En una nueva alusión a la presencia en México del ex presidente Ernesto Zedillo, el jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que salió de su círculo de intelectuales encabezados por Mario Vargas Llosa y su activismo en el escenario internacional “y ahora sí vino a México y se desató. Y así está desatada toda la ‘maleantada’. Por algo será, esto significa que vamos muy bien en el proceso de cambio, de transformación del país”.
Durante su conferencia, hizo una breve referencia a los cambios democráticos en el país, destacando que se han realizado los cambios en el país por la vía pacífica. Sólo se han generado debates intensos, pero no pasa de insultos y enojos entre el sector conservador.
López Obrador refirió que la economía mexicana está bien; hay bienestar social y se ha avanzado en garantizar la paz y la tranquilidad. “Se ha logrado entre todos una transformación”.
Más adelante, recordó la gestión de Zedillo como presidente cuando ocurrió “el saqueo más grande de la historia del país” con el Fobaproa para rescatar bancos y empresas. En ese entonces, “la eminencia (Zedillo Ponce de León)” calculó que este rescate costaría 180 mil millones de pesos, pero a la fecha el costo ha sido de 3 billones de pesos y se calcula que aún faltan 50 años por pagar.
Indicó que el gobierno mexicano paga 50 mil millones de pesos al año, por lo que, proyectó, el costo final del Fobaproa será de 6 billones de pesos al país.
Además, durante su administración la devaluación alcanzó el 185 por ciento. “Es que ese señor no tiene ninguna autoridad moral para hablar sobre la democracia”.
Cuestionó su desempeño y las relaciones que se tejieron: “Imagínense a quienes rescató. Todavía tiene la desfachatez. Agréguenle que fue quien vendió los ferrocarriles nacionales. Acabó con los trenes de pasajeros y terminando su mandato de presidente se fue a trabajar de asesor, incluso anda en eso, en una empresa ferrocarril que se benefició con la privatización de los ferrocarriles nacionales”.
Y ahora, dijo, Zedillo se ha convertido en cabeza de la oposición. “Ahora hablan Zedillo, Genaro García Luna, ya nada más estoy esperando a Carlos Salinas, porque él no ha hablado”.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador se burló del expresidente Zedillo llamándolo “la eminencia” y recordó que fue el autor del Fobaproa, el saqueo más grande de la historia mexicana, además de privatizar los ferrocarriles.
Durante su conferencia mañanera, López Obrador destacaba que su gobierno será el único en al menos 36 años que no terminará el sexenio con una devaluación del peso mexicano. Sin embargo, cuando tocó hablar de la devaluación ocurrida en el sexenio del priísta Ernesto Zedillo, AMLO se detuvo y agregó: “Miren la eminencia, el doctor Zedillo, 187% la devaluación”.
En ese sentido, agregó que Ernesto Zedillo fue el encargado de “rescatar” a los potentados, quienes fueron los encargados de traerlo en esta ocasión a despotricar contra la Reforma Judicial. Esto fue conocido como el Fobaproa, una deuda multimillonaria que pagamos desde 1997 las y los mexicanos y a la cual le restan todavía unos 50 años.
“Dice que va a ser necesario rescatar a bancos y empresas, pero que eso es lo mejor, ya ven como decía, ‘es un remedio amargo, pero es lo mejor’ (…) él estimó 180 mil millones de pesos, pero ¿saben cuánto le ha costado al pueblo de México ese rescate? Hasta hoy, 3 billones, o sea, el experto se equivocó, pero muy poco”, dijo López Obrador sarcásticamente.
De acuerdo con los cálculos del mandatario, el Fobaproa ha costado hasta 17 veces más de lo que Zedillo había calculado. En ese sentido, apuntó que a quienes rescató con el “saqueo más grande en la historia del país”, lo ven como un dios benefactor.
“Claro que imagínense a los que rescató, ¿Cómo lo ven a Zedillo? Es como su Dios. Y todavía tiene la desfachatez agréguenle que fue el que vendió los ferrocarriles nacionales, vendió los ferrocarriles, acabó con los trenes de pasajeros y terminando su mandato de presidentes, se fue a trabajar de asesor, incluso todavía anda en eso, en una empresa ferrocarrilera que se benefició con la privatización de los ferrocarriles nacionales”, dijo.
