Aun cuando el informe oficial que envió el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que ninguna de las agencias estadounidenses participó en la organización del vuelo que trasladó a su territorio a los narcotraficantes Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, el presidente Andrés Manuel López Obrador no descartó que efectivamente estuvieran involucradas con el traslado a El Paso, Texas.
Durante su conferencia, López Obrador destacó que si no hay la suficiente información sobre las circunstancias como viajaron a Estados Unidos, buscaría a su homólogo, Joe Biden. El mandatario consideró que el informe enviado por el Departamento de Estado no contiene la información suficiente para esclarecer todo lo que sucedió el pasado jueves con la captura en El Paso de ambos narcotraficantes.
Señaló que hay elementos de que las autoridades estadounidenses estaban actuando para obtener algunos acuerdos con el hijo de Joaquín Guzmán Loera.
Sobre la investigación en México de la Fiscalía General de la República relacionada con las capturas, dijo que esta debería contener el posible secuestro de Zambada, como la ha denunciado su abogado.
“Necesitamos saber todo, porque los abogados dicen que el hijo de Guzmán Loera fue el que lo detuvo, Eso dicen los abogados del Mayo Zambada, queremos saber a ver si fue él con quien, también dice que con informe militar de México, de Estados Unidos, en qué sitio fue, en dónde. Nosotros tenemos la información eso sí, confirmada, que no intervino ni el Ejército mexicano ni la Secretaría de Marina ni la Guardia Nacional”.
-¿Es suficiente el informe del Departamento de Estado?
-Falta mucho por saber. ¿De dónde salieron? Originalmente mandaron de Migración (Instituto Nacional de Migración) de México lo del plan de vuelo que salió un avión de Hermosillo a Nuevo México, luego se menciona que si salieron de ahí, no se tiene una información, una información confiable.
-¿No se sabe de dónde despegó la aeronave?
“No, la versión es que salió de Hermosillo que fue una avioneta la información específica”, dijo el mandatario.
Por otro lado, dijo que hasta el momento no ha habido un recrudecimiento de la violencia en Sinaloa por la captura de estos narcotraficantes. Destacó que la violencia no es el camino.
Un apretón de manos pactó la entrega
El hijo de El Chapo Guzmán estrechó manos con los agentes de la DEA y el FBI que lo detuvieron al descender del avión en el que llegó a El Paso, Texas, según recoge el diario USA Today de los testimonios de algunos testigos que durante la tarde del jueves presenciaron la llegada del avión en el que viajaba con Ismael El Mayo Zambada, líder del Cartel de Sinaloa.
El encargado del pequeño aeropuerto del Condado de Doña Ana contó al diario estadounidense que las autoridades le avisaron de que una aeronave que se aproximaba al aeródromo llevaba “dos VIP’s” (personas muy importantes). Cuando el vuelo aterrizó, un hombre bajó “y estrecho las manos de las fuerzas del orden público”, aseguró un piloto a la publicación.
En la avioneta, un Beechcraft King Air, fueron hallados restos de papas fritas y gansitos, así como seguros de plástico. La aeronave ha sido inmovilizada por las autoridades. El abogado de El Mayo Zambada ha asegurado que en el avión solo viajaban tres personas: Guzmán López, Zambada y el piloto.
Insiste el abogado que el capo fue “secuestrado”
Hay un nuevo giro en la historia de uno de los narcotraficantes más célebres de la historia reciente. El abogado del líder de Cartel de Sinaloa ha difundido que su cliente fue “violentamente secuestrado” por Joaquín Guzmán López. “Mi cliente no se entregó ni negoció ningún acuerdo con el Gobierno estadounidense”, insistió.
Se trata de un giro de tuerca para los días venideros. La posibilidad de que Guzmán López se beneficie de la entrega de El Mayo Zambada se verá en las Cortes estadounidenses que ya juzgaron a su padre en 2019 y lo condenaron a cadena perpetua.
