Iberdrola México y Mexico Infrastructure Partners (MIP) han firmado un acuerdo vinculante, por el que el fideicomiso liderado y gestionado por MIP adquiere filiales que representan el 55 % del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola en el país.
La operación, que ya había sido anunciada el pasado mes de abril, incluye los contratos asociados a esas empresas y los más de 400 empleos relacionados. Todo ello por un importe de 6 mil millones de dólares (unos 5 mil 580 millones de euros).
La eléctrica mantendrá 13 plantas y se desprenderá de otras 12 de generación de ciclo combinado y de un parque eólico. Los activos vendidos suman una capacidad de 8.539 MW. Por otro lado, sí que conservará toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en México en los próximos años. Según ha precisado la compañía, Iberdrola cuenta en el país con una cartera de 6.000 MW de proyectos renovables para asegurar energía a sus clientes privados.
Dentro del acuerdo, el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87% a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la Comisión Federal de Electricidad. La operación se cierra de acuerdo con los términos acordados y el calendario previsto. Además, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México. La fecha tope para concluir la operación es, según la nota publicada por la empresa, el 31 de diciembre de 2023.
La operación que se rubrica este lunes ha sentado bien a los inversores. En el inicio de la sesión de hoy, las acciones de Iberdrola se revalorizaban un 0.65% en un buen arranque de semana para el Ibex 35, que se sitúa a media mañana por encima de los 9.300 puntos.
Los activos que forman parte de la transacción son: Monterrey I y II −449 MW−, Altamira III y IV −1.096 MW−, Altamira V −1.155 MW−, Escobedo −878 MW−, La Laguna −537 MW−, Tamazunchale I −1.179 MW−, Baja California −324 MW−, Topolobampo II −917 MW− y Topolobampo III −766 MW−, junto con el activo eólico La Venta III −103 MW−, que suponen un 87% del total de la capacidad instalada a desinvertir. También están incluidos los ciclos combinados de gas privados de Monterrey III y IV −477 MW−, Tamazunchale II −514 MW− y Enertek −144 MW−.
El pasado mes de abril el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente del Gobierno de México, Andrés Manuel López Obrador, anunciaron el inicio de una “nueva etapa” tras la firma de un acuerdo de intenciones suscrito entre filiales de Iberdrola México y México Infrastructure Partners. Este acercamiento ponía fin a unos meses de negociación en los que López Obrador había criticado abiertamente a varias compañías españolas que operaban en la región. “Abusaron de nuestro país y de nuestros pueblos”, afirmó a mediados de febrero de 2022 en referencia a Repsol, OHL y la misma Iberdrola. De hecho, acusó al grupo liderado por Sánchez Galán de hacer lobby para presionar contra la reforma eléctrica, una de las medidas clave de su programa de Gobierno.
Superadas estas tensiones, ambos presidentes se comprometieron a avanzar en el desarrollo de las energías renovables en el país. De hecho, en la sesión extraordinaria de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de México y como único punto del día, el órgano autorizó el permiso de generación a Iberdrola de la central eólica Santiago. Este parque renovable se ubica en el estado de Guanajuato y tendrá una capacidad de 105 megavatios (MW). La solicitud de permiso de generación fue presentada ante el regulador por la empresa española el pasado 13 de octubre de 2022. El proyecto fue votado y aprobado por unanimidad.
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