“Hay una voluntad colectiva a favor del cambio. La gente demanda participar en la construcción de una nueva legalidad, de una nueva convivencia, de una nueva República”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la ceremonia “México-Tenochtitlán, más de siete siglos de historia”.
En el Museo del Templo Mayor, ubicado al lado de Palacio Nacional, el mandatario hizo un recuento histórico desde el tiempo de esplendor de los aztecas hasta nuestros días. Asistió Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil.
Luego de escuchar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, (a quien le reiteró su respaldo), al historiador Enrique Semo, autor del libro La conquista, catástrofe de los pueblos originarios, y a la invitada especial, el mandatario resaltó que los habitantes de la capital poseen una sólida tradición de lucha por la democracia, la justicia y la solidaridad.
Contamos – puntualizó- con enormes potencialidades, los más altos niveles de escolaridad del país y los principales centros culturales, turísticos, financieros y administrativos de México.
Aquí en la Ciudad, dijo, se produce el 23 por ciento de toda la riqueza generada en el país, de modo que hay una inmensa reserva de energía que está siendo desatada y encausada con el propósito de convertirla en un espacio para el bienestar y el disfrute de la vida.
Luego mencionó el reconocimiento a la jefa de Gobierno –tal como lo había hecho minutos antes Rousseff-. También se refirió al desplome en la Línea 12 del Metro (con saldo de 26 muertos y decenas de heridos).
“Y aquí en la ciudad, en la capital de la República, en la que los aztecas llamaban el ombligo de la luna, gobierna una mujer excepcional, trabajadora, honesta, inteligente y de profundas convicciones humanitarias, me refiero a la compañera Claudia Sheinbaum.
“No podría dejar de decir que en la lamentable desgracia del Metro de Tláhuac seguirá habiendo atención y apoyo para los familiares de las víctimas y desde luego el compromiso de conocer la verdad y de hacer justicia”, señaló.
En esta ciudad, expresó, donde parece que cada quien se dedica a lo suyo, y que en apariencia predomina el individualismo, la gente es generosa, fraterna y unida, y cada vez que se requiere hacer frente a una desgracia, la solidaridad que he constatado en la ciudad de México ante situaciones de desastre sólo es comparable a la que se expresa en momentos difíciles de adversidad en las comunidades indígenas de México.
Antes, al hablar de periodos anteriores, en particular de los 36 años de neoliberalismo, “el de mayor corrupción y saqueo y corrupción en toda la historia de México” dijo que el objetivo de su gobierno “ha sido encender de nuevo la llama de la esperanza” y tener un futuro digno para todas y todos.
A eso hemos convocado, en la etapa de la Cuarta Transformación, para darle a cada persona nuevas e importantes razones para triunfar en esta ciudad generosa y fraterna.
Habló de la grandeza de las culturas originales y de su influencia. Tal es el caso, señaló, que de los 2 mil 469 municipios de México, el 48 por ciento tiene nombre nahúatl.
Con ello podemos imaginar lo poderoso que fueron y, en contra, la barbarie que significó la conquista y los tres siglos de dominación española.
“Voy a repetir lo que el maestro Semo subrayó, lo que dejaron escrito los mexicas en los memoriales de Culhuacan: ‘mientras exista el mundo, no acabará la gloria ni la fama de México-Tenochtitlán”.
Al final agradeció la presencia de la ex mandataria brasileña.
“Señora, Dilma Rousseff, aquí en el Templo Mayor de Tenochtitlán, en este sitio que representa la grandeza cultural de México, además de agradecerle por acompañarnos a esta conmemoración, queremos decirle a usted, a sus compañeras y compañeros y al pueblo hermano de Brasil, que pueden contar con nosotros. Lo expreso yo, y estoy seguro que lo dirían, lo gritarían con pasión millones de hombres y mujeres de México: que viva el pueblo de Brasil, que viva el pueblo de Tenochtitlán, viva México”.
En su turno, Sheinbaum dijo que a la capital, eje de Mesoamérica, nada la vence.
“Hace siete siglos en esta ciudad se levantó la legendaria Tenochtitlan, cuna de la cultura Mexica, a partir de la cual llevamos el nombre de nuestro país, México.
“Ciudad con un pueblo solidario, participativo, que muestra al mundo todos los días que nada la vence; como jefa de gobierno de esta hermosa y grandiosa ciudad de México no pretendo nada más que estar a la altura de este pueblo milenario que cada día nos hace sentir más y más orgullosos”.
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