La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo busca recuperar la industria farmacéutica mexicana y para ello se dará prioridad en el sector público a aquellas empresas que produzcan en el país.
Durante la conferencia mañanera de este viernes, el director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, reveló que más del 80% de los medicamentos e insumos médicos usados en México son importados, a pesar de que el país cuenta con una industria farmacéutica con un valor superior a los 3 mil 300 millones de dólares.
Svarch presentó un diagnóstico demoledor sobre la pérdida de soberanía farmacéutica del país, la cual, dijo, fue provocada por decisiones tomadas durante el sexenio de Felipe Calderón.
“El llamado ‘requisito de planta’ se eliminó en 2008. Desde entonces, las farmacéuticas pudieron vender al gobierno sin producir en México, y eso debilitó a la industria nacional”, explicó.
Además, señaló que México sí participa en la industria de medicamentos, pero sólo en el embalaje. Es decir, se produce la caja, pero no el medicamento.
Por su parte, la Presidenta Sheinbaum aseguró que su gobierno trabaja para recuperar la soberanía farmacéutica, y anunció que las próximas licitaciones de medicamentos darán prioridad a empresas que tengan producción en el país.
“El objetivo es claro: volver a tener una industria farmacéutica fuerte, nacional, y al servicio de la salud del pueblo”, dijo la mandataria desde Palacio Nacional.
Un factor clave para esta recuperación, será el vencimiento de 385 patentes de medicamentos, lo que permitirá que México comience a producir medicamentos genéricos con ahorros de hasta cinco veces por fármaco.
Como ejemplo, Alejandro Svarch, mencionó a Brasil, que contrario a lo que hizo México en el neoliberalismo, hoy produce el 90% de los medicamentos que utiliza su sistema de salud público.
“Aquí lo que necesitamos no es sólo comprar barato, sino producir en México, generar empleos y garantizar el acceso universal a la salud”, concluyó Svarch.
Calderón debilitó a industria farmacéutica
Más del 80 por ciento de los medicamentos e insumos médicos utilizados en México son importados, a pesar de que la industria farmacéutica nacional representa un mercado de más de 3 mil 300 millones de dólares. Así lo señaló este viernes Alejandro Svarch, director del IMSS-Bienestar, al presentar un diagnóstico técnico sobre la pérdida de las capacidades productivas del país en este sector estratégico.
En la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Svarch explicó que México ha perdido gran parte de su soberanía farmacéutica debido a decisiones tomadas en el pasado, especialmente la eliminación del llamado “requisito de planta” en 2008, durante el gobierno de Felipe Calderón. Esa medida, dijo, permitió que las farmacéuticas vendieran al gobierno sin tener producción en el país, lo que debilitó a la industria nacional.
“De las 146 ramas de manufactura involucradas en la producción de medicamentos, México participa principalmente en el embalaje: cartón y papel. Es decir, no producimos el medicamento, sino la caja en la que viene”, expuso Svarch en Palacio Nacional. El análisis se basó en una matriz insumo-producto elaborada por la CEPAL en 2023, donde se observa una drástica caída de la participación de la industria farmacéutica mexicana a partir de la desaparición del requisito de planta.
La presidenta Sheinbaum subrayó que se busca revertir esa tendencia. Recordó que ya se emitió un decreto para que en la próxima licitación de compras públicas de medicamentos se considere como criterio central la existencia de plantas de producción nacional. “Nuestro objetivo es recuperar la industria farmacéutica del país”, declaró. También enfatizó que la liberación de patentes permitirá que se produzcan más medicamentos genéricos en México, tanto en el sector público como en el privado.
Svarch explicó que, con una industria consolidada, México podría aprovechar la liberación de unas 385 patentes próximas a expirar para fabricar genéricos, lo que significaría importantes ahorros. “Un medicamento genérico puede ser cinco veces más barato que uno de patente, y cumple con las mismas funciones terapéuticas”, afirmó.
Como ejemplo internacional, citó el caso de Brasil, que en 2008 adoptó una política industrial opuesta a la de México y ahora produce cerca del 90 por ciento de los medicamentos que utiliza su sistema universal de salud.