El impacto esta madrugada de Otis sobre la Costa Grande de Guerrero ha sido devastador. El temporal tocó tierra sobre las 00.45 en Acapulco como huracán categoría 5, el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 260 kilómetros por hora y olas de hasta 10 metros de altura.
Su paso ha provocado ruptura de caminos, caída de árboles y derrumbes en la autopista que llega a la ciudad costera. A las 09.00 Otis se ha degradado a nivel 1 en el interior del Estado.
Las pérdidas humanas son desconocidas, ya que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, explicó en su conferencia matutina que las “comunicaciones se han perdido por completo” en el litoral entre los municipios de Tecpan de Galeana y Acapulco.
La peor parte del paso de Otis por Guerrero se la ha llevado Acapulco. El centro comercial Galerías Diana, ubicado en segunda línea de la playa El Morro, ha quedado con su parte superior sin paredes y techo tras los vientos del huracán, como se ve en imágenes compartidas por los habitantes de la localidad en redes sociales. Otras publicaciones muestran los destrozos en viviendas totalmente inundadas en la costa de Guerrero, muchas de ellas con cortes de luz y sin conexión a internet.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, confirmó que hay afectaciones en la red móvil en Acapulco, que se tratara de restablecer durante el día. López Obrador dijo que se plantea ir a la zona afectada: “¿Cómo llegamos? El aeropuerto militar tiene destrucción, pero no hay posibilidades de volar. Vamos a ver que hacemos”. Sí ha afirmado el traslado a Guerrero de los secretarios de Marina, Defensa, Seguridad Pública y Comunicaciones para conocer los daños provocados por el huracán.
Otis sigue su avance hacia el interior del Estado, y a las nueve de la mañana se ha ubicado a 20 kilómetros al sur de la ciudad de Altamirano en categoría 1, según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Con esa fuerza, los vientos llegan a los 150 kilómetros por hora acompañados de lluvias torrenciales.
El SMN ha avisado de que este miércoles se esperan lluvias torrenciales en Guerrero, la región más afectada. En Michoacán y el suroeste del Estado de México se pronostican precipitaciones intensas, que serán muy fuertes en Morelos, el suroeste de Chiapas y el occidente de Oaxaca.
Parte de las fachadas de hoteles y edificios derrumbados, árboles y postes de luz caídos y vías inundadas son las primeras imágenes que difundieron medios locales y usuarios de las redes sociales de la devastación que dejó en el estado sureño de Guerrero el huracán que ya se degradó a categoría 1.
En un reporte inicial de las afectaciones que dejó Otis, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el huracán “pegó muy fuerte” en las regiones de Costa Grande, Acapulco y Técpan y admitió que se “han perdido las comunicaciones por completo” con esas zonas.
En su conferencia matutina, López Obrador informó que hasta el momento no se han reportado fallecidos, pero sí daños materiales, derrumbes y obstrucción de carreteras.
Los entre 13 y 25 centímetros (5 a 10 pulgadas) de lluvia que podría arrojar en la zona, hasta 38 centímetros (15 pulgadas) en algunas regiones, elevaron la amenaza de deslaves e inundaciones.
La tormenta estaba a unos 100 kilómetros (60 millas) al nor-noroeste de Acapulco y tenía vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros/hora (110 millas/hora) y avanzaba a 17 km/h (10 mph). Se espera que el vórtice de Otis se desplace más hacia el sur de México durante la noche del miércoles.
En 12 horas Otis pasó de tormenta tropical a un huracán de máxima categoría. Los residentes de la costa de Guerrero trataron de prepararse para su llegada, pero la repentina intensificación del meteoro tomó a muchos por sorpresa.
“Estamos en alerta máxima, estamos en alerta roja”, dijo la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, que pidió a la ciudadanía que permanezca en casa o se resguarde en los albergues habilitados en la ciudad.
La funcionaria advirtió que el impacto de Otis podría ser más devastador que el de Paulina, que azotó Acapulco en 1997 arrasando partes de la ciudad y dejando más de 200 muertos. Cientos de personas más resultaron heridas en las inundaciones y deslaves.
Entre los afamados balnearios turísticos de Acapulco y Zihuatanejo hay dos docenas de localidades y aldeas enclavadas entre las montañas y el océano.
La llegada de Otis se produjo unos días después de que el huracán Norma azotó el extremo sur de la península mexicana de Baja California, más al norte.
Acapulco es una ciudad de más de un millón de habitantes situada a los pies de escarpadas montañas. Viviendas de lujo y vecindarios humildes cubren las laderas con vistas al Pacífico.
Guerrero es uno de los estados más pobres y violentos del país. El lunes, un jefe de la policía local y 12 agentes fueron asesinados y hallados en una carretera de El Papayo, en el municipio de Coyuca de Benítez, no muy lejos de la zona de impacto de Otis.
En el Atlántico, el huracán Tammy continuaba avanzando hacia el noreste sobre aguas abiertas con vientos de hasta 155 km/h (100 mph), después de azotar las Antillas Menores durante el fin de semana. Estaba a 870 kilómetros (540 millas) al sur-sureste de Bermuda. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, podría convertirse en un potente ciclón extratropical para el jueves.
Con información de agencia AP
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