Pero el Presidente no se quedó ahí, también recordó que Ernesto Zedillo fue un mandatario represor, cosa que las organizaciones civiles que hoy arropan su discurso, olvidan.
“Tráfico de influencias y corrupción, ese es Zedillo y ya no hablemos de la represión de Aguas Blancas y Acteal. Todo eso se les olvida a las organizaciones no gubernamentales, ya Zedillo se convierte en dirigente de la oposición”, expuso.
Al final, López Obrador también destacó que Zedillo solía mantener un perfil bajo, limitándose a participar en conferencias internacionales con Vargas Llosa y otros “intelectuales” del conservadurismo. Pero ahora, al regresar a México para hablar en su contra al igual que García Luna, “se desató la maleantada” y ya sólo falta que reaparezca el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.
Zedillo carece de autoridad moral: Sheinbaum
Por su parte, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó que no hay tensión política tras la entrada en vigor de la reforma al Poder Judicial de la Federación. A pregunta expresa sobre si el ex mandatario priísta Ernesto Zedillo tiene autoridad moral para hablar de México, sostuvo que no, “en el sentido de democracia, de honestidad y corrupción”.
“No hablo de su persona en particular, sino de lo que representó su sexenio, tras el Fopabroa, la privatización de los ferrocarriles y su intento de entregar a la iniciativa privada el sector eléctrico, entre otros, lo que no pudo concretar por la movilización del pueblo”, destacó en conferencia de prensa.
Zedillo, sostuvo, es “representante del viejo régimen, del régimen de corrupción y privilegios, y como tal opina, pero no coincido con sus argumentos.
“Dicen que vamos al autoritarismo y al fin de la República, pero se va a elegir a los jueces por voto popular. O sea, ¿cómo? Ahora resulta que la democracia, que es la elección en el Poder Judicial, representa el autoritarismo. Es una contradicción”.
Lo que planteamos, añadió, “es que el Poder Judicial hoy tiene mucha corrupción, nepotismo, y no representa los intereses de los mexicanos, más que de un sector, en algunos casos”.
Afirmó que Morena no pondrá a los jueces, como se ha planteado desde la oposición, sino que será el pueblo de México. “Y va a haber un comité de cada poder, que va a seleccionar a quienes van a participar en esa elección”.
Desde la casa de transición, Sheinbaum desestimó que rumbo a su toma de posesión, el primero de octubre, haya tensión política.
En democracia “no todos pensamos igual, y qué bueno. Hay oposición (a la reforma judicial), pero eso no quiere decir que haya tensión, es parte de la normalidad democrática. No tiene problema”.
Respecto a los dichos de Zedillo contra la reforma judicial, la presidenta electa añadió: “cada quien con su autoridad moral”, pero el Fobaproa “es el mejor ejemplo del vínculo entre el poder económico y el poder político, porque no sólo fue un rescate bancario, estuvo lleno de corrupción. Una deuda que todavía seguimos pagando”.
Además, preguntó, “¿qué dejó la privatización de los ferrocarriles a México? Nada. Al revés, se perdió muchísimo”.
Mencionó que en 1999 el ex presidente también quería privatizar todo el sector eléctrico, “la Comisión Federal de Electricidad; si no lo logró fue porque hubo una movilización social muy grande… Lo que pasa es que los adversarios no tienen voceros y ahora traen a Zedillo, y se le respeta, porque es un ex presidente, pero no coincidimos en su punto de vista”.
Ellos, agregó, “representan un modelo económico, político, que es del pasado. Nosotros no somos autoritarios; si por algo luchamos toda nuestra vida es por la democracia… No buscamos el autoritarismo, el dedazo, la unidad de pensamiento. Lo que buscamos es la democracia”.
Sheinbaum indicó que en octubre empieza el proceso de renovación del Poder Judicial, “y hay que acompañarlo, desde lo que le toque al Ejecutivo”.
También consideró que es importante que se legislen las leyes secundarias de la reforma judicial.
También te puede interesar: