Nuevo cierre de frontera en EE.UU. obliga a ganaderos a vender en México
Ante las nuevas restricciones y cierre de sus fronteras impuestas por el gobierno de Estados Unidos para la importación de ganado mexicano los productores de Coahuila han iniciado una estrategia urgente para redirigir su producción destinada a la exportación hacia el mercado de México.
Esta medida, de acuerdo con los ganaderos, busca amortiguar el impacto económico provocado por el cierre parcial de la frontera, especialmente en el sector pecuario.
Abel Ayala Flores, presidente de la Unión Ganadera Regional de Coahuila, detalló que las pérdidas por concepto de exportación ascienden ya a mil 200 millones de pesos, cifra que corresponde a los ingresos que han dejado de percibir los productores desde que se frenó el envío de ganado al extranjero.
Actualmente, más de tres mil ganaderos dedicados a la exportación trabajan en la reestructuración de sus canales de comercialización para colocar su producto en el mercado nacional a precios competitivos.
Te Puede Interesar: Autoridades aseguran lote de autos de lujo en Mérida con valor de 100 millones de pesos
La situación se complica especialmente en Ciudad Acuña, donde se realizan trabajos de adecuación en la Estación Cuarentenaria de la Asociación Ganadera Local, lo cual ha contribuido al retraso de los embarques hacia el extranjero.
Aunque la medida sanitaria estadounidense se implementó en mayo tras la detección del gusano barrenador en el sureste de México, en Coahuila la paralización del comercio ganadero inició desde noviembre de 2024, debido a la escasez de inspectores veterinarios en Texas. Este hecho provocó la suspensión del envío mensual de alrededor de cinco mil becerros.
“Estamos hablando de aproximadamente 40 mil becerros que no han cruzado la frontera, lo que representa un impacto de mil 200 millones de pesos en ingresos para el estado y cerca de 60 millones de dólares en divisas. Además, en el mercado nacional se vende a precios inferiores, lo que representa una pérdida adicional estimada en 450 millones de pesos”, subrayó Ayala Flores.
Los recursos que debieron ingresar al estado estaban destinados a programas de sanidad animal, mejora genética y sostenibilidad de las 11 mil 500 unidades ganaderas de Coahuila. La situación ha provocado un impacto significativo en la economía rural de la región.
El líder ganadero informó que se espera tener listas las instalaciones en Ciudad Acuña para finales de julio. Sin embargo, la reactivación del comercio dependerá de la decisión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que había programado la reapertura fronteriza para el 18 de agosto, pero podría posponerse aún más debido a las nuevas restricciones.
“No podemos permitirnos el lujo de detenernos por el enojo. Debemos actuar con estrategia. Tenemos que convencer a los grandes compradores nacionales de que nuestro ganado es de excelente calidad y sanidad, y que eso debe reflejarse en los precios”, enfatizó Ayala Flores.
La nueva estrategia incluye la comercialización del producto en rastros TIF, supermercados y cadenas comerciales. La Unión Ganadera Regional asumirá la organización logística para garantizar condiciones de venta justas para los productores.
Finalmente, el dirigente recordó que los cinco estados exportadores cuentan con estrictos protocolos de control sanitario, no sólo para prevenir el gusano barrenador, sino también enfermedades como tuberculosis, garrapata y brucelosis.
Señaló que el ganado exportado es sometido a tres revisiones independientes, realizadas por técnicos calificados, lo que hace prácticamente imposible que un animal infectado cruce la frontera.
“A pesar del contexto, continuaremos aplicando todos los controles necesarios para garantizar que ningún animal con riesgo sanitario sea enviado a Estados Unidos. La vigilancia es rigurosa y se lleva a cabo por personal que opera bajo estrictos protocolos independientes entre sí”, concluyó.
Con Información de Agencias
Esta web usa cookies.