El gobierno federal ha destinado hasta ahora 574 mil millones de pesos para el plan antiinflacionario, sin el cual la inflación sería 2.6 por ciento mayor a la de 8.16 por ciento que hoy se tiene; habría caído el consumo y, por tanto, la recaudación, y el salario promedio mensual estaría 12 por ciento por debajo de los 8 mil 943 pesos que se registró hasta junio.
Así lo aseveró esta mañana el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, al dar los detalles de este plan contra la inflación emprendido hace dos meses y medio por la administración de Andrés Manuel López Obrador.
“Sin este paquete la inflación habría sido 2.6 por ciento mayor a lo de hoy es 8.16 por ciento, por eso es que entre otras razones la inflación de México está más baja que otros países, incluyendo a Estados Unidos”.
Asimismo, agregó el funcionario, sin esas medidas y con la inflación aún más alta, lo primero que habría caído fuerte hubiese sido el consumo de los hogares y, al caer éste, “cae el volumen de ventas, el IVA, todo el movimiento económico; y al mismo tiempo el Banco de México tendría que haber subido más la tasa de interés, aumentando así el costo de la deuda pública, de las hipotecas, de las tarjetas de crédito y de la deuda privada”.
En cuanto a los ingresos de la gente, el secretario apuntó que sin la aplicación de estos apoyos, el salario promedio mensual de junio de este año que se reportó en 8 mil 943 pesos, sería más bajo en 12 por ciento, lo que representaría una fuerte caída en las percepciones de los hogares.
Por lo anterior, Ramírez de la O remarcó: “este paquete –que se firmó con empresas agroindistriales y del sector autoservicio el 4 de mayo y que incluye no subir los precios en 24 productos básicos— está cumpliendo sus funciones”.
El costo para el Estado mexicano para mantener este paquete, del que algunas medidas ya estaban en marcha por parte del gobierno de López Obrador, como el tope al precio de las gasolinas no más allá de la inflación, ha alcanzado los 574 mil millones de pesos.
Lo anterior incluye, dijo el titular de la SHCP, un capítulo muy grande de seguridad alimentaria de 68 mil millones de pesos, Sembrando Vida con 2 mil millones de pesos, 14 mil millones para Producción para el Bienestar, 11 mil millones para el programa de precios de garantía a productos alimentarios, para el de fertilizantes 5 mil 200 millones, entre otros.
Además del subsidio a la electricidad doméstica de 73 mil millones de pesos y el de apoyo al precio de la gasolina de 430 mil millones, así como un congelamiento de cuotas de carretera por 2 mil 750 millones de pesos.
Ramírez de la O señaló que pese a los “buenos resultados” del paquete antiinflacionario, el gobierno federal continúa analizando medidas para reforzarlo.
“Los compromisos son: no aumentar los costos de los energéticos; acelerar la apertura a importaciones de alimentos básicos; limitar las importaciones de maíz banco para tener una reserva estratégica de este producto; asegurar los acuerdos con Estados Unidos para tener más leche y fertilizantes; regular las tarifas de interconexión ferroviaria para alimentos, insumos y fertilizantes que están muy impactados por éstas, y seguir dando el seguimiento a la estabilización de la canasta de 24 productos incluidos en el acuerdo”.
Por su parte, el presidente López Obrador indicó que con estas medidas se está garantizado que haya un control en el aumento de los precios.
“Afortunadamente tomamos decisiones a tiempo y que fue acertado destinar un subsidio para que no aumentara el precio de las gasolinas. Debemos todos recordar que apenas en el gobierno anterior, y esa era la mentalidad que prevalecía, había gasolinazos, y hubo un secretario de Hacienda, aunque parezca increíble, que llegó a decir que no se preocupara la gente, que no había efectos negativos para la economía su aumentaba el precio de la gasolina, porque no todos tenían automóviles. Con esa concepción, aunque parezca increíble, se gobernaba. Cuando la sabiduría popular nos enseña que cuando aumenta la gasolina aumenta todo”.
Otra decisión de su administración, dijo el mandatario, fue no incrementar los impuestos, porque cuando esto sucede aumentan los precios ya que muchos distribuidores aprovechan para subir los costos de sus mercancías.
Enfatizó que las medidas antiinflacionarias “son heterodoxas, éstas no las aplican los neoliberales, ellos satanizaron el subsidio y no les importaba proteger la economía popular, a nosotros sí, porque la inflación es un impuesto que afecta a los trabajadores, a los pobres, y tenemos que cuidar que no haya. Afortunadamente lo estamos logrando y aunque no les guste, porque los mexicanos no tenemos por qué ir a la retaguardia en lo que sucede en el mundo, ya vamos a la vanguardia, poniendo el ejemplo, aunque no le parezca, la inflación en México es menor a la de Estados Unidos y a la de Europa”, remarcó el Presidente.
Subrayó que el peso es fuerte, ha resistido y no se ha devaluado; además que el costo de los energéticos en nuestro país es mejor que en la mayoría de las naciones del mundo.
“Y otro dato para que algunos se enojen y otros reafirmen sus convicciones en favor de la transformación y del cambio, estamos creciendo, nuestra economía está creciendo, no así en otros países”.
Y agregó: “Es muy importante lo que explicó el secretario de Hacienda, hasta es para retomarlo porque lo explicó muy bien, de cómo si no se hubiesen aplicado estas medias, hubiesen aumentado más las tasas de interés, se desploma el consumo, se produce una crisis de consumo, hay menos crecimiento, menos compra, menos ingresos para la hacienda pública y menos poder adquisitivo del salario. Ese ejemplo del promedio de salario de 9 mil a 8 mil, podrán decir, mil pesos, pero para la mayoría del pueblo es bastante lo que se les está transfiriendo o lo que se está ahorrando, es lo que significa la protección de este plan antiinflacionario”.
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