Llegada de AMLO, “momento difícil de nuestra democracia”: Krauze – El historiador Enrique Krauze consideró que la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República es “un momento difícil de nuestra vida democrática”, pero en la democracia es válido errar y corregir. Llamó a cuidar las instituciones, las libertades y el precepto de no reelección.
El historiador impartió una conferencia magistral en la 17 Convención Bianual de Minería que se lleva a cabo en el centro de convenciones Mundo Imperial. Ahí, cada crítica a López Obrador fue aplaudida por los asistentes. Cuando el historiador señaló las acciones del Presidente que él considera aciertos como la austeridad, lucha contra la corrupción y un mejor reparto de la riqueza, se quedaron callados. “Un demócrata puede estar de acuerdo en unas cosas y en otras no, no se trata de todo o nada”.
El salón donde se llevó a cabo la conferencia estuvo lleno. Muchos se quedaron de pie escuchando al conferencista. En estas actividades es común que las conferencias magistrales no convoquen a muchos asistentes.
Krauze en su conferencia aludió a un paralelismo entre el fallecido Presidente de Venezuela Hugo Chávez y López Obrador y por eso dijo se debe evitar su reelección, porque “en ningún caso, ni de derecha ni de izquierdas el poder absoluto produce buenos resultados, por eso se inventó la democracia”.
El Gobierno de López Obrador “tiene elementos que yo considero positivos, se sorprenderán ustedes puesto que tengo una trayectoria crítica con respecto a éste, pero a mí me parece que la política de austeridad es buena, que la voluntad de atacar a la corrupción es inaplazable, que el tratar de distribuir directamente una parte del ingreso nacional interno a la población más necesitada también es un fin loable aunque a veces la instrumentación es la que falla”.
Alegó, “nosotros no somos opositores ciegos pero somos independientes, entonces podemos decir ‘el fin es muy bueno, la instrumentación clientelar no es buena’”.
En su conferencia, el también director de la revista Letras Libres señaló que para mantener la democracia en México se deben defender tres preceptos: primero las instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE), el Banco de México, el Instituto Nacional de Transparencia, el Instituto de Acceso a la Información (INAI) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). “El poder necesita contrapesos”.
El segundo es la libertad de expresión y todas las libertades, y consideró que ya hay medios de comunicación en México que se autocensuran. “La libertad es como el aire, no se aprecia sino cuando se pierde”.
El tercer factor es mantener el principio de no reelección. “La no reelección es como el primer mandamiento de la ley histórica política de México”, y recordó que ésta fue una de las causas de la Revolución Mexicana que dejó miles de muertos. Dijo que estos son los límites que debe respetar López Obrador.
Al plantearse él mismo la duda si existe una similitud entre el Gobierno de López Obrador y el ex presidente priista Luis Echeverría, Enrique Krauze se respondió que no y que eso es lo que le preocupa porque el poder que tiene el primer Gobierno de Morena no lo tuvo ningún expresidente priista.
El historiador recordó que “el presidente, en el sistema de la dictadura perfecta, no tenía todo el poder porque compartía el poder con el PRI. Ningún presidente era dueño del PRI, el PRI era, digo era porque el PRI ya pasó, no digo que a mejor vida pero pasó, era una especie de gran corporativo de federaciones campesinas y sindicales pero el PRI era un partido que no era propiedad del presidente.
Si el presidente quería tomar decisiones sindicales tenía que consultar con la CTM porque como un día me dijo Fidel Velázquez: ‘yo les decía a los presidentes, usted es presidente de México pero yo soy presidente de los obreros de México, usted está aquí por seis años, yo llevo aquí 60’. Es decir para bien o mal el PRI era otro poder junto con el presidente”.
Añadió “el presidente podía ser popular o impopular, hubo presidentes impopulares pero nadie era importante por ser el hombre que era, porque cuando salía del poder se volvía nadie, cuando entraba López Portillo y salía Echeverría nadie se acordaba de él”.
Luego, señaló: “estamos en una situación donde el voto popular llevó a nuestro presidente a tener un poder que no tuvo ningún otro presidente del PRI, porque en efecto tiene casi una propiedad del partido Morena y porque es un hombre que además del voto tiene un gran carisma y un gran apoyo popular”.
