Por casi nueve horas, choferes de pipas y dueños de purificadoras realizaron bloqueos en vialidades de 15 municipios mexiquenses, así como en la capital del país, lo que afectó la circulación en los accesos a la Ciudad de México. Los inconformes protestaron por el operativo Caudal, implementado por autoridades mexiquenses contra la extracción y distribución ilegal de agua potable en 48 demarcaciones. Dicho operativo incluyó el aseguramiento de 189 inmuebles, en los que se localizaron 51 pozos y 138 tomas clandestinas.
Por las movilizaciones, miles de usuarios del transporte público se vieron afectados y debieron caminar largos tramos para encontrar alguna opción de traslado. El servicio de las líneas 1, 2, 3 y 4 del Mexibús fue suspendido.
En algunos puntos se detectó la presencia de choferes vinculados con grupos catalogados por las autoridades como criminales, entre ellos la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales, Los 300 y ex funcionarios de municipios como Ecatepec.
Las protestas comenzaron desde las 7 de la mañana en puntos de 15 demarcaciones del estado de México, incluidos Nezahualcóyotl, Ecatepec, Tepotzotlán, Acolman, Texcoco, Cuautitlán Izcalli, Toluca, La Paz y Chimalhuacán.
Uno de los primeros cierres ocurrió en la avenida Central, a la altura del Metro Nezahualcóyotl, donde piperos y dueños de purificadoras se apostaron en el sentido hacia la Ciudad de México.

Piperos huachicoleros y dueños de «purificadoras» impidieron el paso a la CDMX, por haber cerrado sus fuentes clandestinas de agua.
De manera simultánea, los manifestantes se instalaron sobre las autopistas México-Pachuca, a la altura de El Vigilante; la México-Querétaro, en la caseta de Tepotzotlán; la México-Toluca, a la altura de Plazas Outlet; la Toluca-Naucalpan, en Plazas Santín; la Peñón-Texcoco y la México-Pirámides, a la altura de Acolman.
En Nezahualcóyotl hubo siete puntos interrumpidos; nueve en Ecatepec; dos en Acolman; cuatro en Texcoco; tres en Cuautitlán Izcalli, y uno en Tepotzotlán, en la caseta de cobro de la autopista México-Querétaro, donde el bloqueo fue parcial.
Los piperos acusaron que, tras el operativo del viernes, las autoridades promueven la retención de sus camiones cisterna y los envían a corralones. “Estamos conscientes del huachicoleo, pero no es nuestro caso. Nosotros damos un servicio a la gente de purificación de agua, y al cerrar los pozos no tenemos fuente de abastecimiento. No se vale que nos metan a todos en el mismo costal”, reprocharon.
Los manifestantes afirmaron “no ser rateros”; sin embargo, reconocieron que hay pozos de donde se extrae líquido ilegalmente, por lo que pidieron a las autoridades verificar cada caso de los pozos asegurados.
En la Ciudad de México, más de 200 dueños de purificadoras realizaron bloqueos simultáneos en vías principales como Calzada Ermita Iztapalapa y Eje 6 Sur, en Iztapalapa; Eje Central y Progreso Nacional, en Gustavo A. Madero; y Eje Central Lázaro Cárdenas y Circuito Interior, en Cuauhtémoc, donde exigieron la reapertura de pozos ubicados en territorio mexiquense que permiten a los piperos abastecerse de agua potable.
Aunque autoridades de la delegación aseguraron que “el cierre de tomas no afecta el suministro en los hogares”, el panorama en Iztapalapa fue casi apocalíptico: familias realizaron compras de pánico y dejaron los anaqueles vacíos.
Sandra López acudió al menos tres veces a una tienda departamental para surtirse de líquido. “Sí nos ha afectado totalmente, porque hay un desabasto de agua, ya sea para uso o para consumo personal”, contó mientras cargaba tres paquetes de 35 botellas.