Luego de que millones de asalariados buscaran afanosamente la impresión de su constancia de situación fiscal para entregarla a sus patrones, Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), aclaró que el organismo a su cargo nunca pidió directamente a las empresas ese documento.
La funcionaria expresó que las empresas empezaron a pedir la constancia, porque con la entrada en vigor de la Factura 4.0, son requeridos datos en específico.
No obstante, esta nueva metodología de facturación fue prorrogada por la Secretaría de Hacienda hasta 2023.
«Hay que aclarar que el SAT nunca pidió una constancia de situación fiscal, ¿nosotros para qué la querríamos? (…) Desafortunadamente el problema se presentó en empresas con nóminas muy grandes», refirió.
Precisó que además del RFC, los otros datos que la empresa necesita para la facturación 4.0 son, la razón social y el código postal; y si el trabajador se los sabe, no hay necesidad de pedir la constancia de situación fiscal, ni tampoco condicionarles el pago de su salario.
«Si cualquier trabajador conoce su código postal y su razón social, el patrón o el empleador no tiene por qué exigirles la constancia de situación fiscal, ni mucho menos condicionar su pago. (…) Se dieron seis meses y la realidad es que se los empezaron a pedir en julio», aseveró.
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