El gobierno federal creará un grupo aeroportuario-ferroviario que amalgame las empresas estatales que administren los aeropuertos de Santa Lucía, Tulum, Chetumal, Palenque y el Tren Maya.
El objetivo es operar con un subsidio cruzado para empujar las primeras marchas del proyecto turístico-ferroviario que atravesará mil 500 kilómetros de la península de Yucatán.
“Normalmente los trenes cuando arrancan son deficitarios, entonces, con el grupo aeroportuario ferroviario se va a dar ese balance, ese arranque del Tren (Maya) hasta que sea rentable”, explicó el general ingeniero Gustavo Vallejo, responsable de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Detalló que hasta ahora existe Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles S.A. de C.V. (AIFA, S.A. de C.V.), empresa que administrará la base de Santa Lucía y en la que participan las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Comunicaciones y Transportes (SCT)y de Hacienda y Crédito Público. La distribución de los recursos que genere ya fue definida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La empresa (AIFA) es un embrión de un grupo más grande; un grupo de operación de aeropuertos y ferrocarriles, que va a operar los aeropuertos de Santa Lucía, Tulum –que ya iniciamos la construcción–, Chetumal y Palenque, además del Tren Maya”, dijo el militar durante un recorrido por las instalaciones de la nueva terminal aérea.
Por ahora, el AIFA, el aeropuerto de Tulum y el Tren Maya son construidos por los militares, pero las terminales aéreas de Chetumal y Palenque serán liberadas por Aeropuertos y Servicios Auxiliares para integrarse a lo que será el grupo aeroportuario-ferroviario, así que la Sedena no descarta ampliarlos.
Previamente, Carlos Morán Moguel, subsecretario de Transportes de la SCT, dijo que, luego de 2023 –cuando se espera que la aviación mexicana se recupere a los niveles previos a la pandemia–, se limitarán las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para que no excedan las 61 por hora.
La medida –explicó– es para evitar el “exceso de operaciones” que se registraban antes de la pandemia y no un mecanismo directo para que las aerolíneas migren su operación al AIFA. “Lo que quisiéramos es que comprendieran las ventajas que está representando Santa Lucía y por atracción natural les interese venir”.
Agregó que por el momento no se plantea hacer este tope de operaciones porque las aerolíneas apenas se recuperan de la crisis provocada por la pandemia; además, se tiene el pendiente de recuperar la Categoría 1 de seguridad que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos redujo en mayo pasado. El subsecretario confía en que la recategorización pueda lograrse este año.
El general Vallejo detalló que se han reunido con todas las aerolíneas nacionales, incluso mucha de la obra se ha diseñado bajo las peticiones de éstas, y se encuentran interesadas en operar en la base de Santa Lucía, que abrirá a civiles el próximo marzo. Resta que en los siguientes 15 días AIFA S.A. de C.V. extienda un plan tarifario y algunos paquetes de estímulo.
A las aerolíneas “les preocupa la movilidad, también nos preocupa a nosotros”, agregó. Por eso, la Sedena avanza en las obras de conectividad, como el ramal del Tren Suburbano del AIFA a Lechería, del cual 8 kilómetros corresponden a los militares, y se entregarán en marzo del próximo año.
A su vez, Víctor Hernández, director general de Servicios a la Navegación del Espacio Aéreo Mexicano, expuso que el Sistema Aeroportuario de México –integrado por el AIFA, el AICM y Toluca– tendrá capacidad para albergar hasta 200 operaciones por hora, 75.4 por ciento más de las 114 que se consideraban con el Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
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