Fonatur Tren Maya confirmó que carece de una manifestación de impacto ambiental (MIA) integral de los siete tramos del proyecto y precisó que los trazos 6 y 7 están a cargo de la Sedena.
Hasta ahora la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha dado luz verde al proyecto en los primeros cuatro tramos, pues el jueves pasado avaló el 4, que va de Izamal, Yucatán, a Cancún, Quintana Roo.
La resolución de esta MIA no se ha hecho pública a través de Internet, como usualmente ocurre. Esta evaluación se prolongó por nueve meses, una vez que fue entregada a la Semarnat el 23 de septiembre del año pasado y hasta ahora se desconocen las condicionantes que se establecieron al proyecto. La MIA de los tramos 1 a 3 fue autorizada en diciembre de 2020.
A través de la sección de trámites de la página de Internet, la Semarnat indicó que el resolutivo del tramo 4 fue entregado a Fonatur, el promovente. Este proceso se llevó más de los 120 días que establece la legislación, debido a que la dependencia pidió más información a Fonatur, mientras las obras continuaron.
Fonatur dividió el tramo 5 en norte y sur. El pasado 17 de mayo ingresó a Semarnat la MIA del tramo sur, que va de Playa del Carmen a Tulum; el trámite está en “evaluación”. En este trazo, el juzgado primero con sede en Mérida determinó la suspensión definitiva de las obras debido a que aún no cuenta con la autorización de la MIA. En tanto, del tramo 5 norte, de Cancún a Playa del Carmen, Fonatur no ha ingresado la MIA a la dependencia.
Según la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente “la evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual la Secretaría establece las condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones para proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos al medio ambiente”.
Fonatur Tren Maya, en respuesta a una solicitud de información sobre la MIA general del Tren Maya, dijo que no existía un documento general, debido a “que la naturaleza misma del proyecto no lo permite, ya que la estructura del proyecto se divide en tramos”, y proporcionó las ligas de las MIA de los tramos 1 a 5.
Precisó que “respecto de los tramos 6 y 7 (que van de Tulum a Bacalar y de Bacalar a Escárcega, respectivamente), se encuentran a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)”, y refirió a un sitio web para consultar las licitaciones, aunque todavía no aparecen las relacionadas con estos trazos.
ONG’s piden no aprobar permiso de Tren Maya
Fonatur reconoció en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 del Tren Maya —con obras suspendidas por amparo— la tala de 485 hectáreas de vegetación selvática, afectación a especies en algún grado de riesgo de extinción como el jaguar, el ocelote o el mono araña y modificación de filtración de agua en las cuevas y cenotes característicos de la región, revelaron este día organizaciones ambientalistas
Greenpeace y el Centro para la Biodiversidad Biológica dijeron que el Fondo omite o “falsea” información sobre las cuevas karsticas, cambio del trazo dentro de la selva, la región marina prioritaria Tulum-Xpuha, entre otros datos, por lo que, dijeron, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) no debe autorizar este permiso ambiental solicitado y que actualmente está en fase de consulta de información en ejidos como el Jacinto Pat en Tulum. De lo contrario, adelantaron, la impugnarán al día siguiente.
Un ejemplo claro es el destino de especies en peligro. En 67 kilómetros del tramo 5 sur, dijeron, se planea la colocación de tres pasos aéreos para primates y solo dos para mamíferos como jaguares y ocelotes. En otros 15 kilómetros no se estima poner pasos de fauna con el argumento de ser zona urbana.
Alejandro Olivera, representante del Centro para la Biodiversidad Biológica, planteó que en los dos años del estudio no se realizó “un rastreo y muestreo exhaustivo” con el método de acumulación de especies en la región ni con suficientes cámaras trampa por lo que, sin la información de patrones de distribución y monitoreo, no se puede determinar el número de pasos de fauna necesarios destinados para evitar atropellamientos, no interrupción de corredores biológicos.
La especialista en cambio climático de Greenpeace, Viridiana Lázaro, expuso que Fonatur presentó datos “falsos” y “no válidos” en la MIA.
“No menciona grandes sistemas de cuevas karsticas en Tulum, como la región de Dos Ojos ni soluciones constructivas para pasar por esas cuevas”, dijo.
Lázaro también cuestionó que para la consulta indígena, Fonatur no menciona 60 comunidades originarias de Solidaridad ni otras 30 de Tulum.
“Se salta la opinión de 90 comunidades indígenas”, aseguró.
Aleira Lara, de Greenpeace, reiteró que la Semarnat no debe autorizar a Fonatur la MIA presentada para el tramo 5 del Tren Maya y, por el contrario, debe solicitar a la Profepa la clausura de las obras porque propician que especies de fauna y flora sean declaradas en algún riesgo de extinción en la NOM-059 y omite información sobre cuevas y cenotes.
Fonatur estima tener una respuesta de la autoridad ambiental a finales de junio tras las consultas públicas informativas.
Esta semana reiteró en el ejido Jacinto Pat que el tramo de Playa del Carmen a Tulum es viable ambientalmente y llevará a cabo programas de conservación de suelos, aire y agua, así como reubicación de flora y fauna.
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