Unas horas después de que el Partido Acción Nacional (PAN) sólo obtuviera el triunfo en un estado en la pasada elección, la dirigencia de ese partido, encabezada por Marko Cortés, salió a dar un discurso en el que presumió el éxito de la alianza Va por México que comparte con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD).
En ese momento las palabras de victoria se sintieron irreales: los datos muestran de manera clara cómo el PAN se vio disminuido en ese proceso electoral y se suma a los resultados obtenidos en las elecciones intermedias de 2021. En total, durante la dirigencia de Cortés Mendoza, el PAN pasó de gobernar 12 entidades a sólo cinco.
Y dentro del partido, la situación no pasa desapercibida. Primero fue el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, que el pasado 15 de junio comentó a distintos medios de comunicación que Marko Cortés debía renunciar “por dignidad” a la Presidencia del PAN. También le pidió humildad para analizar los resultados del pasado 5 de junio y que revise con distintos actores y no sólo con “sus cuates”, la estrategia para 2024.
Otros integrantes del PAN señalan que aunque dentro del partido hay varias voces que piden una reflexión sobre la situación actual, no hay en Marko Cortés “ni un centímetro” de disposición para hacerlo porque tocaría revisar y evaluar qué tanto ha funcionado al partido el estar en alianza con el PRI y PRD.
“Al día de hoy no veo ni un centímetro de disposición de siquiera analizar los temas. Parece ser que estas celebraciones injustificadas del 5 de junio obedecen a una defensa ultranza de la dirigencia y de decisiones ya tomadas que no se quieren cambiar, que es la alianza. Yo diría que no es correcto defender algo sólo porque ya lo decidiste, se debe decidir basado en méritos y resultados de esa decisión, que hoy son nulos”, comentó en entrevista el senador Damián Zepeda Vidales.
“Urge que Marko y en el PAN se abran estas discusiones y se acepte que algo no se está haciendo bien más allá de lo que se está haciendo mal. No hubo un proceso de reflexión pasadas las elecciones porque salió a anunciar que el PAN continúa en alianza, cuando era un momento para detenerse y analizar con frialdad qué pasó en los seis estados”, comentó por su parte Adriana Dávila Fernández, exaspirante a la dirigencia del partido en 2021.
Zepeda y Dávila coinciden en que las críticas a la dirigencia no se deben ver como algo personal sino con base en los datos. En las últimas elecciones, dijeron, se demuestra cómo el PAN ha perdido tanto entidades como votantes. Una de las razones de estos resultados es la alianza Va Por México porque el PAN está con el PRI, que es el partido que provocó su nacimiento como institución política y como oposición.
De acuerdo con Zepeda Vidales, hay una cerrazón al diálogo y no hay disposición para la apertura después una elección en la que hubo “resultados catastróficos”:
“En este año, de seis estados que gobernábamos (cuatro el PAN y dos el PRI), ahora gobernamos dos y Morena pasó de cero a cuatro. El PAN pasó de gobernar cuatro a gobernar uno y esa es la realidad: se perdieron estados por elección y otro se entregó en alianza”.
Zepeda añadió los resultados en las elecciones de 2021, en donde la alianza ganó cero de 15 estados, y el PAN ratificó Querétaro y Chihuahua.
“Es evidente que la estrategia es completamente fallida y particularmente con respecto a esta dirigencia, se pasó de 12 estados en 2018 y hoy se tienen cinco: seis perdidos por vía electoral y otro entregado en la mesa. ¿Cuántas gubernaturas quieren perder antes de darse cuenta que vamos por mal camino? El PAN tiene que hacer una reflexión interna sin sacar cuchillos, sin prender hoguera, pero un ejercicio que permita recapacitar”, dijo el senador.
Zepeda compartió los datos de los votos obtenidos en algunas entidades en la pasada elección de gobernador:
“El PRI en Aguascalientes pasó de 189 mil votos a 35 mil. No llegó ni al 20 por ciento de su voto que se fue a Morena. En Tamaulipas pasaron de 500 mil votos a 60 mil, sólo el 12 por ciento. Al PAN también le pasó: en Hidalgo pasamos de 330 mil votos a 50 mil, o sea se hace chiquito donde no encabeza y en Durango pasamos de 300 mil a 100 mil, un tercio. En Quintana Roo el PAN se desmoronó”.
Las prioridades de Marko
Dávila Fernández coincidió con el diagnóstico del gobernador de Aguascalientes y agregó que habrá quien piense que es un problema personal, pero indicó que hay evidencia de que la estrategia actual de la dirigencia panista no está funcionando.
“Vamos perdiendo cada vez más estados, la gente está confiando menos en nosotros, nuestras votaciones están disminuyendo y no hay quien conjunte en el caso concreto de la dirigencia a todos los actores políticos independientemente de que seas del agrado o no del dirigente nacional. Los resultados se reflejaron hace dos domingos y la autorreflexión es fundamental […] El problema es que hay un desdén a quienes no pertenecen a la estructura partidista que están siendo controladas por el propio partido. Se ignora a liderazgos en todos los estados o a las militancias que hacen trabajo territorial”, sostuvo.
Desde su perspectiva se observa una mayor disposición al diálogo con los dirigentes de los otros partidos de la alianza Va por México que están siendo igual de cuestionados.
Un ejemplo de esto es el anuncio de la “moratoria constitucional” presentada por Cortés junto a Zambrano y Moreno Cárdenas, y que no se consultó al interior de los partidos; algunos de los militantes incluso se han deslindado de esa postura de no legislar ninguna de las iniciativas de reforma que sean presentadas por el Poder Ejecutivo o por Morena y sus aliados.
En ese sentido, Zepeda hizo un llamado urgente a que el PAN entre en un periodo de reflexión individual:
“Mi llamado en ánimo constructivo es a que corrijamos el rumbo y que busquemos presentar una alternativa que genere esperanza en la ciudadanía y es imposible hacerlo si estás abrazado a un pasado rechazado por los ciudadanos. Como institución la ciudadanía, según las encuestas, rechaza al PRI y no entiendo por qué el PAN insiste en ir abrazado de ello si no ha dado resultados. Es momento de recapacitar y revalorar las decisiones. Esto es por el bien del país y del partido”.
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