La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo que el gobierno federal no cuenta con algún indicio de que los envíos de remesas desde el extranjero sean usados para lavado de dinero, y «si en algún caso hay algún tema ilegal, se investiga y se sanciona”, pero recalcó que “no por eso vamos a criminalizar a todos los que envían remesas”.
Consultada en su conferencia de prensa de este martes sobre las reducciones en los envíos de remesas, principalmente desde países de Sudamérica, así como su probable relación con temas de lavado de dinero, la mandataria indicó: “No tenemos algún indicio de que esto tenga que ver con lavado de dinero, nada”.
De todas formas, agregó, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) “investiga si hay algún tema de lavado para ver si en algún caso, o se presume que hay algún tema de lavado … el caso de Ecuador o Colombia, habría que revisar”.
Agregó que “si hay algún delincuente que usa esa vía para lavar dinero, tiene que investigarse y tiene que sancionarse, pero no se puede explicar las remesas por un asunto ilegal, tiene que ver sencillamente con el apoyo de los mexicanos en Estados Unidos”.
“Esta idea de que las remesas se usan para lavado de dinero, no hay indicios, y si hubiera, tiene que sancionarse”, insistió.
Las remesas que se envían a México, y que en su mayoría son enviadas por los connacionales en Estados Unidos, “tienen que ver con la cercanía” con sus familiares, añadió.
Expuso que en el país vecino del norte hay 40 millones de mexicanos, de los que el Banco de México estima que 15 millones envían regularmente remesas. “Tiene que ver con la solidaridad, con el apoyo mutuo, con no abandonarnos”.
Tras solicitar que se proyectan gráficas sobre el flujo de remesas desde Estados Unidos, indicó: “Dicen siguen cayendo, (reporta) el Banco de México, pero en realidad aumentó en el último mes, poco, pero aumentó”. Consultada por la reducción en la estadística a lo largo del presente año, dijo que “tiene que ver con la situación que están viviendo allá” los connacionales.
Y al apuntar que “disminuyó la migración de mexicanos a Estados Unidos desde 2020”, aclaró que creció en 2021, 2022 y 2023 la migración de personas que no son mexicanas, y que recurren a México como vía para llegar a Estados Unidos.
Trabajadores migratorios cosechan uvas cabernet sauvignon en los viñedos de Stags’ Leap Winery, en Napa, California. Debido en parte a las políticas antimigrantes, las remesas y el empleo de mexicanos en Estados Unidos han ido a la baja.
Remesas hilan 7 meses de caídas anuales
En octubre, el flujo de remesas que llegaron a México –provenientes principalmente de Estados Unidos– sumó 5 mil 634 millones de dólares, una caída anual de 1.7 por ciento y su séptimo descalabro consecutivo, revelan datos del Banco de México (BdeM).
Aunque las transferencias de octubre fueron las mejores del año en curso, en el acumulado enero- octubre los recursos enviados por los connacionales en el exterior cayeron 5.04 por ciento, al ubicarse en 51 mil 344 millones de dólares.
Analistas del sector financiero consideran que en esta caída influyen las políticas migratorias del presidente estadunidense, Donald Trump, y el hecho de que cada vez hay menos mexicanos que trabajan en Estados Unidos.
“Es el mayor monto de estos recursos reportado en un solo mes durante el último año”, destacó BBVA.
Los datos presentados por el instituto central demuestran que en los primeros 10 meses del año se realizaron 130 millones de operaciones, 129 mil de ellas por medios electrónicos.
Solamente en octubre, se ejecutaron 13 millones 991 mil operaciones, y de ese total, 13 millones 893 mil se hicieron por canales digitales.
“Por primera vez en cinco años, más de la mitad de las remesas que llegan al país se depositan en alguna cuenta, una tendencia que continuará al alza”, planteó BBVA en su análisis.
Según el banco, “la agresiva política migratoria del presidente Trump sólo exacerba la caída de las remesas a México, por una menor inserción de nuevos migrantes mexicanos en el mercado laboral estadunidense al menos desde hace dos años, en comparación con otros grupos de migrantes latinoamericanos”.
Consideró probable que en 2026 los envíos de dinero mantengan una tendencia decreciente, “aunque seguirán siendo muy importantes para la economía de millones de hogares en México, con un monto cercano a 60 mil millones de dólares”.
Esta cifra es menor a los 61 mil millones de dólares proyectados por BBVA en agosto pasado, cuando se presentó el Anuario de migración y remesas, junto con el Consejo Nacional de Población (Conapo).
Analistas de Monex precisaron que los resultados presentados por el banco central destacan entre los riesgos para las remesas “el enfriamiento del mercado laboral en Estados Unidos, las condiciones adversas para los inmigrantes (redadas y deportaciones), así como el entorno político-económico del país vecino, lo que ya se ha reflejado en un menor número de operaciones”.
“En conjunto, los datos actuales muestran presiones en el consumo privado para los últimos dos meses del año, pues pese a que se registró un aumento del ingreso promedio por remesas, estos envíos en pesos reales se han reducido por la apreciación del peso”, concluyeron.
