“Tenemos que actuar con cuidado para el manejo de ese dinero”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador al referirse a lo que su administración hará con los casi 5 mil millones de pesos que el Departamento de Justicia de Estados Unidos confiscó a Héctor Javier Villarreal Hernández, ex secretario de Finanzas de Coahuila y titular del Servicio de Administración Tributaria de esa entidad durante el gobierno del entonces priísta Humberto Moreira, y que serán devueltos a México.
A pregunta expresa sobre cuál será el destino que se dé a esos recursos –que el gobierno de esa entidad ya reclamó—, apuntó que éstos se dirigirán al pueblo de Coahuila, no a la actual administración estatal, a cargo del mandatario Miguel Ángel Riquelme.
“Llega el dinero a la Fiscalía (General de la República), tenemos que procurar que se maneje bien, estaban diciendo que se les mandara a Coahuila, no, (será) al pueblo de Coahuila sí, pero tenemos que actuar con cuidado para el manejo de ese dinero. Al pueblo de Coahuila sí”, apuntó el mandatario general en la mañanera de este martes.
Detalló que la FGR deberá entregar esos recursos al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado “y se tiene que hacer un plan: ¿Cómo se le devuelve al pueblo de Coahuila y al pueblo de México?”.
López Obrador ejemplificó con la venta del avión presidencial, el mes pasado, y que lo obtenido por esa transacción se construirán y equiparán dos hospitales en dos de las zonas más pobres del país: Tlapa, Guerrero; y Tuxtepec, Oaxaca. “De alrededor de 800, 900 millones cada uno, ahí va a quedar en dinero del avión”.
El jefe del Ejecutivo aprovechó que se le preguntara en la mañanera de este caso para enviar un mensaje a las autoridades estadounidenses. “Aprovechamos que lo dices para que se agilice el trámite de la entrega de dinero, no nos vamos a quedar con el anuncio nada más”.
Héctor Javier Villarreal Hernández fue tesorero de Coahuila durante el gobierno del priísta Humberto Moreira (2005 a 2011). El ex funcionario fue acusado de lavado de dinero y conspiración para transportar recursos ilícitos en efectivo.
Nació en Matamoros, Tamaulipas, pero forjó su carrera política en Coahuila. De 2008 a 2010 fue secretario de Finanzas y de junio de 2010 a 2011 se desempeñó de titular del Servicio de Administración Tributaria de la entidad.
Villarreal Hernández renunció a su cargo en agosto de 2011, tras difundirse que el estado acumulaba una deuda pública de 35 mil millones de pesos, la más grande de su historia.
Conocido como el operador de la megadeuda, en octubre de 2011 fue detenido por la Fiscalía General del Estado por recurrir a decretos falsos y promover trámites en el Poder Legislativo estatal, que autorizaban la contratación de una deuda estatal a largo plazo.
El objetivo de los contratos era obtener créditos bancarios por 3 mil millones de pesos. Tras pagar una fianza, continuó el proceso penal en libertad y después se fugó a Estados Unidos.
Héctor Villarreal fue acusado de enriquecerse mientras la deuda pública de Coahuila crecía. De acuerdo con la denuncia del gobierno estatal, adquirió 10 casas, terrenos y negocios en zonas exclusivas de Texas.
En febrero de 2012 fue detenido en territorio estadounidense con 67 mil dólares en efectivo y también recuperó su libertad tras pagar una fianza.
En abril de ese mismo año, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos abrió una investigación contra el ex tesorero por presuntamente encabezar una red de lavado de dinero proveniente del gobierno de Coahuila y pidió incautar propiedades que tenía en ese país con valor de 20 millones de dólares.
Fue acusado también de otorgar contratos a empresas que permitieron que integrantes de un grupo criminal se apropiaran de concesiones de minas de carbón en Coahuila.
Tras dos años de permanecer prófugo, en febrero de 2014, Villarreal se entregó a las autoridades federales de Estados Unidos en el puente internacional de El Paso, Texas.
En 2015, ante la Corte del Distrito Oeste, en San Antonio, Texas, se declaró culpable de lavado de dinero y conspiración para transportar capital robado en el exterior.
Tras aceptar cooperar con las autoridades estadunidenses y entregar cuentas bancarias, así como propiedades por 33 millones de dólares, obtuvo la libertad condicional y desde entonces vive en Texas.
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