Ciudad de México.– Otro caso de feminicidio en el Edomex (estado de México), aunque hoy es compartido con la Ciudad de México, ya que la joven María del Rosario Pérez García, estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue hallada sin vida en el municipio de Nezahualcóyot, Estado de México.
La joven había desaparecido el pasado 3 de noviembre después de acudir a una fiesta de Halloween en Santa Martha Acatitla. Apenas el día 5 de este mes, las autoridades de la Ciudad de México habían girado la ficha de búsqueda. Por desgracia, apareció muerta.
A través de un comunicado, la FES Cuatitlán confirmó el deceso de María del Rosario, quien estudiaba la carrera de Contaduría. Según la ficha de búsqueda de las autoridades de la Ciudad de México, la joven de 25 años de edad fue vista con vida la noche del 3 de noviembre en la Alcaldía de Gustavo A. Madero.
Hasta ahora se desconoce el motivo del asesinato. Ni las autoridades del Estado de México ni las de la capital del país se han expresado ante el hecho. Reportes de medios nacionales señalan que la joven salió de su casa, en la Gustavo A Madero a la fiesta de Santa Martha Acatitla. Al llegar al sitio envió ubicación.
El periódico El Universal narra que a la 1:30 horas, la joven llamó a su familia. En el enlace telefónico sólo se escuchaban gritos. Tras ello, la familia comenzó a buscar a María. Otras versiones señalan que fue la familia quien la halló. Una publicación en Facebook los alertó: el cuerpo de una joven había sido ubicado en Nezahualcóyotl, sin vida. Al trasladarse al sitio, de acuerdo con esta versión, confirmaron que se trataba de María del Rosario.
Este asesinato ha causado gran conmoción en la comunidad universitaria. En redes sociales, amigos y familiares expresaron su malestar lo que parece ser otro feminicidio. “Hay que preguntarse: ¿Qué demonios está pasando con la gente? Cada día este país se llena de feminicidios. ¿Entonces qué tenemos que hacer como mujeres? ¿Estar siempre acompañadas? ¿No salir? Es alarmante que entre más pasa el tiempo, estos casos se vuelvan comunes. Es triste ver que una chica con gran futuro por delante termine de esta forma. ¿Entonces que nos espera, a ti, a mí, a sus hijas, primas, amigas, etc.? Ya basta de tanta inseguridad”, escribió una de joven identificada como Xanat.
La Facultad indicó que luego de conocer la noticia se puso en contacto con los familiares de la alumna para prestarles apoyo jurídico y brindarles el acompañamiento necesario.
Las FES Cuautitlán rechazó de manera enérgica cualquier forma de violencia en contra de los miembros de la Universidad y expresó su indignación porque este tipo de actos queden impunes. “Demandamos la actuación eficaz e inmediata de las autoridades competentes para el esclarecimiento de este lamentable hecho”, concluye el comunicado.
En meses recientes la ola de violencia ha tocado a las estudiantes de la UNAM. El pasado 21 de agosto, el cuerpo sin vida de Miranda Mendoza fue hallado en la carretera federal México-Cuautla.
La joven de 18 años era estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente. El 20 de agosto fue secuestrada al salir de su escuela y luego de que sus presuntos captores exigieran un rescate millonario y no lo recibieran, la asesinaron y abandonaron el cuerpo.
Mientras en abril pasado, Mariela Vanessa Díaz Valverde, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, desapareció en la delegación Iztapalapa. Los últimos datos de geolocalización indican que estuvo en uno de los accesos al Cerro de la Estrella, dice su familia, pero los binomios caninos de la policía capitalina no encontraron ningún rastro.
Mariela salió de su casa en la colonia Fuego Nuevo, Delegación Iztapalapa, el viernes 27 de abril. No dijo a dónde iba, pero dejó sus lentes, sus ahorros y sus pertenencias. La rutina habitual indicaba que la joven quizá salió a la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los últimos datos de geolocalización de su celular revelaron que estuvo en uno de los accesos del Cerro de la Estrella.
La familia dijo que Mariela Vanessa Díaz Valverde, de 21 años, no tiene novio ni problemas con los miembros de su familia –dos hermanas, su padre y su mamá–, que es tímida y que el día que desapareció no se llevó nada, ni siquiera el dinero que guardaba en su recámara.
Pero el Ministerio Público del Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (Capea), a un mes y una semana de su desaparición, la mantiene como “persona ausente” y no como desaparecida por falta de indicios de algún delito, dice Gabriela Díaz Valverde, hermana de Mariela.
Este año, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) presentó un informe que documenta ocho mil 904 asesinatos de mujeres, de 2014 a 2017, con base en la información de las procuradurías de todo el país. Sólo en 24 por ciento de los casos, las autoridades a nivel nacional los investigaron como feminicidios. “Es un porcentaje bajísimo. La cifra oficial sigue siendo siete feminicidios al día, pero ya se habla de nueve por lo no reconocido”, dice Ana Yeli Pérez Garrido, asesora jurídica del Observatorio.
La mayoría de las víctimas tenía entre 21 y 30 años. Fueron asesinadas de manera brutal: a golpes, estranguladas, asfixiadas, quemadas, envenenadas, con armas de fuego. Los estados en los que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) reconoce mayor criminalidad son Sinaloa, Estado de México, Morelos, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz. Todos cuentan con Alerta de Violencia de Género (AVG).
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