El presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó que, además de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina también abra sus expedientes para indagar sobre la desaparición de personas durante el periodo conocido como guerra sucia.
Recordó que ya fue creada la “Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y Justicia a las Violaciones graves a los Derechos Humanos cometidos entre los años 1965-1990”, como parte de la cual “hay instrucciones para que se permita la entrada a archivos militares, desde luego de todas las instituciones del gobierno, y creo que no habría ningún problema en hacerlo en el caso de la Secretaría de Marina”.
Además, insistió: “Desde ahora puedo informar que se autoriza que se abran también, como se está haciendo en la Secretaría de la Defensa, los archivos de la Secretaría de Marina”.
Subrayó que se trata de un caso que “a todos nos importa, nos interesa”, para conocer lo que pasó, así como el paradero de las personas desaparecidas, tanto para castigar a los responsables como para que no se repitan los actos de “autoritarismo”.
En su conferencia de prensa de este miércoles, el presidente López Obrador también fue consultado sobre la resolución que deberá emitir la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el caso de la desaparición, desde 2007, de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, miembros del grupo Ejército Popular Revolucionario (EPR) y cuyos familiares señalan a la administración del ex gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz, así como al gobierno federal, en ese momento encabezado por el ex presidente Felipe Calderón.
El mandatario recalcó que se cumplirá lo que resuelva la Corte, y refrendó que “nosotros estamos en una postura de completa transparencia, no ocultar absolutamente nada, no caer en impunidad. Que se sepa todo, que se finquen responsabilidades de acuerdo con los procedimientos legales, y no hay obstáculos de ninguna institución del Estado”.
Confió en que las instituciones federales estén colaborando para esclarecer éste caso, de lo contrario “vamos a intervenir”.
“No nos callamos ante la tortura, ante masacres, no hay impunidad, por eso tenemos autoridad moral, y las veces que sea lo vamos a estar recordando”, agregó.
Tras reiterar que “no somos iguales, nuestro gobierno no reprime”, apuntó que no hay ninguna persecución en contra de ningún periodista u opositor, pero sus adversarios “están enojados… y los entiendo, los comprendo, porque sacaban provecho de un régimen corrupto. Ellos se beneficiaban, eran los privilegiados de un régimen de corrupción que imperaba en el país, toda una red, una mafia, como son los gobiernos autoritarios, conservadores”.
Dichas redes, estaban conformadas, dijo, por “la oligarquía llamada hombres de negocios -porque en sentido estricto ni siquiera son empresarios, son traficantes de influencia-, los medios de información, los intelectuales alcahuetes, y la fuerza”, con la intención de sostener a una minoría de saqueadores, pero “eso ya no se permite en el país y los tiene desconcertados”.
En tanto, consideró que de igual forma, los medios de información en Estados Unidos “están al servicio del poder económico, no de los ciudadanos, no de los lectores, y muchos menos de los pobres”, mientras que antes eran considerados como un sinónimo de independencia.
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Esta entrada fue modificada por última vez en jueves, 4 de agosto, 2022
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