El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el informe del Departamento de Estado “es un bodrio”, son puras calumnias que no se sostienen.
Insistió en que estas críticas no representan a todo el gobierno del mandatario estadounidense, Joe Biden o de otros legisladores que han visitado México recientemente en términos respetuosos. Incluso, dijo que en realidad el documento está elaborado “por un departamentito dentro del Departamento de Estado”.
Durante su conferencia de prensa destacó el encuentro que sostuvo la víspera con el enviado especial del gobierno estadounidense para el cambio climático, John Kerry, que contrasta con la postura del Departamento de Estado que no cambian.
“Es una política añeja, anacrónica, de querer meterse en la vida pública de otros países, ¿con qué derecho? es una violación flagrante al derecho internacional. ¿Por qué tienen que intervenir?”.
Acusó al Departamento de Estado de ser en realidad una instancia encargada de defender el conservadurismo en el mundo, “esa es su función”. Cuestionó que, como antes, algunos integrantes del conservadurismo mexicano acudan a Estados Unidos para presentar sus quejas.
“Si ven el informe del departamentito del Departamento de Estado. Es un bodrio. Hay que revisar el diccionario. Dicen: ‘según expertos’, ‘se presume’, ‘se señala’. No hay sustento, utilizan la calumnia, en el departamentito del Departamento de Estado. Pueden contestarme lo que quieran, pero no tienen pruebas, son calumniadores, mentirosos”.
Afirmó que en México “ya no se tortura como antes, cuando ellos se quedaban callados, nunca decían nada. En México no hay masacres, en México el Estado ha dejado de ser el principal violador de derechos humanos. Se garantiza la libertad de expresión”.
Ante la respuesta del Departamento de Estado sobre sus críticas por el proceso legal contra el ex presidente Donald Trump, dijo que solo planteó su oposición a que se mezclaran asuntos políticos con procesos legales. Recordó que como jefe de Gobierno fue desaforado para que no contendiera, por eso “no puedo permitir que a nadie, ni en México ni en el extranjero le afecten sus derechos políticos, es una injusticia y un atentado contra la democracia”.
Si hay un rival político, agregó, que se contienda y se le gane en buena lid y que sea el pueblo el que decida y no la llamada sociedad política con todo y sus aparatos.
Sin mediar pregunta, al inicio de su conferencia, hizo una amplia exposición sobre la polémica que ha surgido entre su gobierno y el Departamento de Estado. “Lo único que hacen con eso es exhibirse, hacer el ridículo Si no fuese un asunto tan importante causaría risa. Pero es muy buena la polémica, porque antes ellos certificaban de manera unilateral”.
Tenían el respaldo de “este diplomático que estuvo involucrado en el operativo Rápido y Furioso”, Arturo Sarukhan -embajador de México en Estados Unidos durante el gobierno de Felipe Calderón- y otros internacionalistas, conservadores y defensores del departamentito del Departamento de Estado.
Lamentó además que haya mucha manipulación informativa en Estados Unidos y se reivindique que como ya salió en The New York Times o The Washington Post ya es importante. Censuró que la manipulación mediática haya permeado al punto de que un importante sector de la población estadounidense, según una encuesta, considere que el fentanilo lo llevan los migrantes.
O bien que toda esta droga química proviene de México cuando mucho del fentanilo que se consume en la Unión Americana llega de Asia directamente o a través de Canadá. Indicó que 85 por ciento de los detenidos en Estados Unidos por la distribución de fentanilo allá son de origen estadounidense.
Más adelante, López Obrador mostró una gráfica sobre enfrentamientos y masacres durante los últimos sexenios para subrayar que en el periodo de Felipe Calderón había masacres y los remataban en los enfrentamientos cuando el Departamento de Estado no decía nada al respecto. “¿Que tenemos que ver nosotros con lo que hacían Genaro García Luna o Tomás Zerón?”.
Por otro lado, a pregunta expresa sobre el informe que también condena la vigencia de derechos humanos en Cuba, reiteró su crítica a esta política perversa contra el pueblo y gobierno de Cuba, reivindicando el humanismo y dignidad de los cubanos. Expresó su solidaridad con los cubanos que enfrentan un injusto bloqueo.
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