México da un paso histórico y prohíbe los espectáculos con delfines

México da un paso histórico y prohíbe los espectáculos con delfines

El Congreso de México ha marcado un hito histórico en materia de protección animal al aprobar una reforma que prohíbe la utilización de mamíferos marinos como delfines y orcas en espectáculos públicos, ya sean permanentes o itinerantes.

Esta decisión representa un avance significativo hacia un trato más ético para estas especies, que durante décadas han sido explotadas con fines de entretenimiento en numerosos centros turísticos y parques temáticos del país.

Con una votación unánime de 415 legisladores en la Cámara de Diputados, se modificó la Ley General de Vida Silvestre para incluir nuevas disposiciones orientadas a frenar el aprovechamiento comercial de estas especies. El Senado ya había avalado la propuesta con 99 votos a favor, sin ninguna oposición, en una muestra de consenso político poco común.

Los cambios a la ley se concretan mediante la incorporación de los artículos 47 Bis 4, 60 Bis, 122 y 127, los cuales establecen que “ningún ejemplar de mamífero marino, incluidos los delfines, puede ser sujeto de aprovechamiento extractivo, como lo son los espectáculos”.

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Esta reforma no solo limita la exhibición pública de estos animales, sino que también prohíbe su posesión y uso en cualquier actividad que no esté expresamente permitida por la legislación, como la conservación mediante programas de reproducción, recuperación de especies en peligro o la reintroducción de ejemplares en su hábitat natural.

Se excluyen también los casos en los que el animal haya sido rescatado y se encuentre bajo resguardo autorizado, siempre que no haya fines comerciales involucrados.

Además, la nueva normativa establece límites estrictos para la reproducción de mamíferos marinos en cautiverio. Solo podrán reproducirse bajo condiciones controladas cuando el objetivo sea la repoblación o reintroducción en ecosistemas naturales, y queda terminantemente prohibida su exhibición o cualquier uso con fines lucrativos en estos casos.

No obstante, la ley contempla una excepción para la captura de mamíferos marinos si esta tiene un propósito científico. En estos casos, la investigación debe estar respaldada por una institución académica reconocida oficialmente, con un protocolo validado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

A pesar del avance legislativo, persisten dudas respecto al destino de los ejemplares actualmente en cautiverio. Las autoridades no han definido qué medidas se tomarán con los delfines y otras especies que hoy habitan en instalaciones privadas o parques acuáticos.

Un precedente inquietante se remonta a 2015, cuando se prohibieron los circos con animales, lo que derivó en el abandono masivo de elefantes, tigres, camellos y otras criaturas, ante la falta de infraestructura para su reubicación.

En cuanto a las sanciones, el artículo 127 de la ley establece multas que van desde 200 hasta 75 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) para quienes incurran en infracciones relacionadas con el artículo 60 Bis. Considerando que el valor actual de la UMA es de 113.14 pesos, las sanciones pueden alcanzar cifras millonarias.

Con Información de Agencias