El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó protección y derecho de asilo en México a todas las personas que así lo soliciten ante la situación política en Nicaragua.
En conferencia de prensa matutina sostuvo que está abierta la posibilidad de otorgar refugio o la nacionalidad a las personas de ese país que lo han pedido.
“La instrucción es que todos los que quieran estar en nuestro país tienen las puertas abiertas y son bien recibidos. (…) Decirles que México siempre ha estado abierto a dar protección y hacer valer el derecho de asilo”, afirmó.
Insistió en la necesidad de practicar la fraternidad universal y la solidaridad.
“Deseamos que todos los que nacimos en este continente y los que nacimos en cualquier continente, actuemos como hermanos. Lo que tenemos que procurar es la fraternidad universal; la patria es todo el mundo”, apuntó.
El mandatario refrendó la postura de respeto y a favor del diálogo con el propósito de resolver cualquier controversia en el contexto internacional.
“Nosotros no podemos alejarnos de la posibilidad de ayudar en la reconciliación. (…) Somos respetuosos y lo que queremos es buscar que, mediante el diálogo, se resuelvan las diferencias; muchos opositores de otros países escogen a México para venir a dialogar porque es un país que les garantiza libertades y eso es lo buscamos básicamente. (…) Es posible dialogar, todos dialogan, hasta los más acérrimos enemigos”, subrayó.
Por eso México, agregó, impulsa el establecimiento de convenios y la reconciliación con el objetivo de procurar los derechos humanos de presos políticos en Nicaragua.
El jefe del Ejecutivo presentó una carta que envió el 1º de diciembre de 2022 al presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, en la que aborda la disposición y voluntad de México de recibir a Dora María Téllez —guerrillera sandinista— y a cualquier persona presa que requiera refugio como un acto humanitario.
“Este planteamiento responde a razones humanitarias. Reitero: no nos mueve otro interés más que la hermandad con el pueblo de Nicaragua, nuestra historia común y el compromiso de México de siempre abrir las puertas a quienes lo consideran indispensable para su seguridad y protección, más allá de ideologías y posturas políticas”, se lee en la misiva.
La misiva enviada al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, el pasado 1 de diciembre, señala que “recientemente nos han llegado diversas expresiones de malestar por la situación de ciudadanas y ciudadanos nicaragüenses, miembros de diversas organizaciones políticas que actualmente se encuentran en prisión en su país. Entre ellos, de manera particular nos preocupa el caso de la señora Dora María Téllez, cuyo estado de salud, según nos informan, es delicado”.
Al respecto, planteó la disposición del gobierno mexicano para “recibir a la señora Téllez en México, evitando fines propagandísticos o protagónicos, con el único propósito de que reciba la atención médica necesaria y pueda permanecer en nuestro país si así lo solicita y es su voluntad”, lo cual, reveló, ya le había referido de manera previa por la vía diplomática.
Subrayó que la propuesta “responde a razones humanitarias, reitero, no nos mueve otro interés más que la hermandad con el pueblo de Nicaragua” y recordó que el compromiso de México siempre ha sido “abrir las puertas” a quienes “lo consideran indispensable, para seguridad y protección, más allá de ideologías o posturas políticas”.
También, recalcó que “en ningún momento nos prestaríamos a ser usados en campaña contra Nicaragua y su gobierno, alentada por intereses ajenos a los de nuestros pueblos”.
Aceptar el planteamiento, así como para cualquier otra de las personas hoy recluidas, “de ninguna forma iría en desdoro de la política soberana de Nicaragua y sería muy bien recibido muy positivamente por la comunidad internacional, en particular de quienes somos hermanos y amigos”.
En tanto, le dijo a Ortega en el documento que no es su intención hacer ninguna expresión pública sobre el asunto. La carta, apuntó, no tuvo respuesta.
Además, López Obrador aseveró en su conferencia de prensa matutina que “nosotros somos respetuosos y lo que queremos es buscar que mediante el diálogo se resuelvan las diferencias. Muchos opositores de otros países escogen a México para venir a dialogar, porque es un país que les garantiza libertades, y eso es lo que buscamos básicamente”. A la vez, reconoció que “el caso de los sandinistas es un asunto para nosotros muy complicado”.
En este contexto, refirió un poema y una carta que le dedicó el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal tras su triunfo en 2018. También, citó al poeta Efraín Huerta, quien “dijo, ‘a mis maestros de marxismo no los puedo entender, unos están en la cárcel y otros en el poder’. Así estamos en el caso del sandinismo. A mis amigos sandinistas, unos están en la cárcel, otros en el destierro, y otros en el poder”.
Tras añadir que “todos, de una u otra forma vivimos lo que fue el movimiento sandinista y nos da mucha tristeza la división que se produjo”, ratificó que las relaciones con Nicaragua se mantienen con normalidad, como con el resto de los países del mundo.
“No había querido hablar porque lo que se debe de buscar es la reconciliación y la unidad. Es que se tiene que insistir en eso, es posible dialogar; todos dialogan, hasta los más acérrimos enemigos”, indicó al insistir que así como convoca al diálogo, lo hizo en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ojalá y las cosas se resuelvan bien en el pueblo hermano de Nicaragua, “y vamos a seguir actuando de manera responsable y prudente”, concluyó el jefe del Ejecutivo federal.
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