La división al interior del bastión conservador, el PAN, se ha tornado más que evidente, el expresidente Felipe Calderón descargó una andanada de “fuego amigo” en contra de su otrora aliado, el líder nacional panista Marko Cortés.
Con severos tuitazos del exmandatario panista se refirió, sin nombrarlo, al dirigente nacional del blanquiazul, en su cuenta señaló el 1 de abril: “Vaya torpeza con la que se conduce la dirigencia de @AccionNacional. Con la excepción que quieran, siguen actuando conforme a sus complicidades internas y no en función del interés del país, postulan impresentables y excluyen nuevos líderes. Pagarán con y por sus malos resultados”, comentó en un primer tuit.
Es mismo día, tiempo después escribió: “Me refiero al caso de Río Bravo, pero hay muchos más. Y a quienes sí postulan y valen la pena los dejan sin propaganda, sin recursos, sin posibilidad de buscar donativos y con una lista de proveedores asociados a la dirigencias, sin posibilidad de buscar mejores opciones. Negocio”.
Asimismo, la historia es conocida, y la relación entre Felipe Calderón y Hugo Eric Flores ha sido muy documentada. Ahora cuando ambos se encuentran en posiciones contrarias, vuelven a operar juntos, al menos eso denuncian desde la dirigencia nacional del PAN, donde ven con preocupación esta cooperación. De inicio, el hoy vocero nacional del PES, Jorge Camacho, fue vocero de la campaña presidencial de Margarita Zavala.
De acuerdo con fuentes de Acción Nacional que informaron sobre la molestia de militantes panistas de Querétaro, Nuevo León, Michoacán y Baja California en contra de México Libre, la organización del matrimonio de los Calderón-Zavala pues ya estarían operando para beneficiar en las comisiones de junio próximo al Partido Encuentro Solidario, en vez de trabajar para el PAN (y pese a la alianza firmada).
Según las mismas fuentes, los Calderón-Zavala habrían dado su espaldarazo público a la candidata panista Maru Campos en Chihuahua, o a Octavio Pedroza en San Luis Potosí, mientras que siguen escamotando cualquier respaldo al queretano Mauricio Kuri por la candidata del PES, María de Jesús Ibarra Silva, luego de que su aliado político, el diputado federal Marcos Aguilar Vega, renunció al PAN y se unió a México Libre.
Un escenario similar podría estar ocurriendo en Nuevo León, donde no se firmó la alianza opositora y Acción Nacional postuló a Fernando Larrazabal. El PES, por su parte, registró a una famosa anti-abortista: Carolina Garza, cuyo perfil es el doble de conservador que el panista (precisamente el electorado de México Libre), a grado tal que Garza Guerra promueve el PIN parental en la educación pública.
En Baja California, donde nació el PES bajo la presidencia municipal en Tijuana del priista Jorge Hank, hoy su apuesta a la gubernatura en la península y quien a la menor oportunidad repite que fue el “padrino” del partido, los Calderón-Zavala ya habrían abandonado el barco de la alianza opositora de Lupita Jones. Al mismo tiempo, dejaron a la deriva a Carlos Herrera Tello en Michoacán por el autodefensa Hipólito Mora.
Ahí, en Michoacán, los Calderón-Zavala recibieron siempre de Hipólito una “segunda y hasta tercera oportunidad” para redimirse, como lo declaró a la prensa, tras elogiar su valentía al enfrentar a los criminales. A pesar de que públicamente le gusta que lo relacionen con los demócratas estilo Obama-Biden, el expresidente Felipe Calderón está montado ahora sobre la plataforma política del trumpismo en México, el PES.
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