Sin identificar la autoría, pero con los mismos argumentos de la oposición, desde ayer circulan en redes sociales cinco videos con formato de espots contra Claudia Sheinbaum Pardo, candidata a la Presidencia por la coalición Sigamos Haciendo Historia. La propaganda aborda violencia de género, delincuencia y abasto de fármacos.
Filmados en alta definición, con elevados niveles de producción, presentan escenificaciones de situaciones y fuertes imágenes, exacerbando las críticas que los partidos contrarios a la 4T han lanzado reiteradamente contra el gobierno federal.
Los videos, de entre 30 y casi 60 segundos, cuentan con una voz masculina en off, que cierra con el lema: A Sheinbaum Pardo se le va a caer el país, consigna siempre acompañada por música del tipo usado en filmes para inspirar temor.
Un clip muestra tres charolas transparentes sobre una mesa. Uno de los recipientes contiene material de construcción, otro un líquido rojo y el tercero, agua. Una mujer introduce primero las manos en la grava, la aprisiona, luego pasa al contenedor con el fluido rojo que al frente tiene un letrero en que se lee: Rébsamen. Sus manos quedan rojas e intenta limpiarlas en el agua; luego toma una toalla con el logo de Morena con la que busca quitar el tinte. Entra la pregunta: ¿Así de fácil vamos a dejar que Morena se lave las manos?
Otra pieza presenta un sitio lúgubre como cárcel, donde una mujer con voz de mando alecciona a supuestos asesores de un centro de llamadas sobre cómo justificar un eventual desabasto de fármacos.
En otra, una mujer corre por un bosque, mientras hombres armados, algunos con ropa tipo militar, le disparan. A su paso ve a una joven herida, a la que no puede ayudar, mientras de fondo se escucha una ráfaga de tiros. Tras ello, ingresa a su casa y saluda a su madre, como si nada la hubiese afectado. Luego se afirma que desde que gobierna Morena se ha normalizado vivir en constante peligro, así como que en este sexenio más de 17 mil mujeres han sido asesinadas. Para las mujeres, salir de casa es jugarnos la vida, concluye.
Uno más pretende demostrar la ineficacia de la justicia en los casos de violencia sexual. Se afirma que ahora a las mujeres agredidas se las exhorta a abrazar a sus violentadores, porque la estrategia sería abrazos, no balazos.
Arranca la fase definitiva de la elección más cara
Con el arranque de las campañas presidenciales este viernes, se entrará en la etapa definitiva de un proceso electoral ubicado como el más caro de la historia, al rondar 66 mil millones de pesos, incluidos los comicios federales y estatales.
Dicha erogación representa un incremento de casi 50 por ciento respecto a 2018, cuando ascendió a 45 mil millones de pesos.
Aunado al costoso peso que tiene el sistema electoral mexicano, producto de la acumulación de facultades de los organismos y los numerosos candados que tienen las elecciones, el financiamiento a los partidos es otro factor central en este proceso. Las prerrogativas que recibirán tanto a niveles federal como estatales ascenderán a 18 mil 487 millones de pesos, asociado a que estarán en disputa 19 mil cargos.
Morena será el que más financiamiento obtendrá, pues las prerrogativas que recibirá a escala federal y en las 32 entidades suman 5 mil 37 millones de pesos, cifra que incluye 3 mil 509 millones por concepto del gasto ordinario, a los que se añadirán mil 628.2 millones para el financiamiento del gasto de campaña de sus candidatos. Sus principales adversarios también recibirán grandes cantidades: 3 mil 280 millones el PAN y 3 mil 125 millones el PRI.
La compactación del calendario electoral debido a las reformas ha provocado que cada tres años se registre un gasto millonario en la organización de comicios coincidentes. Aunado a ello, por primera vez en los últimos sexenios, esta vez no se realizó ninguna modificación, a pesar de la intención del gobierno de abatir el gasto en la materia, por la evidente discordancia con la oposición que rechazó cualquier intento de reducir el presupuesto de los organismos electorales, que percibían como una tentativa de debilitar las instituciones del ramo.
Considerada en la reciente iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como duplicidad del gasto la preservación del Instituto Nacional Electoral (INE) y 32 organismos públicos lo cales electorales (Oples), para esta elección el INE ejercerá 22 mil 322 millones de pesos, esto es 4 mil 896 millones más que en 2018.
Aunque algunas tareas de la organización de los procesos locales las absorbe el INE desde la última reforma electoral, los Oples –que en la iniciativa rechazada por la oposición se plantea desaparecerlos para crear un solo organismo en el país– ejercerán este año 17 mil 445 millones de pesos.
En este rubro, hay una polémica en torno al gasto que ejercen, porque en muchos estados (especialmente varios de los que gobierna Morena) han registrado ajustes que han motivado solicitudes de ampliación presupuestal porque no tienen los recursos para asumir el costo de sus elecciones, en una práctica recurrente en los últimos años.
En cuanto a la justicia comicial, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene un presupuesto de 3 mil 622 millones de pesos, y los tribunales locales poco más de 2 mil 600 millones.
Históricamente, en México se realizan comicios bajo un sistema que apuesta por privilegiar el financiamiento público a los partidos, como fórmula que por un lado favorece la fiscalización del ingreso-gasto, pero que en paralelo busca reducir los riesgos de que ingrese dinero ilícito a la campaña (desvío de recursos públicos; financiamiento de entes prohibidos, como empresa, e inhibir aportaciones del crimen organizado). En contraste, hay críticas por el creciente costo de los partidos y las elecciones que la iniciativa presidencial pretende reducir.
En estos comicios, los partidos tendrán 10 mil 388 millones por parte del INE y 8 mil 109 millones que en conjunto les asignaron los 32 Oples. Del total de recursos que recibirán, 5 mil 340 millones se destinarán a campañas y alrededor de 13 mil millones a financiar sus costosas burocracias. En el desagregado por partido, Morena recibirá 5 mil 137 millones de pesos (de financiamiento conjunto del INE y de los Oples), 3 mil 509 millones de gasto ordinario y mil 628 para campañas, mientras sus aliados: PT, 752 millones para gasto ordinario y 349.5 millones para campaña, y el Verde, 949.9 y 436.8 millones, respectivamente.
El PAN recibirá 2 mil 275 millones de pesos de gasto ordinario y mil 5 para campañas; el PRI, 2 mil 103 millones de gasto ordinario y mil 20 millones de campaña, y el PRD, 756 y 350 millones respectivamente. MC, mil 213 millones y 550.4 millones, en ese orden.
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