El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó ante los aspirantes de su partido a sucederlo y ante la cúpula morenista que no inclinará la balanza en favor de ninguno de quienes buscarán ser el abanderado o abanderada de Morena a la Presidencia de la República.
Interrogado esta mañana durante su habitual conferencia en Palacio Nacional sobre la cena que tuvo anoche con sus correligionarios, entre ellos las llamadas cuatro “corcholatas”, la dirigencia de Morena y los gobernadores emanados del movimiento, el mandatario federal señaló que el mensaje fue de unidad, pero intentó no dar muchos detalles al respecto.
“Hablamos en general de mantenernos unidos. He hecho el compromiso de que no voy a participar inclinando la balanza en favor de nadie, en lo que tendrá que venir (para 2024). Nada de tapados, nada de dedazo, nada de destapes, nada de imposición”, apuntó.
Anoche, en el restaurante El Mayor, ubicado justo en el nivel superior de la histórica librería Porrúa, el jefe del Ejecutivo se encontró en privado con los 21 mandatarios estatales de Morena, con la virtual triunfadora de la elección en el Estado de México, Delfina Gómez; con el dirigente nacional del partido, Mario Delgado, y la secretaria general, Citlalli Hernández.
En el encuentro estuvieron además los cuatro aspirantes más visibles de Morena a la candidatura presidencial: el senador Ricardo Monreal; los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y de Gobernación, Adán Augusto López; y la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
“Sí, bueno, nos reunimos. No puedo hablar mucho de eso, por eso los invité a cenar, aunque pagamos todos, para hacerlo después de las ocho de la noche y no aquí (en Palacio Nacional), sino en un restaurante cerca, en el Templo Mayor, en un café restaurante de la librería Porrúa”.
El mandatario dijo que el cónclave tenía dos objetivos, el primero felicitar a la maestra Delfina Gómez por el histórico triunfo en Estado de México, tras casi 100 años de gobiernos priístas. “Estábamos muy contentos, con ella, presente”.
“Nos reunimos para felicitar a la maestra Delfina, entre todos Estábamos muy contentos, con ella presente”.
Y el segundo objetivo de la reunión, dijo, fue “para mantener la unidad, que no haya divisiones. Vamos muy bien, estamos bien y de buenas, pero pues ya no puedo hablar más sobre el tema”.
—¿No le plantearon cambiar el método? -se le preguntó.
—No, hablamos en general de mantenernos unidos, he hecho el compromiso de que no voy a participar inclinando la balanza en favor de nadie, en lo que tendrá que venir. Nada de tapados, nada de dedazo, nada de destapes, nada de imposición -contestó el presidente.
Y finalmente dijo que “esas lacras” de la política (tapados, dedazo e imposición) se irán al mástil más alto de los barcos a donde mandan a los marinos que se portan mal: al carajo.
“Y nos reunimos también para mantener la unidad, que no haya divisiones. Vamos muy bien, estamos bien y de buenas. Pero pues ya no puedo hablar más sobre el tema.
“Asistieron todos, gobernadoras, gobernadores; faltó nada más, por enfermedad, el de San Luis Potosí. Y estuvieron también dirigentes de Morena, el presidente del consejo, Alfonso Durazo, que al mismo tiempo es gobernador de Sonora; el presidente del partido, la secretaria, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández y Claudia Sheinbaum. O sea, que fueron 22, más cuatro, 26; más dos, 28; y el de la voz, 29.
“No, no, hablamos en general de mantenernos unidos. Yo he hecho el compromiso que no voy a participar inclinando la balanza en favor de nadie, en lo que tendrá que venir, nada de tapados, nada de dedazo, nada de destapes, nada de imposición. Allá, donde está la casita, el mástil de los barcos, donde mandan a los marinos que se portan mal, al carajo eso, con todas esas lacras de la política.
“Entonces, ya, ya contesté. No voy a dedicar esta mañanera a eso, nada más porque me lo preguntan, yo ya creo que contesté.
“No, pues ya hablé bastantísimo. Ya hablé”, concluyó con el tema el mandatario.
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