La orden fue terminante: nadie puede producir ni traficar fentanilo, y quien lo haga, enfrentará las consecuencias. La orden, según confirmaron fuentes diversas, habría venido directamente de la facción de Los Chapitos, en un afán por eliminar el estigma de que son ellos quienes están al frente de la producción de fentanilo en Sinaloa que se trafica a Estados Unidos.
“Se nos dijo que no cocináramos porque si lo hacíamos, nos iba a ir muy mal. Por eso ahorita nadie está haciendo fentanilo, todo está parado”, señaló un cocinero independiente quien solicitó no se revelara su identidad.
La orden llegó cinco semanas después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ) señalara que irían con todo contra quienes produjeran y traficaran fentanilo, acusando directamente a los hijos de Joaquín Guzmán Loera como los principales responsables de la fiebre por el consumo de fentanilo en Estados Unidos.
“Las acciones que se están tomando son para enviar un claro mensaje a Los Chapitos y otras redes criminales de drogas de todo el mundo, para que sepan que la DEA no se detendrá ante nada para proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos y la seguridad y la salud del pueblo estadounidense”, dijo en su momento la Administradora de la DEA, Anne Milgram.
En respuesta a esos señalamientos, y conscientes de que la Agencia Antidrogas de ese país (DEA) va contra ellos, Los Chapitos enviaron una carta a una periodista a través del abogado José Refugio Rodríguez Núñez, para aclarar que ellos “no trabajan fentanilo, pero qué en Sinaloa, sí abundaban grupos y narcos independientes que sí lo hacían y quienes no les rendían cuenta ni tenían control sobre lo que hacían”.
El contenido de la carta dio la vuelta al mundo en pocas horas, sobre todo porque la DEA nunca compró el mensaje de que Los Chapitos no producen fentanilo cuando había decenas de informantes negociando con Estados Unidos, afirmando que los hijos del Chapo son “los buenos”.
El mismo cocinero reconoció que él no cocinaba para Los Chapitos, pero que había otros que seguramente sí lo hacen.
“Yo le digo: no cocinó fentanilo para ellos (Los Chapitos); yo estoy asociado con otra persona que se encarga de enviar el fentanilo a Estados Unidos y de ahí sacamos dinero, por eso no miramos bien que nos digan que no podemos cocinar”.
El ex jefe de operaciones internacionales de la DEA, dijo que la orden obedece a que los hijos de Joaquín Guzmán Loera el Chapo, sienten la presión por las medidas que Estados Unidos están tomando en contra de ellos.
“Nosotros también estamos enterados que pararon (la producción de fentanilo), aunque sinceramente no estamos muy convencidos de eso, pero si es verdad, pienso que va a ser algo temporal, y van a esperar a ver cómo reacciona el gobierno, porque tampoco creemos que dejen de producir fentanilo y olvidar el mercado que tienen en Estados Unidos”, opinó en entrevista telefónica.
No obstante, consideró el ex agente de la DEA, la medida va a provocar que esa facción pierda una parte importante del mercado de las drogas en Estados Unidos, y ahí es donde entrará el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a adueñarse del mercado, lo cual significará que ese grupo criminal será su eventual remplazo para el tráfico de fentanilo.
“Esto lo digo porque en Estados Unidos están consumiendo fentanilo más que nunca, y si Los Chapitos empiezan a sentir la presión, se van a detener, porque no se trata de criminales duros como Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, o Ismael, el Mayo Zambada, sino que se trata de narco juniors que todo lo tuvieron y eso hace que sientan más la presión por lo que viene”, dijo Vigil, autor de los libros Deal y The Rise of a Sicario.
No es la primera vez que alguna de las facciones del cártel de Sinaloa emite una orden para detener una actividad criminal en su territorio, pues en 2019, durante los primeros seis meses del año, el cártel prohibió el robo de hidrocarburos en los alrededores de Culiacán, y la orden se obedeció; y anteriormente, en 2006, el cártel también prohibió el robo de autos.
Un coordinador para el trasiego de precursores de China a Sinaloa observó, sin embargo, que en esta ocasión era diferente, pues los líderes del cártel no sólo habrían prohibido la producción y tráfico de fentanilo, sino también la producción de metanfetaminas y el tráfico de armas, ya que la orden es mantenerse en pausa en lo que descifran qué hacer para evitar ser arrestados.
“Yo pienso que, si esto dura un mes más, vamos a tener que llevarnos la cocina para otro lado, donde Los Menores no controlen, porque la verdad uno no quiere problemas con nadie, pero al mismo tiempo tenemos que comer, y es lo único que sabemos hacer”, dijo el cocinero.
La fiebre por el fentanilo en Estados Unidos ha alcanzado niveles insospechables, incluso de acuerdo a las autoridades sanitarias de ese país, en 2023 ha matado por sobredosis a más de 70 mil usuarios, mientras que en 2022 mató a más de 100 mil personas, provocando que sus legisladores hayan aprobado una ley para castigar como terroristas a grupos de narcotraficantes, particularmente aquellos asociados al cártel de Sinaloa y cártel de Jalisco Nueva Generación.
Por otra parte, se dice que el tráfico y consumo de fentanilo en Estados Unidos sigue causando estragos y el problema ha escalado tanto que ya afecta a las Fuerzas Armadas del país, incluyendo a elementos de élite, tal como lo revelan estadísticas del Departamento de Defensa.
Según un informe del Pentágono publicado este año y consultado por Univision Noticias, entre 2017 y 2022 un total de 332 soldados perdieron la vida por sobredosis de droga y, en 174 de estos casos, se determinó el fentanilo fue el causante de las muertes.
El documento revela, además, que la base militar Fort Liberty ubicada en Carolina del Norte y donde entrenan soldados de élite conocidos como Boinas Verdes, es donde se han registrado más bajas por sobredosis de la potente droga sintética, con 31 casos.
“Cada sobredosis de drogas es una pérdida de vida prevenible y debemos trabajar para hacerlo mejor”, escribió Gilbert Cisneros, subsecretario del Departamento de Estado en una carta que envió a legisladores en febrero.
“Abordar el abuso de drogas y prevenir las muertes por sobredosis en nuestras Fuerzas Armadas es una alta prioridad para el Departamento de Defensa”, agregó.
Estas cifras muestran la alarmante situación del fentanilo dentro del ejército estadounidense, algo que también fue abordado por el diario Washington Post, al señalar que, durante los últimos ocho años, los fallecimientos de militares por esa droga duplicaron al número de caídos en Afganistán en el mismo periodo.
De acuerdo con el diario, algunas de estas muertes se debieron a una mala atención en los procesos de rehabilitación, como fue el caso de Ari McGuire, de 23 años, quien se alistó en 2016 y fue un sargento quien lo indujo al consumo de fentanilo.
Cuando el joven confesó a sus superiores que tenía una adicción a esta droga no recibió ayuda adecuada, ya que altos mandos en Fort Liberty lo pusieron en lista de espera para recibir tratamiento y ordenaron que dos sargentos lo cuidaran de cerca.
Sin embargo, McGuire se fue de la base aparentemente a comprar fentanilo en el auto de una compañía de viajes compartidos. Al volver, el conductor se dio cuenta que el muchacho estaba inconsciente. Más tarde fue declarado muerto en un hospital, concluyó una investigación del Ejercito citada por el Post.
Con información de https://riodoce.mx/2023/06/13/paran-produccion-de-fentanilo-en-sinaloa/
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