La fragilidad del subsuelo es un reto que enfrentará el Tren Maya, advierten ingenieros civiles de la zona sur de Quintana Roo.
La zona sur registra una importante fragilidad en el subsuelo.
Muestra de ello, son los hundimientos que se han registrado en las carreteras, en las zonas urbanas y en las selvas.
El más reciente, ocurrió en la laguna de Chakanbakán, en donde incluso aparecieron al menos cinco socavones.
De hecho, el Sistema Lagunar Bacalar es alimentado por cientos de ojos de agua y descargas que vienen desde Campeche.
Además de que existen ríos subterráneos y cenotes que no han sido mapeados en su totalidad.
En ese sentido, el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de la zona sur de Quintana Roo, Amir Efrén Padilla Espadas, dijo que se requiere llevar a cabo estudios técnicos en varios campos.
Principalmente, en materia de hidrología, geología, biología, entre otros.
Esto para diseñar una ruta que corra por una superficie que evite al máximo los riesgos de hundimientos.
Y de esta manera, garantizar que esta obra sea un verdadero motor del desarrollo socio económico de la zona sur.