Expropiarán más de 92 ha. para el Tren Maya
Por causa de utilidad pública, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), expropiará más de 92 hectáreas de seis ejidos, ubicados en Yucatán y Quintana Roo, a favor de Fonatur Tren Maya.
Por medio de seis decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), esta dependencia federal señaló que el objetivo de estas expropiaciones es destinarlas a la construcción de obras de infraestructura ferroviaria vinculada al Proyecto del Tren Maya y sus obras complementarias.
De los terrenos que se expropian, cuatro son ejidos que se encuentran en Yucatán y dos en Quintana Roo, los cuales se utilizarán para la construcción de obras de infraestructura ferroviaria del Tren Maya.
De modo que Fonatur deberá pagar “por concepto de indemnización por la superficie que se expropia, la cantidad señalada en el avalúo emitido por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales”. A su vez, la Sedatu procederá a la ejecución cuando Fonatur Tren Maya haya acreditado el pago o depósito de la indemnización.
Del ejido “Santa Cruz” se expropiarán 9 hectáreas; al ejido “X Holop” se le quitarán 3 hectáreas; del ejido “Libre Unión” se destinarán 7 hectáreas, y del ejido Sudzal se expropiarán 40 hectáreas, todas éstas en Yucatán. Mientras que en Quintana Roo se expropiarán 32 hectáreas del ejido El Palmar y 18 áreas del ejido Santo Domingo.
Los decretos publicados estipulan que “en caso de que los bienes expropiados se destinen a un fin distinto al señalado en el decreto respectivo, o si transcurrido un plazo de 5 años no se ha cumplido con la causa de utilidad pública, el Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal podrá ejercer las acciones necesarias para reclamar la reversión parcial o total, según corresponda, de los bienes expropiados, y operar la incorporación de estos a su patrimonio”.
Lo anterior, de conformidad con el artículo 97 de la Ley Agraria. Asimismo, los bienes objeto de la expropiación sólo podrán ser ocupados de manera definitiva, mediante el pago que se efectúe al ejido o a las personas que acrediten tener derecho sobre tierras de uso común en la proporción que les corresponda.
Una de las estructuras principales del Tren Maya, en el tramo 1, será el puente de Boca de Cerro, que a 46 días de la inauguración se sigue avanzando en su levantamiento.
Esta estructura, que se levanta sobre el río Usumacinta —junto a un emblemático puente vehicular de más de 70 años de historia— es parte toral para conectar el Tramo 1 del proyecto ferroviario, que va de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche, a través de 226 kilómetros.
Durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, João Pedro Parreira, presidente y director ejecutivo de Mota-Engil Latinoamérica —empresa encargada de la construcción de esta obra—, informó que anoche se instaló la novena dovela, de 21 de las que constará el puente, al que calificó como “la obra más importante” del Tramo 1.
“Presentamos un avance importante en la instalación de dovelas. Ayer se reportaron ocho de 21 y anoche hicimos la novena, seguimos con montaje del puente Boca de Cerro. La capacidad y condición de calidad que estamos montando esta infraestructura resulta en estos avances importantes que tenemos semana a semana”, indicó el empresario.
El 15 de diciembre, el mandatario federal inaugurará la primera etapa del Tren Maya, con la intención que sea en los tramos 1 a 4 (Palenque a Cancún), de ahí la importancia que la estructura de este puente esté lista para esa fecha, pues es una pieza central para que el ferrocarril pueda avanzar y cumplir toda esa ruta.
El puente tiene una longitud de 160 metros y se alza sobre el río Usumacinta, en Tenosique, Tabasco.
João Pedro Parreira agregó que en el Tramo 1, está prácticamente concluida la plataforma de vía a lo largo de los 226 kilómetros y la conclusión del tendido de vía a un grado de 94 por ciento, “faltando sólo a las conexiones con los distintos viaductos y obras importantes de estructuras de álgidos puentes”.
Por su parte, Maite Ramos Gómez, directora de Alstom México —empresa constructora de los trenes—, señaló que el segundo convoy de cuatro vagones y capacidad para 230 pasajeros ya va rumbo al taller-cochera de Cancún, donde continuarán las pruebas estáticas que ya se iniciaron en la planta de Ciudad Sahagún, Hidalgo, y posteriormente se realizarán las pruebas dinámicas.
“El pasado 8 de julio se entregó el primer tren y llegó a Cancún, con éste empezamos pruebas estáticas y dinámicas. Se han hecho pruebas a más de 80 y 90 kilómetros por hora, la semana pasada se realizaron a 120 y 125 kilómetros por hora, se está trabajando prueba de velocidad.
“El pasado 25 de octubre (salió el segundo tren), la familia sigue creciendo, se está preparando para recibir al hermano, un segundo tren que salió de planta de Sahagún, está recorriendo más de mil 900 kilómetros (en camiones de carga) para poder llegar a taller-cochera de Cancún para continuar con pruebas estáticas que se iniciaron en la planta y terminar con las pruebas dinámicas a distintas velocidades”.
La directiva de la firma apuntó que este tren tiene un contenido nacional de 72 por ciento y 100 por ciento fue fabricado en la planta de Ciudad Sahagún.
“Cada coche pesa alrededor 49 toneladas, mide 25 metros, por lo que las plataformas con las que se traslada son muy grandes y especiales. Alcanzarán velocidades de 160 kilómetros por hora de acuerdo a lo estipulado y tienen capacidad para 230 pasajeros en su configuración para cuatro coches”.
Ramos Gómez agregó que más adelante la empresa proveerá de trenes de siete vagones con capacidad para 430 pasajeros, además de otros que serán trenes restaurantes y de larga distancia.
En total, se tendrán 31 trenes estándar, de éstos 17 serán de cuatro vagones y los 14 restantes de siete, trenes restaurante y de larga distancia.
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