El presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores firmaron ayer el Acuerdo Nacional por la Democracia, propuesto por el jefe del Ejecutivo hace exactamente un mes.
“Todas y todos nos comprometimos a garantizar elecciones libres, limpias y respetar la voluntad del pueblo”, escribió el mandatario en un mensaje de Twitter.
Desde temprano, en la conferencia de prensa señaló que el acuerdo no era un paso ocioso, al contrario, el tema tiene tal dimensión –señaló– que Calderón inició en 2006 la guerra contra el narcotráfico para legitimar su gestión, tras el fraude electoral. “Imagínense cuánto se hubiese evitado si se hubiese respetado el voto en 2006. Yo no hubiera declarado la guerra a la delincuencia como lo hizo Calderón buscando legitimarse después del fraude. Tan es así, que estoy en la Presidencia y no utilizamos la fuerza, se protegen los derechos humanos, no hay órdenes para masacres, para ajusticiar…
“En el gobierno de Calderón eran mucho más los muertos en enfrentamientos que los detenidos ¿por qué?, porque se remataba a los heridos ¿y por qué se llegó a eso? Porque se robaron la elección, porque no hubo democracia”, señaló.
El Instituto Nacional Electoral (INE), añadió, tiene que hacer el trabajo como corresponde “pero estamos en una nueva etapa y no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”.
Al acto, realizado en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, asistieron 30 mandatarios (los de Sinaloa y Jalisco se excusaron por razones de agenda), así como el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Acorde con fuentes consultadas, la sesión se prolongó 45 minutos, y no hubo intercambio de opiniones, sólo un mensaje del Presidente, uno más de la gobernadora de Sonora, presidenta en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores, y de la secretaria Sánchez Cordero.
La mayoría de los gobernadores entrevistados consideraron que “no está de más” firmar un documento de esta naturaleza, mientras que otros, como el mandatario de Oaxaca, Alejandro Murat, expresó que siempre será oportuno ratificar la responsabilidad en la construcción del sistema democrático, y trabajar en unidad en lugar de destruir y dividir. “Dejar atrás la politiquería de dimes y diretes”, expresó el gobernador emanado del PRI.
El de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acusado por la fiscalía general de cometer delitos graves, sostuvo que aparte de “la obviedad” del documento del Presidente, lo ideal sería también firmar uno de respeto a la división de poderes y a la soberanía de las entidades.
Un reportero le preguntó si llegaba a la cita “con la frente en alto” a lo que el tamaulipeco respondió: siempre.
Los gobernantes panistas ratificaron, en general, que el acuerdo impulsado por el Presidente se tendría que complementar con una convocatoria del INE a los tres niveles de gobierno para garantizar que los ciudadanos elijan en libertad.
El único tono discordante fue el de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, al expresar, en la puerta lateral de Palacio Nacional: “yo vine a pasear”.
Por la noche, la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional emitió un comunicado en el que detalló que en la reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, realizada al mediodía en Palacio Nacional, le plantearon tres puntos “fundamentales” para la reactivación de la salud, economía y educación en el país: acelerar y concluir con la vacunación de médicos y adultos mayores, incluir a los maestros en el Plan Nacional de Vacunación para un pronto regreso a clases e incorporar al personal del sector turismo ante la proximidad del periodo vacacional.
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