Emma Coronel, esposa del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, fue liberada este miércoles después de haber pasado dos años y medio en prisión por delitos de narcotráfico.
A partir de ahora, la modelo cumplirá una libertad condicional durante cuatro años, lo que implica que deberá residir en un lugar avalado por las autoridades, además de que tendrá que trabajar legalmente por lo menos 30 horas semanales.
La modelo fue detenida en febrero de 2021 en el estado de Virginia, ya que la justicia estadounidense la acusaba de haber participado en la importación ilegal de un kilo o más de heroína, cinco kilos de cocaína, uno de marihuana y 500 gramos de metanfetaminas.
También la imputó por su presunta participación en la fuga del Chapo del penal de Almoloya, ocurrida en México, el 11 de julio de 2015.
En junio de 2021, Coronel se declaró culpable de los delitos de asociación ilícita para traficar cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana; lavado de dinero y participación en transacciones de propiedades pertenecientes a un narcotraficante.
Cinco meses más tarde, la condenaron a tres años de prisión, lo que implicaba que debería salir en febrero de 2024, ya que se tomaba en cuenta el tiempo que había pasado en la cárcel sin ser sentenciada. No obstante, el año pasado la pena fue reducida y finalmente se le otorgó la libertad anticipada.
Desde que la detuvieron, Coronel primero fue llevada a la prisión FMC Carswell, ubicada en Texas, y luego al Centro de Manejo Residencial de Reinserción de Long Beach, al sur de Los Ángeles, California, que abandonó este miércoles.
Coronel Aispuro estuvo rodeada del negocio del narco desde que nació el 2 de julio de 1989 en California, Estados Unidos, a donde sus padres mexicanos, Inés Coronel y Blanca Aispuro, habían emigrado. Por eso tiene la doble nacionalidad.
Siendo todavía una niña, la familia volvió a Durango, uno de los estados que junto con Chihuahua y Sinaloa forman el Triángulo Dorado, un territorio del norte mexicano famoso por la producción y tráfico de drogas.
La mujer siempre negó que su familia estuviera involucrada en el narcotráfico, aunque en 2013 su padre y su hermano Omar Inés fueron detenidos en la frontera de México y Estados Unidos con un cargamento de marihuana y armas. Los condenaron a 10 años de prisión y los identificaron como miembros del cártel de Sinaloa.
Su vínculo principal, sin embargo, comenzó a escribirse a fines de 2006, cuando conoció al Chapo. Ella tenía 17 años y el capo 49. La diferencia de edad no impidió un romance que estuvo marcado por el invaluable apoyo que Guzmán Loera le brindó para que ganara el concurso de reina del Festival del Café y la Guayaba en Durango.
En cuanto la adolescente cumplió 18 años, se casaron. Para entonces, El Chapo ya era una leyenda, el jefe narco más importante de México, el que manejaba un imperio trasnacional del crimen que operaba en los cinco continentes, el mismo que ya se había fugado de una cárcel de máximo seguridad, el hombre más buscado por el FBI y la Interpol después de Osama bin Laden. El que vivía escapando. El que tenía por lo menos 15 hijos con diferentes mujeres.
En 2011, Coronel Aispuro quedó embarazada y decidió parir en Estados Unidos para que las mellizas Emali Guadalupe y María Joaquina Guzmán tuvieran la nacionalidad estadounidense, como ella. Fue una estrategia para protegerlas.
Hasta entonces, su nombre apenas si aparecía en las crónicas que se publicaban sobre el devenir criminal del ‘Chapo’ y del Cártel de Sinaloa. Pero comenzó a sonar con más insistencia el 22 de febrero de 2014, cuando el capo fue capturado en un hotel en un hotel de la ciudad de Mazatlán, en Sinaloa. Estaba con su esposa y sus dos hijas.
El Chapo ya se había fugado de una prisión de supuesta máxima seguridad en 2001. Y lo volvió a hacer en julio de 2015, pero seis meses después lo volvieron a capturar y las autoridades mexicanas decidieron que lo mejor era extraditarlo a EU, donde enfrentó un histórico y mediático juicio.
Fue ese proceso el que le dio fama internacional a su esposa. La juventud, elegancia y belleza de Coronel, quien acudió a todas las audiencias, llamó la atención de la prensa y del público. Y ella empezó a hablar con los periodistas.
Una y otra vez, Coronel afirmó que no sabía nada de los negocios de su esposo. Pero en una de las audiencias se mostraron mensajes de 2011 y 2012, en los que el Chapo le daba indicaciones para comunicarse sin que las llamadas fueran intervenidas y hablaban de enfrentamientos con la policía, envíos de droga, operativos y fugas.
En esa época, Coronel trató de registrar en exclusiva y aprovechar comercialmente el nombre del capo, pero no tuvo éxito; abrió una cuenta en Instagram en la que sumó cientos de miles de seguidores; inició una carrera como modelo, e incluso participó en el reality Cartel crew, protagonizado por exnarcos y sus familiares.
A mediados de 2019, su esposo fue condenado a prisión perpetua. Casi dos años después, a ella también se le terminó la suerte y terminó sometida a un juicio en el que prefirió colaborar y declararse culpable para recortar su pena.
Con información de agencia RT
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