Durante la restauración de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México se encontraron 23 cápsulas del tiempo escondidas en las paredes del recinto que servirían de “manto protector” del recinto, informó Arturo Balandrano Campos, director de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura.
Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional este viernes, se dio a conocer que el pasado 30 de diciembre de 2022, durante la intervención arquitectónica y estructural de la iglesia, se encontraron 23 cajas de plomo detrás de baldosas en las paredes.
De acuerdo con la dependencia, mientras se ejecutaban trabajos de aplanados en la cúpula central, se desprendió una baldosa de barro que cubría un nicho. Dentro de este, se encontró una caja rectangular de plomo, que tenía una inscripción en latín en la tapa.
Tras este primer hallazgo, los responsables de la obra se percataron de la presencia de cuatro baldosas de barro más que cubrían hoyos en la pared similares. La contratista notificó a las autoridades, con el fin de que se analizara el sitio en búsqueda de más cajas.
Durante el transcurso de 8 horas, se encontraron 19 cajas más, todas fabricadas en plomo. Algunas de ellas contenían inscripciones que hacían alusión a Santos o seres divinos y otras con la tapa grabada sin data ni otro signo que permitiera suponer su contenido.
En total se hallaron 23 cajas con inspiraciones religiosas que contenían distintas pinturas, cruces de madera y palma, así como fragmentos que posiblemente conformaban medallones de barro y cera.
Arturo Balandrano Campos apuntó que, según la hipótesis de los expertos, las cajas contienen imágenes de santos que tienden “un manto protector” a la Catedral.
Derivado de los descubrimientos, se llevaron a cabo medidas de protección y se sellaron nuevamente los nichos, con la intención de resguardarlos hasta que los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pudieran acudir.
Una vez que estos últimos realicen los análisis correspondientes sobre los vestigios, se espera que sean retornados a su lugar, a finales de enero de este año.
El director de Sitios y Monumentos añadió durante la conferencia que ya se terminaron los trabajos de restauración de la Catedral, la cual resultó afectada tras los sismos de 2017.
En una primera etapa se realizó una intervención para mantener la estabilidad del monumento, ante el hundimiento en el Centro de la Ciudad de México.
Igualmente, se retiró la flora parásita y se rehabilitó el sistema eléctrico y el de pararrayos. Por último, se atendieron los daños en las dos torres y las cúpulas.
Balandrano Campos, enfatizó el esfuerzo del Gobierno de México a través del Programa Nacional de Reconstrucción para atender el mayor reto que ha tenido el país, las afectaciones que desastres naturales han registrado en el patrimonio cultural, que, como todos sabemos, es una potencia cultural por su diversidad, por su inmensa riqueza histórica y cultural.
Reveló el hallazgo en la Catedral Metropolitana, principal monumento religioso del país por su significado histórico, religioso y social, diciendo: “queremos informarles sobre lo que comúnmente sucede cuanto intervenimos un monumento de esta antigüedad y de esta historia: encontramos algunas sorpresas y queremos informarles sobre un hallazgo que tuvimos en la restauración de Catedral. Tenemos un pequeño video para mostrarles. Si nos permiten, por favor.
“Durante la intervención arquitectónica y estructural de la Catedral Metropolitana que realiza la Secretaría de Cultural, a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural surgió un hallazgo de relevancia histórica a las 10:32 horas del 30 de diciembre de 2022. Cuando se ejecutaban trabajos de aplanados al interior del tambor de la linternilla en la cúpula central se desprendió una baldosa de barro que cubría un nicho orientado al norte.
“Al interior del nicho, un restaurador encontró una caja rectangular de plomo. La tapa de la caja contenía una inscripción en latín con el siguiente texto: ‘Jesus Nazarenus rex judaeorum. Titulus triumphalis defende nos ab ómnibus malis. Sancte deu, sancte fortis, sancte inmmortalis miserere nobis’.
“Junto a este primer hallazgo se advierte la presencia de cuatro baldosas de barro contiguas que cubrían otros nichos, nichos que albergaban cajas forjadas de plomo con inscripciones en latín con las leyendas: ‘Ste Gabriel ora pro nobis 22, Ste Raphael, ora pro nobis 21, Ste Ionnes euaeg ora pro nobis 20’.
