practicó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se detectó nuevas irregularidades por un probable daño de 327 millones 996 mil pesos,
Dichas anomalías se suman a los sobrecostos e irregularidades en torno al NAIM que la ASF detectó en informes anteriores, cuando fiscalizó al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM): en febrero pasado, estimó pérdidas por mil millones de pesos y el año pasado, observó anomalías por 835 millones 584 mil pesos.
La administración actual de Peña Nieto encargó a GACM la supervisión del Nuevo Aeropuerto, el cual iba a ser el megaproyecto más oneroso en la historia de México, pero los cierto es que sus días están contados, pues el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que lo cancelará, pese a la polémica que causó la consulta ciudadana, que ocurrió a finales de la semana pasada.
Las anomalías en el NAIM se suman a los sobrecostos e irregularidades que la ASF detectó en informes anteriores.
Durante la primera fase, el presupuesto del NAIM se disparó en un 69% –de 169 mil millones de pesos, pasó a 285 mil millones de pesos-, y que la mitad de este monto benefició a cinco de los hombres más ricos del país: Carlos Slim, Bernardo Quintana, Carlos Hank Rhon, Hipólito Gerard Rivero y Olegario Vázquez Raña. Lo anterior lo detalló la organización PODER.
De acuerdo al reporte de la auditoría de la Cuenta Pública 2017, en su segunda entrega, la ASF detectó un probable daño al erario por 78 millones 580 mil pesos, en la construcción de los pilotes para la torre de control, la terminal y el centro de transporte terrestre –obras que fueron concesionadas a la empresa GAMI Ingeniería, una de las más beneficiadas durante el sexenio de Peña Nieto. Según las investigaciones, GAMI cobró varias veces por un mismo servicio.
La sedeña generó un daño patrimonial al aeropuerto por 222 millones 506 mil pesos.
En dicha corrupción también se benefició la Sedena por cerca de 3 mil millones de pesos en la construcción de una barda perimetral, al inflar los precios de una carpeta asfáltica y de terraplén con tezontle, pues cobró el metro cúbico de material al GACM por precios hasta 200 pesos superiores a los del mercado, y generó un probable daño financiero de más de 60 millones de pesos.
La sedeña generó un daño patrimonial al aeropuerto por 222 millones 506 mil pesos, pues también cobró 42 millones de pesos en exceso al GACM por el cambio de “procedimiento constructivo” y, en otro convenio –analizado en la auditoría 388-DE–, quedó por reembolsar al organismo aeroportuario 86 millones 828 mil pesos.
Estos gastos se suman a las observaciones que realizó la ASF en febrero pasado, en las que detectó un remanente de 389 millones 670 mil pesos derivado del convenio para la construcción de la barda perimetral entre GACM y la Sedena.
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