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Muestra Sheinbaum avance de obras del tren México Pachuca

Muestra Sheinbaum avance de obras del tren México Pachuca
Muestra Sheinbaum avance de obras del tren México Pachuca

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo compartió este viernes fotografías de los avances de las obras del Tren México-Pachuca y expresó su agradecimiento a los trabajadores y militares que participan en la construcción.

“Les muestro imágenes de la construcción del tren México-Pachuca. Gracias a los ingenieros militares y a las y los trabajadores de la construcción. ¡Vamos con todo!”, escribió la mandataria en la plataforma X.

El pasado 22 de marzo, Sheinbaum Pardo encabezó la ceremonia de inicio de las obras del Tren México-Pachuca, un proyecto ferroviario que conectará la capital del país con la ciudad hidalguense en aproximadamente 1 hora y 15 minutos. El gobierno señaló que el tren estará operando en un plazo de un año y medio.

La historia del transporte en México es en muchos sentidos, la historia del desarrollo del país, desde los antiguos caminos de tierra transitados por caravanas indígenas y coloniales, hasta el auge del ferrocarril en el siglo XIX y su posterior abandono a finales del XX, cada etapa ha dejado huella en la configuración del territorio.

Hoy, con el impulso del gobierno federal, el ferrocarril regresa para quedarse, uno de los proyectos más emblemáticos en este sentido es el Tren Interurbano México–Pachuca una obra que no solo transformará la movilidad, sino también recuperará un legado ferroviario que marcó generaciones.

El proyecto del Tren México–Pachuca contempla una línea de aproximadamente 42 kilómetros. con una velocidad operativa de hasta 120 kilómetros por hora.

Conectará directamente el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Zumpango, Estado de México, con la capital hidalguense, reduciendo tiempos de traslado de hasta 90 minutos a menos de 40, tendrá capacidad para transportar a más de 200 mil personas diariamente, con trenes eléctricos, rápidos y silenciosos.

Aunque su carácter es moderno y tecnológico, el trazado no es ajeno a la historia: recorre tierras que en el pasado fueron fundamentales para la comunicación entre la ciudad de México, el Bajío, la región minera de Pachuca y los Altos de Hidalgo.

Estaciones del Tren México-Pachuca

Xaltocan (Nextlalpan)

Ubicada en el municipio de Nextlalpan, esta estación se construye en una zona que históricamente formó parte del tránsito agrícola entre la cuenca de Zumpango y las rutas comerciales que iban hacia Otumba y Apan, aunque Xaltocan no tuvo una estación ferroviaria significativa durante el Porfiriato, su nombre y posición nos remiten a un pasado más antiguo: fue un altepetl mexica de gran importancia en la cuenca lacustre del norte.

En la actualidad, esta zona ha sido revitalizada con la llegada del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y su inclusión en el proyecto responde a una necesidad urgente: conectar eficientemente el aeropuerto con el resto del altiplano, potenciando la movilidad y el desarrollo económico, Xaltocan será una estación clave para quienes viajan entre el aeropuerto, la zona metropolitana y el norte del Valle de México.

Xolox (Tecámac)

Perteneciente al municipio de Tecámac, el pueblo de Xolox —cuyo nombre proviene del náhuatl Xólotl-co (“lugar de Xólotl”)— es una comunidad con historia prehispánica que mantuvo su carácter rural hasta finales del siglo XX.

En el periodo virreinal fue parte del sistema de haciendas agrícolas que alimentaban a la Ciudad de México, y durante el siglo XIX se integró a las rutas comerciales, aunque nunca tuvo estación ferroviaria formal, el crecimiento urbano que ha experimentado Tecámac en las últimas décadas —impulsado por conjuntos habitacionales, infraestructura aeroportuaria y nuevos polos logísticos— ha colocado a Xolox en el centro de una transformación territorial.

La estación proyectada no solo es un medio de transporte, sino también un catalizador para la reorganización del espacio urbano.

Tizayuca-Temascalapa

Aunque geográficamente pertenece a Hidalgo, Tizayuca se considera parte activa de la Zona Metropolitana del Valle de México, en el siglo XIX fue un territorio agrícola estratégico entre la Ciudad de México y Pachuca.

