La secretaria de Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro Sánchez, afirmó este viernes que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se convirtió en un lastre burocrático que impedía atender con rapidez las emergencias, por lo que su extinción en 2021 fue necesaria.
En la conferencia de prensa matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, la funcionaria expuso que el fideicomiso, creado en 1999, se convirtió en un mecanismo opaco, lento y susceptible a la corrupción.
Buenrostro explicó que el Fonden surgió en 1996 y tres años después se constituyó formalmente como un fideicomiso federal. Sin embargo, desde su origen, las reglas lo hicieron ineficiente: la Federación sólo aportaba recursos si los gobiernos estatales o municipales ponían parte del dinero, lo que retrasaba la entrega de apoyos.
“Los trámites podían tardar hasta 120 días; cuando llegaba la ayuda, ya había pasado la emergencia”, señaló.
Recordó que entre 2000 y 2009 se endurecieron los procedimientos, volviendo aún más complejo el acceso a los fondos. Para intentar agilizar la atención, se creó el programa Apoyo Parcial Inmediato, aunque las deficiencias persistieron. En 2010 se modificaron las reglas para permitir que la Federación aportara hasta el 50 por ciento de los recursos sin requerir la participación de los estados o municipios, pero la estructura seguía siendo inoperante.
La secretaria recordó también casos emblemáticos de opacidad en el manejo del Fonden, como los ocurridos en Veracruz y Tabasco, donde se detectaron irregularidades en el uso de los recursos destinados a la atención de desastres. En Veracruz, por ejemplo, señaló que se devolvieron más de 500 millones de pesos sin utilizar, mientras que en Tabasco se destinaron fondos a gastos corrientes, como telefonía o servicios administrativos, en lugar de apoyar a la población damnificada.
Buenrostro subrayó que, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), durante las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se documentaron múltiples irregularidades, retrasos en la atención de las emergencias, sobreprecios y desvíos. En el caso del sismo de 2017, dijo, apenas se reconstruyó el 35 por ciento de las viviendas reportadas como afectadas, pese a los millonarios recursos ejercidos.
“Era un mecanismo ineficaz, ineficiente, con altos costos, más reactivo que preventivo, con exceso de burocracia, falta de coordinación y múltiples actos de corrupción”, resumió Buenrostro. Añadió que los apoyos del Fonden estaban dirigidos principalmente a la reparación de infraestructura pública y no a las personas afectadas.
Sostuvo que el actual modelo de atención ante emergencias es más rápido y transparente. “Hoy, a diferencia de antes, los apoyos se están entregando directamente a la población y las obras prioritarias se inician en cuestión de días, no de meses”, afirmó.
Reiteró la secretaria Anticorrupción y Buen Gobierno, que el Fondo de Desastres Naturales, creado en el periodo neoliberal, era un mecanismo ineficiente y costoso, reactivo, burocrático y con corrupción en su ejecución, además de que no garantizaba una respuesta rápida ante emergencias, ya que tardaban casi 2 meses en poder ejercer el recurso (42 días hábiles), además de que no había transparencia para el ciudadano, por lo que no garantizaba el apoyo a la población.
Buenrostro Sánchez, explicó que el Fonden surgió en una época en la que los fideicomisos públicos usaban con opacidad los recursos, además de que para su liberación los gobiernos estatales debían dar el 50 por ciento para que el otro 50 por ciento fuera cubierto por la federación.
Detalló que en 2018, en el año electoral, se destinaron de manera atípica 59 mil 606 millones de pesos (mdp). Además, se declararon 46 de 57 declaratorias extraordinarias por olas de calor, las cuales concentraron 427 mdp.
Detalló que cada que se hizo uso del Fonden, había faltantes de aproximadamente 500 mdp, derivado de acciones irregulares en diferentes sexenios neoliberales:
Vicente Fox Quesada:
En 2005, la coordinadora de Protección Civil renunció. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó observaciones por cerca de 182 mdp, también el Órgano Interno de Control dejó sin efectos algunas sanciones y se reportaron compras a sobreprecio de hasta 375 por ciento en medicamentos y material de curación.
Felipe Calderón:
Inundaciones en Veracruz. Septiembre de 2010 (Karl y Mathew). La ASF en 2024 encontró que de los 7 mil 411 mdp destinados, el Gobierno de Veracruz no ejerció ni devolvió 531.7 mdp.
Inundaciones en Tabasco. Septiembre y octubre de 2011. Una semana antes de dejar el cargo, Andrés Granier, gobernador de Tabasco, utilizó 215.5 mdp del Fonden para cubrir déficit financiero estatal. La ASF detectó triangulación de recursos entre cuentas estatales para pagar gastos no relacionados con desastres: telefonía, vales, limpieza y consultorías.
La Junta Estatal de Caminos no devolvió 54.1 mdp destinados a supervisión de obras. Se canceló la reparación de caminos en Huimanguillo sin reintegrar los 17.6 mdp presupuestados. En junio de 2013, Granier fue detenido por peculado y evasión fiscal.
Enrique Peña Nieto
Huracanes Ingrid y Manuel. Septiembre de 2013. La Auditoría Superior de la Federación detectó retrasos de hasta 119 días en el inicio de obras y sobreejercicio de recursos: la Sedatu contrató 445.4 mdp pese a que solo se autorizaron 120.6 mdp.
Sismos 2017. 7 y 19 de septiembre. Se emitieron 18 declaratorias de desastre y emergencias con demoras de hasta 20 días. La Sedatu, registró entre 168 mil 172 mil viviendas afectadas de las que solo revisó el 35 por ciento. Hubo pagos irregulares por 90 mdp. En Morelos se usó el Fonden en lugar del seguro. En salud se detectaron inconsistencias graves ya que de 132 unidades médicas afectadas sólo 28 fueron reconstruidas. Además, por un error burocrático no se destinaron recursos para los trabajos de Comunicaciones y Transportes.
En cambio, en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se eliminó el Fonden y el apoyo se entregó directamente a la población, actuando con rapidez: con el Huracán Otis en 2023 se atendieron a 301 mil 76 personas, en el Huracán John en 2024, 143 mil 484 personas y en el Huracán Erick, 59 mil 512.