“En consecuencia, la contratista notificó de inmediato a la residencia de obras sobre el hallazgo, quien se encargó de dar aviso al director general y a las autoridades correspondientes del INAH.
“De este primer hallazgo se instruyó a la empresa ejecutora los trabajos seguir verificando la existencia de más nichos. Durante el transcurso de ocho horas se encontraron 19 cajas más, todas fabricadas en plomo, algunas de ellas con inscripciones que hacían alusión a santos o seres divinos, y otras con la tapa grabada sin data ni otro signo que permitiera suponer el contenido de estas.
“Al término de la jornada se tenía conocimiento de la existencia de 23 cajas con inspiraciones religiosas que contenían distintas pinturas, cruces de madera y palma, así como distintos fragmentos que posiblemente conformaban medallones de barro y cera.
“En la caja perteneciente a San Juan Bautista se encontró una nota referente a su hallazgo en 1810 por uno de los pintores que intervinieron en ese año la Catedral y que posiblemente eran parte del equipo del arquitecto Tolsá. Está caja fue la única hallada y abierta en ese año, y menciona:
“‘Severo Arceo y Nicolás Serrano, pintores, y José Félix, José Sicilio y Juan García, albañiles, y Juan Flores, sobre estante, cuando se pintó esta cúpula, año de 1810, encontraron estas reliquias de su Santidad Juan Bautista, Y rogar a Dios por sus almas por amor de Dios. Era virrey el señor arzobispo don Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, gobernaba en España Fernando VII y en Francia Napoleón Bonaparte’.
“Derivado de los hallazgos se implementaron acciones de protección que incluían el registro del emplazamiento, medidas y descripción breve de las cajas y el sellado nuevamente de los nichos, restringiendo totalmente el acceso a ellos con la intención de resguardarlos hasta que los restauradores especialistas del INAH pudieran acudir al sitio del descubrimiento.
“Una vez que el INAH, a través de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, realizó la exploración, registro y trabajos de conservación del contenido de estos bienes patrimoniales y de las cajas de protección, se prevé que estas sean reintegradas a su oposición original en el arranque del cimborrio de la linternilla de la cúpula central de la catedral de México, acción que se prevé concluya a finales del mes de enero del presente año”.
Finalmente, Balandrano Campos apuntó que es “muy emocionante este hallazgo, nos habla de la época final de la construcción de la Catedral, culminada por el arquitecto Tolsá, que en la hipótesis de los investigadores y de los teólogos de Catedral estas cajas contienen imágenes de los santos protectores que tienden un manto de protección al conjunto catedralicio de nuestra ciudad.
“La importancia histórica y el referente que nos deja en la nota de los pintores y albañiles que encontraron una de las cajas en una intervención posterior, nos habla de la importancia de la referencia histórica de estos monumentos en la cultura de nuestro país.
“Los trabajos de Catedral ya los hemos terminado, solamente falta reintegrar las 21 cajas a su sitio para mantener esta tradición de protección religiosa a conjunto catedralicio.
“Y comentarles también que el Gobierno de México ha estado muy atento a la conservación de este monumento. En una primera etapa se hizo una intervención importante para mantener la estabilidad del monumento, que sabemos, como todos los otros monumentos del Centro Histórico de la Ciudad de México, se hunden paulatinamente ante el lecho, antiguo lecho lacustre que tenía la ciudad, y se atendieron los pilotes de control para mantener la estabilidad de su estructura.
“Se retiró toda la flora parásita que crece en las juntas de las piedras, se rehabilitó con ayuda de la Comisión Federal de Electricidad todo el sistema eléctrico de Catedral para evitar algún chispazo y un siniestro por incendio, y también se rehabilitó el sistema de pararrayos de la Catedral para protegerlo del golpe de un relámpago en una tormenta.
“En la intervención que terminamos este año, a fines de diciembre más bien, y que atendió los daños que afortunadamente fueron menores en las dos torres y en las cúpulas de la Catedral, ya han sido terminados y estamos por devolver a la comunidad de la capital y a todos los visitantes que vienen a visitar este señorial monumento para dejarlo seguro y resistente ante los próximos sismos que sabemos que vendrán”, concluyó.
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Esta entrada fue modificada por última vez en viernes, 27 de enero, 2023
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