El auge de los ferrocarriles porfiristas no alcanzó directamente a Tizayuca con líneas principales, pero sí se benefició de la cercanía con ramales menores y rutas de carretas hacia Apan y Tepeapulco, como la avenida de las diligencias que aún hoy tiene ese nombre y que está en la localidad de Tepojaco.

Hoy Tizayuca vive un proceso de urbanización acelerada, con más de 170 mil habitantes, la estación proyectada será una pieza central para descongestionar las carreteras, ofrecer alternativas sostenibles y equilibrar el crecimiento poblacional entre Hidalgo y el Valle de México.

Empalme el Rey

Ubicado en el l municipio de Temascalapa que es un municipio mexiquense con historia milenaria, su nombre significa “lugar de los temazcales” y su origen se remonta a tiempos prehispánicos.

Durante el Porfiriato, fue una región productiva, caracterizada por sus cultivos y su proximidad a rutas que conectaban el oriente mexiquense con la región minera de Hidalgo, este sitio, cuyo nombre nos remite a los viejos tiempos del ferrocarril, era un punto de intersección para maniobras de líneas menores que conectaban con la zona de Apan, conocida por su producción pulquera y agrícola.

“Empalme” en la terminología ferroviaria alude precisamente al cruce o conexión de dos vías, aunque no fue una estación con gran afluencia, sí jugó un papel estratégico en la red ferroviaria regional.

La estación del tren interurbano traerá nuevas oportunidades para la región: dinamización económica, transporte digno y reducción del aislamiento relativo que ha vivido frente a zonas más urbanizadas como Tecámac o Zumpango; ya que la comunidad Presa del Rey hoy actualmente se quedó en el rezago.

Platah (Villa de Tezontepec)

La estación Platah —nombre del parque industrial y logístico instalado en Villa de Tezontepec— es un símbolo del futuro, pero este municipio también tiene historia: fue parte del corredor agroindustrial de Hidalgo desde tiempos virreinales y estuvo cerca de los antiguos ramales del Ferrocarril Hidalgo.

Hoy con la instalación de fábricas, centros de distribución y complejos habitacionales, Platah representa la modernización de un territorio que antes fue campo, la estación ferroviaria facilitará el transporte de miles de trabajadores, consolidando el desarrollo de este clúster industrial hidalguense.

Jagüey de Téllez (Zempoala)

Situado en el municipio de Zempoala, Jagüey de Téllez ha sido históricamente una comunidad agrícola, el “jagüey” era un depósito de agua usado en tiempos coloniales para el riego y abrevadero del ganado, y el apellido “Téllez” recuerda a las familias que poblaron la zona durante la Reforma.

Aunque no fue una estación relevante en el sistema ferroviario antiguo, su crecimiento poblacional reciente, su cercanía con Pachuca y su valor geoestratégico justifican plenamente su inclusión en el nuevo trazado, la estación servirá como punto intermedio para las comunidades suburbanas que rodean la capital hidalguense.

Pachuca

Hablar del tren en Pachuca es hablar de historia, durante el siglo XIX, Pachuca fue un núcleo minero fundamental para el país.

El Ferrocarril de Hidalgo, inaugurado en 1881, conectó la ciudad con la capital mexicana, transportando plata, trabajadores y herramientas hacia las minas de Real del Monte y más allá.

La antigua estación ferroviaria de Pachuca, que aún se conserva, es testigo de ese pasado glorioso, el nuevo tren, aunque moderno y veloz, recupera ese espíritu de conexión, la terminal en Pachuca será más que una parada: será el símbolo del regreso del ferrocarril al centro del país.

Más que un tren: una columna vertebral regional

El Tren México–Pachuca es un proyecto que une dos capitales, pero también muchas historias, no solo moverá personas: moverá memorias, economías, formas de habitar el territorio.

Las estaciones mencionadas, algunas con fuerte arraigo ferroviario y otras sin pasado, serán nodos de desarrollo para millones de personas que hoy enfrentan trayectos largos, contaminantes e ineficientes.

El tren interurbano representa una apuesta por un futuro más conectado, más limpio, y también más justo para regiones históricamente relegadas, la recuperación del legado ferroviario no es solo una nostalgia del vapor y las locomotoras: es un llamado a reconectar al país desde la raíz.

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