México

La política construye la paz; no al odio entre naciones: CSP

Durante su participación en la cumbre del G-7, que integran las siete grandes potencias en el mundo, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su profunda preocupación por los conflictos armados: “A todos nos preocupa profundamente el resurgimiento de conflictos armados y la normalización de la violencia, la discriminación y el sufrimiento en el mundo, ningún interés puede estar por encima de las vidas humanas, el odio entre naciones, comunidades e individuos no debe dominar la civilización actual. Desde nuestra visión el camino no es el armamentismo sino la diplomacia activa”.

Al dar a conocer hoy su discurso íntegro en la cumbre, la mandataria subrayó que la política se inventó para evitar la desolación, construir puentes y soluciones, se inventó para que la paz se construya, no se imponga. La paz no consiste únicamente en la ausencia de la guerra, también implica presencia de justicia, comercio justo, oportunidades, cooperación para el desarrollo y respeto a los derechos humanos.

Tras reivindicar las aportaciones de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y demandar un desarrollo económico y social mundial más justo, Sheinbaum expresó a los mandatarios asistentes a la cumbre que es necesario pugnar por un desarrollo más justo a nivel mundial. Todos los ciudadanos de todos los países deben tener la posibilidad de tener una vida con bienestar y aunque parezca un sueño, es posible; esto significa avanzar hacia una comunidad más equitativa y sostenible, el bienestar económico.

Finalmente se pronunció porque estas reuniones del G 7 no sean sólo encuentros entre representantes de las potencias, sino que sea un espacio de responsabilidad compartida porque el poder no se mide únicamente por lo que se tiene o por lo que se hace con él.

A continuación su discurso íntegro

Primer ministro de Canadá, Mark Carney; distinguidos miembros del G7, acudo ante ustedes como Presidenta de México, representante de un pueblo digno y orgulloso, de su historia que se ha caracterizado por ser promotor de la paz. Así está escrito en nuestra Constitución. México ha sido históricamente un país promotor del diálogo, del desarme y del respeto a la soberanía de los pueblos. Un gran Presidente de México, Benito Juárez, indígena zapoteco de gran visión conocido como el Benemérito de las Américas, hizo legado universal el siguiente pensamiento: “entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Con ello como principio y dada la situación internacional de la que no podemos abstraernos, en nombre de México hacemos un llamado a las grandes naciones a construir la paz en vez de destruir, a trabajar con firmeza por la paz, tal vez somos idealistas, pero preferimos el llamado al humanismo a rendirnos frente al conformismo o el silencio.

Hablar de seguridad y transición energética es también hablar de la paz. A todos nos preocupa profundamente el resurgimiento de conflictos armados y la normalización de la violencia, la discriminación y el sufrimiento en el mundo. Ningún interés puede estar por encima de las vidas humanas, el odio entre naciones, comunidades e individuos no debe dominar la situación actual. Desde nuestra visión el camino no es el armamentismo, sino la diplomacia activa.

La política se inventó para evitar la guerra en cualquiera de sus manifestaciones: bélica, comercial o fría. La política se inventó y para evitar la desolación, construir puentes, soluciones, se inventó para que la paz se construya, no se imponga.

La paz no consiste únicamente en la ausencia de la guerra, también implica presencia de justicia, comercio justo, oportunidades, cooperación para el desarrollo y respeto a los derechos humanos. En este contexto es fundamental reconocer personas y familias que han migrado por necesidad y que contribuyen de manera significativa a los países que los reciben.

En particular, es menester destacar a las y los mexicanos que desde hace años residen en Estados Unidos. Nos referimos a las personas trabajadoras, honestas, que han construido su vida con dignidad, cumplen con las leyes, esfuerzo y dedicación. Pagan impuestos, asumen responsabilidades y no merecen discriminación sino respeto y reconocimiento.

El fin último es que las personas tengan empleo bien remunerado y acceso a una vida digna en sus lugares de origen, que tengan bienestar. En la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños propuse una cumbre por el bienestar económico. Propongo una reunión similar en donde además de la Celac participan países del G-7, los países invitados el día de hoy y otros más, con el propósito de fortalecer una cooperación efectiva para el desarrollo de un comercio justo y recíproco, como base de una paz verdadera que todo el mundo anhela.

Todos los ciudadanos de todos los países deben tener la posibilidad de tener una vida con bienestar y aunque parezca un sueño, es posible esto significa avanzar así hacia una comunidad internacional más equitativa, pacífica y sostenible.

El bienestar económico y la cooperación para el desarrollo son actos de responsabilidad compartida de todas las naciones. En un mundo marcado por interdependencias, ningún país puede aislarse y prosperar a costa del sacrificio ajeno, apostar por la cooperación y en última instancia apostar por un futuro común basado en la justicia.

Que está G-7 no sólo sea una reunión de potencias, sino un espacio de responsabilidad compartida porque el poder no se mide sólo por lo que se tiene o por lo que se hace con él.

Turquesa News

Editor de Turquesa News. Canal de noticias de Grupo Turquesa, con lo más relevante del ámbito político, local, nacional, espectáculos y deportes.

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