En lo que va de la administración de Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos ha deportado a 145 mil 537 mexicanos.
Datos oficiales presentados en la mañanera de este jueves de la presidenta Claudia Sheinbaum, indican que del total de connacionales expulsados del vecino del norte, 130 mil 364 recibieron atención consular antes de su repatriación.
La titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Rosa Icela Rodríguez, detalló que del 20 de enero —día que tomó el poder en la Casa Blanca el magnate y lanzó sus políticas antimigratorias— al 17 de diciembre de este año, son más de 145 mil paisanos deportados, de los cuales 116 mil 116 fueron retornados vía terrestre a través de los estados fronterizos y 29 mil 381 de forma aérea.
En el marco del Día Internacional del Migrante, se destacó que los connacionales que residen en Estados Unidos aportan a la economía de esa nación y a la de México.
La secretaria apuntó que octubre fue el mes con el mayor número de deportaciones, con 16 mil 734 paisanos repatriados.
“Para atender a los hermanos migrantes contamos con nueve centros dispuestos en siete entidades”, señaló la funcionaria, esto como parte del programa de la mandataria federal conocido como “México te abraza”.
Los retornos vía terrestre llegan por los puentes fronterizos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas; en tanto que por vía aérea arriban a los aeropuertos de Tapachula, Chiapas; Villahermosa, Tabasco; y al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
En el periodo referido, dijo Rodríguez, de los más de 145 mil mexicanos deportados, 99 mil 924 llegaron a uno de los centros de atención dispuestos por el gobierno de México.
A los 45 mil 613 que decidieron no ir a uno de estos espacios, “se les brinda de todas formas alimentación, acceso a llamadas, orientación jurídica y apoyo en el traslado a su lugar de origen en los puntos de entrada al país”.
Por su parte, Roberto Velasco, encargado de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores y subsecretario para América del Norte, expuso que de los 145 mil connacionales deportados, 130 mil 364 recibieron atención consular antes de su repatriación.
Añadió que a partir de las acciones y redadas en contra de los migrantes irregulares en territorio estadounidense, el personal de la red consular mexicana en aquella nación ha realizado 9 mil 322 visitas a centros de detención migratoria, un promedio de 28 al día, donde se otorga también 53 asesorías diarias.
Indicó que como parte de la estrategia de atención y protección a los paisanos en Estados Unidos, se han detectado 22 consulados —de 53— donde se fortalecerá el personal legal y en materia de protección preventiva, así como en los 13 ubicados a lo largo de la frontera, pues se ha visto un mayor número de redadas en las ciudades donde están esas representaciones.
Una de las acciones que se han alcanzado, dijo, es que a través del consulado de Chicago, se logró que 200 mexicanos que han sido detenidos por su condición migratoria, podrán enfrentar sus procesos en libertad. De estos, 13 ya pudieron acceder a ese beneficio.
Miles de paisanos regresan de EU
La familia Monroy recorrió, desde Estados Unidos, más de 3 mil kilómetros en cinco días para llegar a su pueblo natal, una pequeña comunidad conocida como El Pocito, ubicada a dos horas de la cabecera municipal de Jalpan de Serra, en el estado de Querétaro.
Mexicanos que viven en Estados Unidos vuelven al país y en la cabecera municipal de Jalpan son recibidos por el párroco entre bolo de dulces y dólares.
Salieron de Michigan, justo en el comienzo de las nevadas, y poco a poco se fueron acercando a la frontera de Laredo, Texas, por donde cruzaron junto con 8 mil 500 personas, quienes en unos 2 mil 500 vehículos conformaron la Caravana Migrante del Orden y la Legalidad, en la que los paisanos regresaron a sus lugares de origen para celebrar con sus seres queridos las fiestas decembrinas.
Los organizadores calcularon que este 2025 la cantidad de mexicanos que participaron fue menor a la de otros años; en 2024 la cifra ascendió a 9 mil 200 personas, según el informe. El primer antecedente de estos viajes en grupo fue en 2010, con apenas 35 automotores y 40 familias.
La madrugada de ayer, en punto de las 4 horas y tras el ritual de la bendición del padre Aristeo Olvera, también secretario de la asociación civil Migrantes Unidos en Caravana, los motores de los vehículos, en su mayoría camionetas cargadas a tope y en algunos casos con remolque, emprendieron el retorno a México.
Había unidades provenientes de Virginia, Texas, Michigan, Alabama y Georgia, algunas de las cuales debieron ser atendidas por personal de Los Ángeles Verdes, pues sufrieron calentamiento del motor, ponchaduras o desprendimiento de rótulas de los remolques, entre los incidentes más comunes.
Para Arturo García Hernández, quien manejaba un Jeep, volver a México representa una aventura; viajó desde Michigan con su amigo Martín Hernández, con quien compartió el volante. Ambos decidieron no parar a comer y “meterle al acelerador” para llegar con luz a Jalpan, donde les esperaban sus amigos y luego emprendieron el recorrido a la capital queretana.
En un camino cercano a su destino, entre las comunidades de Río Verde, San Luis Potosí y Jalpan, Querétaro, Martín y Arturo se encontraron grupos de niños que esperaban a los paisanos.
Con banderas, pancartas y los brazos levantados, los pequeños les dieron el recibimiento de héroes y en respuesta los mexicanos fueron “echando bolo” de dulces y dólares.
“Yo me quedo en México”
José Héctor Zamora trabajó en tierra estadounidense durante largas jornadas, en los últimos tres años, en la construcción. Esta es la primera vez que viaja en la caravana, en un trayecto que dura 18 horas.
“Lo que me llevó a decidir integrarme es que uno va más seguro. Eso es lo importante, ¿verdad? Entonces, por eso, aunque demoramos mucho tiempo aquí (en Laredo), porque ya llegamos desde ayer (martes) a las 5 horas, pues ojalá y valga la pena estar esperando”, platicó a La Jornada.
Sobre las políticas migratorias en el vecino país señaló que no le han afectado mucho, “porque, claramente, he venido a laborar, y trabajo tuve bastante, gracias a Dios”.
Sin embargo, decidió que este retorno es definitivo. “Ya no pienso regresar. Dios mediante, me quedo en México. Extraño mi país, cómo no, mi familia, mis raíces, todo”.
José Héctor, quien se traslada con un amigo, se muestra satisfecho con lo que vivió en tierra estadounidense; “es un sacrificio el que hace uno acá. Estar uno solo y eso, pero tiene sus beneficios, porque si le va bien, sí se aliviana uno un poquito porque el trabajo es mejor que en México”.
Al llegar los paisanos a la carretera 120 que cruza con la 69, en la cabecera municipal de Jalpan, fueron recibidos por el párroco de la localidad, quien bendijo las trocas que arribaban; también les dio la bienvenida el alcalde Rubén Hernández, quien calcula que sólo a esta demarcación llegaron unos 700 vehículos con 2 mil 500 personas.
La caravana fue escoltada por la Guardia Nacional, Protección Civil de Querétaro, Bomberos y la Defensoría de los Derechos Humanos del estado, además de instituciones de Guanajuato, Hidalgo y Michoacán.
El director general de Protección al Migrante y Vinculación del Instituto Nacional de Migración, Omar Álvarez Arronte, informó que esta movilización se realizó como parte de un operativo que inició el 28 de noviembre y que concluirá el 8 de enero, enmarcado en la estrategia federal “México te abraza”.