Destacó como una virtud del priismo que desde 1934, en México hay un nuevo presidente cada seis años, “del Presidente López Obrador así espero, tiene el mandato de cumplir cabalmente hasta el último día de su mandato, no permanecer en él. Ha dicho que no permanecerá y yo he dicho públicamente que se lo creo.
“Lo central es que México no pierda la brújula democrática en sus instituciones, sus libertades y el precepto de no reelección”.
Reflexionó que en el 2000 México entró en la vida turbulenta de la democracia, donde hay muchas opciones y puede haber buenos y malos gobiernos. Sostuvo que él fue crítico de los gobiernos de los ex presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Se definió como un demócrata liberal y que no pregona un mensaje alarmista y que mantiene el optimismo porque confía en que “el pueblo mexicano va salir de esta confusión, pero no hay que quedarnos con los brazos cruzados”.
Al final de la conferencia, a pregunta de uno de los asistentes el historiador respondió que en México no se vive el principio de una dictadura, “estamos viviendo un momento difícil de nuestra vida democrática, la democracia es una prueba continua, estamos viviendo una prueba importante para nuestra democracia, no vivimos una dictadura”.
También dijo que prefiere que el presidente esté cerca de la gente a que se vaya a jugar golf como lo hacía el expresidente Enrique Peña Nieto, pero está en contra de la polarización que induce en sus conferencias mañaneras.
A la pregunta sobre si el problema de violencia que vive el país es responsabilidad del actual Gobierno, el historiador señaló: “la violencia actual viene de muy atrás, ha habido malas decisiones de gobiernos anteriores pero sobre todo es el fortalecimiento de los grupos criminales” y apuntó que el Estado mexicano “es mucho más débil que en los años 80”.
“Creo que tiene que cambiarse la política seguridad en México, volverse mucho más profesional tomando del pasado las cosas buenas que se hacían y dejando a un lado las malas. En cuanto a la lucha por la corrupción estoy absolutamente convencido que es fundamental pero para eso la prensa y el INAI son importantes y el presidente debe dejar fuera de su gabinete a aquellas figuras que ostensiblemente contribuyeron a la corrupción económica, política y sindical de México”.
Sobre la liberación de Ovidio Guzmán, el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, opinó que estuvo mal en comparación con otros operativos hechos en el pasado, “dadas las circunstancias por supuesto que era mejor salvar vidas, pero el problema es que se estructuró mal”.
Abundó que sabe de las profundas convicciones religiosas que tiene el Presidente pero para gobernar, alegó, debe separarse de ellas. “No se puede gobernar un país con preceptos religiosos, se debe gobernar un país con la constitución en la mano”.
Insistió en la palabra “polarización” y desde su punto de vista el Presidente “no ha actuado con inteligencia en factores centrales de la vida nacional”, pero no mencionó los casos.
Consideró que aunque López Obrador es un Presidente popular este factor no “le asegura un lugar en la historia si no gobierna con la ley, con el respeto a las instituciones y con una visión moderna de México”.
Criticó que el gobierno mexicano tiene una actitud “tan sumisa” frente al presidente de Estados Unidos Donald Trump, a quien calificó como “dictador” y “tirano” quien tiene actitudes racistas hacia México. También reprochó que se use la Guardia Nacional contra “las pobres familias centroamericanas” y dar abrazos a los delincuentes.
Sobre la suspensión de concesiones de minas que anunció el Gobierno federal, el historiador opinó que esa mentalidad “no ayuda al desarrollo económico ni al dinamismo económico necesario en un mundo tan competido y global como el siglo 21, yo espero que se recapacite para que se disipen las nubes en el sector minero”.
Les sugirió a los mineros ser prudentes con las autoridades federales pero actuar con firmeza. Agregó que él no es partidario de la confrontación “pero sí creo que deben ser muy firmes diciendo los peligros que traerían regresiones legislativas que concentran los recursos en el poder central en vez de dispersarlos”.
También consideró que si se quitan los recursos del fondo minero “esos municipios van a sufrir mucho y van a ser foco de inestabilidad y probablemente de delincuencia”. También les dijo que deben comunicar mejor su postura y hacer su mejor esfuerzo de comunicación.
Del senador Napoleón Gómez Urrutia y a pregunta de un asistente, dijo que la trayectoria del líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros debiera ser distinta para ser considerado un aliado de la minería en el país.
Con información de: https://www.sinembargo.mx/24-10-2019/3666802
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