En el estado de Chiapas, la Fiscalía dio a conocer la detención de una pareja con más de 11 millones de pesos en efectivo, pero no era dinero cualquiera, sino la cosecha de los diezmos en la iglesia Casa de Oración en Tuxtla Gutiérrez, capital del estado.
Los protagonistas de este “milagro financiero” fueron identificados como Eduardo “L.”, un fornido instructor del gimnasio Urban Circuit, y Karen “A.”, una devota pastora que hasta hace poco disfrutaba de las bendiciones del efectivo junto a su esposo, el pastor del mencionado culto.
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Todo iba bien hasta que el pastor descubrió que su amada pastora había cambiado la oración por su entrenador personal.
Pastora y su novio del gym roban $11 millones de los diezmos; el pastor había descubierto la infidelidad de Karen “A” con Eduardo “L”.
Como un hombre creyente de Dios, no reaccionó con ira, pero sí con estrategia.
Dejó a la mujer, le cerró las cuentas y le negó hasta el último centavo de los donativos divinos.
Herida en el amor y en el bolsillo, la pastora no se quedó con los brazos cruzados y decidida a recuperar “su parte” de la ofrenda celestial y el amor de su adonis del fitness, trazó un plan.
Acompañada de su musculoso cómplice, irrumpió en la casa de la madre del pastor -en donde se guardaba el cofre sagrado de los diezmos- y, como escurridizos ladrones, intentaron llevarse su millonario botín.
No obstante, no contaban con que la suegra los descubriría, pero lejos del temor a Dios y arrepentirse, la golpearon y huyeron con una buen aparte del efectivo”, asegurando que les correspondía, “porque las ovejas que diezmaron también habían sido guiadas por la pastora caída en desgracia”.
Esta historia digna del Génesis terminó con la detención de los amantes avaros, quienes tendrán mucho tiempo para reflexionar en las celdas del Centro Penitenciario de El Amate.