Ismael El Mayo Zambada fue traicionado por uno de los hijos de su socio, El Chapo Guzmán. Esta es la versión que el abogado del líder de Cartel de Sinaloa ha difundido tras la detención del capo el pasado jueves en un pequeño aeropuerto en El Paso, Texas. Frank Perez ha asegurado al diario Los Angeles Times que su cliente fue “violentamente secuestrado” por Joaquín Guzmán López. “Mi cliente no se entregó ni negoció ningún acuerdo con el Gobierno estadounidense”, insistió. La mañana del jueves, Zambada se reunió con Guzmán López y –siempre según el relato del letrado– fue sometido entre seis hombres “vestidos con uniformes militares” y el hijo de El Chapo, quienes lo ataron de pies y manos, lo arrojaron a la batea de una camioneta pick up y lo llevaron a una pista clandestina. “Lo obligaron a subir al avión, Joaquín ató sus piernas al asiento y lo trajo a Estados Unidos contra su voluntad. En el avión solo viajaban el piloto, Joaquín y mi cliente”, contó Perez.
El relato del abogado de Ismael Mayo Zambada García refuerza la versión de que el narcotraficante nunca tuvo la intención de entregarse a las autoridades estadounidenses, que llevaban más de 30 años tras sus pasos y habían puesto el precio de 15 millones de dólares por su cabeza. Una avioneta Beechcraft King Air aterrizó la tarde del jueves en el aeródromo a las afueras de El Paso, Texas, apenas a unos kilómetros de la frontera con México. Del avión descendieron, para sorpresa de los agentes de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y del FBI, el fundador del Cartel de Sinaloa y uno de los hijos de su socio, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Los agentes arrestaron a los dos hombres y comenzaron las gestiones para llevarlos ante la Justicia.
Zambada compareció el viernes ante un juzgado en El Paso y escuchó los cinco cargos de los que el Gobierno de EU le acusa: tráfico de fentanilo, cocaína y marihuana, lavado de dinero, secuestro, uso de armas de fuego y conspiración para matar. Se declaró inocente. Las transcripciones de la audiencia revelan que el capo, de 76 años, se presentó en una silla de ruedas, lo que refuerza la información que las agencias estadounidenses tenían sobre su frágil estado de salud. La épica del gran capo de la droga, inaccesible en la montaña de Sinaloa, imposible de atrapar, y con una gran habilidad para burlar a las autoridades en cualquiera de sus intentos de captura, se ha derrumbado.
Joaquín Guzmán López, de 38 años, solo ha sido señalado por el Departamento de Justicia como traficante de cocaína, heroína y metanfetaminas. El hijo de El Chapo ha sido trasladado en las últimas horas a la prisión metropolitana de Chicago y está previsto que se presente ante un juez el próximo martes. El centro penitenciario a donde fue llevado es el mismo donde su hermano Ovidio se encontraba desde el año pasado, cuando fue extraditado desde México. El destino de Ovidio Guzmán se ha convertido también, en los últimos días, en una incógnita: el registro del Sistema Federal de Prisiones muestra que El Ratón, como también se le conoce, fue liberado el martes 23 de julio, dos días antes de la detención de El Mayo Zambada. Las autoridades en México y Estados Unidos han insistido en que Ovidio Guzmán sigue bajo el resguardo de la Justicia y que solo ha cambiado las medidas cautelares, sin ofrecer mayores detalles.
La posibilidad de que Guzmán López se beneficie de la entrega de El Mayo Zambada se verá en las Cortes estadounidenses que ya juzgaron a su padre en 2019 y lo condenaron a cadena perpetua. El relato desvelado por el abogado de Zambada abre nuevas preguntas sobre el estado del Cartel de Sinaloa y la relación de Los Chapitos con el socio de su padre. El Gobierno mexicano ha negado que hubiese formado parte de la operación para atrapar al capo. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que supo sobre el arresto de Zambada cuando ya había ocurrido y de voz del embajador de EU en México, Ken Salazar.
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